Encuentran muerto en El Prat al padre que mató a su hijo en un hotel de Barcelona
El hombre se suicidó en una zona boscosa junto al aeropuerto, donde había desaparecido
BarcelonaEl padre que mató a su hijo de dos años en el Hotel Concordia de Barcelona el 24 de agosto se suicidó cerca del aeropuerto de El Prat. Los Mossos d'Esquadra han encontrado su cadáver este miércoles a mediodía en una zona boscosa y ya se ha confirmado que es Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, el hombre de 44 años al que buscaban. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), está “plenamente identificado”. La jueza de guardia de El Prat ha hecho el levantamiento del cadáver esta tarde, unas horas después de que la policía hubiera localizado el cuerpo. Los Mossos trabajaban con la hipótesis de que Álvarez podía estar muerto y finalmente lo han encontrado junto al aeropuerto, en unos terrenos que son titularidad de Aena. El hombre se había colgado y no llevaba documentación.
Los investigadores habían perdido la pista a Álvarez en el aeropuerto de El Prat, donde había llegado con un taxi después de huir del hotel de Barcelona. Pero comprobaron que no había cogido ningún avión. En las tres semanas que llevaba desaparecido tampoco había activado el móvil ni había hecho ningún movimiento de dinero, y los Mossos, en una de las viviendas que registraron cuando buscaban a Álvarez, localizaron su pasaporte. Esto, sumado al paso de los días sin saber nada del hombre, abrió la duda de si Álvarez realmente había planificado la fuga después del asesinato. Otro hecho que hacía sospechar que el hombre estaba muerto es que la policía había publicado su imagen para intentar encontrarlo y ninguno de los avisos recibidos habían servido de nada. En definitiva, nadie lo había visto desde el aeropuerto.
Búsqueda en varios lugares
Por eso los Mossos habían focalizado en los últimos días los esfuerzos alrededor de El Prat porque pensaban que Álvarez no había podido ir mucho más lejos. Antes, la policía también lo había buscado en otros medios de transporte, en el Vendrell -donde ahora vivía-, en casa de otros familiares o amigos y en Montjuïc, que fue el primer lugar de búsqueda porque se creyó que podía esconderse ahí. El motivo es que el hotel de Barcelona donde asesinó al niño está ubicado en el Paral·lel, en el barrio del Poble-sec: había escapado saltando la valla de la piscina. Como en las horas posteriores al crimen los investigadores tenían dificultades para localizar a Álvarez y trazar el recorrido que había seguido, difundieron una foto suya. Es una acción poco habitual de los Mossos; de hecho, el último llamamiento que hicieron para encontrar a alguien fue en agosto de 2017 cuando buscaban al conductor de la furgoneta del atentado en la Rambla.
El hombre mató al niño para vengarse de la madre porque se estaban separando. Es una forma de violencia machista, la violencia vicaria, en la que el agresor utiliza a los hijos para hacer daño a la pareja. Antes de desaparecer, Álvarez envió a la mujer los siguientes mensajes: “Te arrepentirás” y “Te dejo en el hotel lo que te mereces”. Ella enseguida temió por el niño y llamó a la policía, que al llegar a la habitación del hotel localizó al menor con signos evidentes de asfixia y empezó la investigación. Antes del asesinato, no había constancia de antecedentes por violencia machista de Álvarez.