Movilidad

Indignación por los nuevos precios de Renfe: "Pagaré 4 veces más por 11 minutos de trayecto"

La gratuidad de los billetes de tren termina a finales de junio y las nuevas tarifas ponen en pie de guerra a algunos usuarios

Una usuaria de Cercanías enseñando el billete gratuito el pasado septiembre.
24/05/2025
3 min

BarcelonaDentro de cinco semanas termina la gratuidad de los billetes de Renfe. Las bonificaciones que se establecieron para paliar los efectos de la inflación hace tres años decaen, ya partir de julio habrá que volver a pagar. El pasado febrero, el secretario de Movilidad de la Generalitat, Manel Nadal, ya explicó en el Parlament que a partir del verano la gratuidad dejaría paso a una tarifa plana de 20 euros por viajar con Cercanías. Pero a falta de sólo pocos días para la puesta en marcha del nuevo sistema tarifario, ya hay usuarios que consideran que generará un "agravio comparativo" entre municipios. ¿El motivo? Pues que aquellas poblaciones a las que no llega Cercanías —aunque sea por pocos kilómetros— tendrán que pagar cuatro o cinco veces más por hacer sólo un poco más de trayecto, una o dos paradas más.

"Me tocará pagar cuatro veces más por hacer 10 minutos más en tren", se queja Òscar Ibáñez, de 38 años, que vive en Altafulla (fuera de los límites del servicio de Cercanías) pero coge el tren cada día para ir a trabajar a Barcelona. A Irene Gutiérrez le ocurre lo mismo: "Según los nuevos precios, pasaré de pagar cero a 92 euros, mientras que en este tiempo el servicio no ha mejorado en nada, por el contrario, ha empeorado: hay más incidencias por las obras y más problemas", señala. Para los usuarios de Reus, por ejemplo, el billete subirá hasta los 112 euros, cinco veces más que en Cercanías.

Esto es así porque en diciembre -según anunció el ministerio de Transportes- el Estado decidió establecer tanto la tarifa plana de 20 euros para Cercanías (común en todo el Estado), como que los abonos de media distancia también dejarían de ser gratuitos para pasar a tener un descuento del 40% de su precio habitual. En el caso de los Avant, la bonificación se estableció en el 50%. Y, en cualquiera de los dos casos, los billetes quedan muy por encima de los 20 euros de Cercanías.

Así, por ejemplo, viajar de forma ilimitada entre Barcelona y Sant Vicenç de Calders (56 kilómetros) costará 20 euros; pero hacerlo hasta Altafulla o Torredembarra (68 kilómetros) va a costar 92 euros. Y lo mismo ocurre hacia el norte: viajar hasta Maçanet Massanes entrará en la tarifa plana, pero hasta Caldes de Malavella (10 minutos más en tren) costará más de 100.

Un "agravio comparativo"

"No es justo; no es proporcional la diferencia porque somos vecinos que estamos muy cerca", argumenta Óscar, que añade: "En la práctica, Altafulla o Torredembarra funcionan como cercanías lejana de Barcelona, ​​mucha gente va a trabajar cada día y tal y como están los precios de la vivienda, no tenemos más opciones".

"En algún sitio tenían que poner el corte, de acuerdo, pero al final parece que cuanto más lejos estás de Barcelona menos catalán eres", resume Anna Gómez, la portavoz del colectivo de usuarios Dignitat a les Vies. "Estas diferencias hacen sentir mal a muchos usuarios y económicamente perjudican. Hay más descuento para un tren Avant, que es un servicio más exclusivo, que para los regionales de media distancia, que en Catalunya funcionan como si fueran todos Cercanías", subraya Gómez.

Es la misma consideración que hacen desde la asociación de expertos Promoción del Transporte Público (PTP). "Nadie ha pensado que el sistema de regionales tiene una oferta y una demanda muy distinta en Catalunya que en el resto del Estado", explica el ingeniero y portavoz de la PTP, Arnau Comajoan. "El ministerio no ha tenido en cuenta que, aquí, la naturaleza de los regionales es más similar a un Cercanías que a cualquier otro regional del Estado; y eso ocurre porque hay más densidad de población, más oferta y, por tanto, más uso", añade.

Ante esta situación, la PTP pide a la Generalitat que prevea la posibilidad de incluir más núcleos de población dentro de la tarifa plana de Cercanías o que establezca límites determinados por los usos y no por las denominaciones técnicas de los servicios. Preguntada por este diario, la Generalitat asegura que tienen varias opciones sobre la mesa, pero todavía no concreta ninguna.

Alternativas imaginativas por no pagar

"Yo llevo tres años viviendo en Altafulla y, por tanto, ahora tendré que presupuestar ese dinero por primera vez", admite Òscar. Entre sus opciones a valorar, se encuentra la de viajar a Barcelona con algún otro tipo de transporte, como el bus. Otra opción que se plantean algunos usuarios es hacer transbordo: comprar un billete de tarifa plana, viajar hasta Sant Vicenç de Calders y una vez allí realizar el cambio y pagar el regional pero sólo por dos paradas. "Eso es lo que hacíamos cuando éramos adolescentes y no teníamos ni un duro, pero ahora mismo preferiría no hacerlo porque implica perder aún más tiempo del que ya me roba Renfe todos los días", concluye Irene.

Cambios también en los billetes integrados de la ATM

Este año de transición en cuanto al precio de las tarifas también afectará al precio de los billetes integrados de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) aunque, en este caso, con menor impacto para el usuario que los cambios en Cercanías y en Renfe en general.

Las rebajas del 50% en la T-Usual y la T-Jove y en los títulos para familias numerosas o monoparentales se mantendrán durante todo el año 2025, pero a partir de julio los porcentajes de descuento que aportaban el gobierno español y la Generalitat se intercambian: el Estado pagará el 20% de las rebajas3 y la Generalitat. Al menos eso es lo que se decidió el pasado invierno para mantener los descuentos hasta finales de año, tal y como había prometido la consellera de Territorio, Silvia Paneque. Sin embargo, la decisión aún debe ratificarse en el consejo de la ATM previo al verano.

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