El padre que mató a su hijo en un hotel no había planificado la huida
Los Mossos piensan que el hombre se colgó poco después del asesinato
BarcelonaLa noche del 24 de agosto Martín Ezequiel Álvarez Giaccio evitó la puerta de entrada para salir del Hotel Concordia de Barcelona, donde acababa de matar a su hijo de dos años asfixiándolo. En pocos minutos, el hombre se plantó con un taxi a la terminal 1 del aeropuerto de El Prat, que fue el lugar donde puso punto final a una fuga que, según los Mossos d'Esquadra, no había planificado. La policía piensa que, una vez en El Prat, el hombre corrió por el exterior del aeropuerto “con objetivo de que no se lo viera”. Saltó las vallas del recinto hasta que llegó a una zona boscosa junto al Llobregat, donde se suicidó colgándose con el cinturón que llevaba.
El jefe de la división de investigación criminal (DIC) de los Mossos en Barcelona, el inspector Josep Naharro, explica que los agentes de la unidad acuática localizaron el cadáver de Álvarez este miércoles a las 13.15 h en un canal de agua, escondido entre cañas en un espacio de difícil acceso. Naharro dice que el hombre no quería “que se lo encontrara”. Antes se había inspeccionado la zona a pie y por aire –con dron– y no se había visto el cuerpo. Pero el “leve olor de putrefacción” que desprendía ahora, apunta el inspector, alertó a los agentes, que estaban pendientes del agua y la vegetación. El cadáver estaba en descomposición porque el lugar es húmedo y caluroso, motivo por el cual no se lo podía identificar físicamente, asegura Naharro. En cambio, la jueza de guardia de El Prat consideró “plenamente” que correspondía a Álvarez, el hombre más buscado en Catalunya desde hacía tres semanas.
La policía científica de los Mossos ha confirmado esta mañana, una vez ha comparado las improntas del cuerpo con las que constaban en el documento de identidad de Álvarez, que efectivamente es él. Cuando los investigadores inspeccionaron el cadáver no localizaron dinero, ningún billete de avión ni documentación –su pasaporte lo habían encontrado en una vivienda cuando lo buscaban–. Esto les hace creer que el hombre no tenía ningún plan para escaparse y que se colgó pocas horas después del asesinato. Un extremo que podrá acabar de determinar la autopsia. Naharro dice que desconocen qué motivó que Álvarez decidiera ir al aeropuerto de El Prat, a pesar de que piensa que quizás quería “despistar” a los investigadores.
Los Mossos no han encontrado ningún indicio de que el hombre tuviera el apoyo de otra persona ni de que intentara contactar con su entorno familiar y de amigos una vez ya había cometido el crimen. Los investigadores también habían comprobado que Álvarez no había activado el móvil ni había hecho ningún movimiento de dinero. Tampoco han detectado que dejara ninguna nota de despedida antes de suicidarse. La policía sospecha que el hombre, sin antecedentes, no llevaba días ideando el asesinato, sino que lo planificó en muy poco tiempo. De hecho, cuando Álvarez envió a la madre del niño –la pareja se acababa de separar– los siguientes mensajes: “Te arrepentirás” y “Te dejo en el hotel lo que te mereces”, ella enseguida avisó a la policía, que cuando llegó a la habitación ya localizó al menor muerto.
La hipótesis de vivo o muerto
Naharro explica que los Mossos trabajaban con dos hipótesis: que el hombre estuviera vivo o muerto. Como pensaban que Álvarez podía intentar huir, esto provocó que al día siguiente del crimen, el 25 de agosto, la policía activara múltiples unidades en toda Catalunya para encontrarlo. También decidieron difundir su foto ese mismo día para que la gente lo pudiera identificar si cogía un medio de transporte. A raíz de este llamamiento los Mossos recibieron un centenar de avisos que verificaron, uno de los cuales los llevó hasta un hombre que hacía autostop y que resultó ser un turista holandés. Las llamadas sirvieron para situar El Prat como el último lugar donde se había visto a Álvarez.
El hecho de que la policía creyera que el hombre podía estar vivo implicó que pusieran una protección de 24 horas a la madre del niño que ahora se prevé retirar. La mujer también ha recibido el apoyo del grupo de asistencia a la víctima. La abogada de la familia, Carla Vall, dice que quieren recurrir a la vía civil para pedir una compensación económica.