La pandemia hace crecer las tentativas de suicidio juveniles

Los intentos se han casi triplicado en la población general y las consultas han aumentado un 74%

El primero que hay que hacer para prevenir el suicidio juvenil es hablar
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BarcelonaLos intentos de suicidio y las autolesiones se agudizan entre los jóvenes debido a los efectos de la pandemia. Las tentativas para quitarse la vida hace tiempo que van al alza en toda Catalunya, pero la peor época del covid –coincidiendo con el confinamiento domiciliario y el recorte de libertades– ha disparado el sufrimiento emocional de la población y ha agravado los síntomas y los pensamientos suicidas de una parte de la juventud. Las autoridades sanitarias hace meses que alertan de una "oleada de problemas de salud mental" que derivará de la emergencia causada por el coronavirus. Ahora las cifras corroboran la preocupación.

Por ejemplo, el teléfono de prevención del suicidio que el Ayuntamiento de Barcelona activó en agosto pasado ha recibido 1.800 llamadas en menos de diez meses, un 3% de las cuales han sido por tentativas de suicidio inminente o en curso. Además, los intentos de suicidio de menores han pasado de 473 en 2019 a 601 el año pasado. A raíz de estas cifras preocupantes, los profesionales sanitarios exigen a los gobiernos que de una vez por todas pongan manos a la obra para frenar "esta plaga".

El de Barcelona no es ni mucho menos un caso aislado. El incremento de consultas sobre conductas autolesivas y tentativas de suicidio ha repuntado en toda Catalunya y el departamento de Salud dice que la demanda de ayuda se ha disparado un 74,4% respecto al año anterior. Además, solo en 2020 se ha observado un 27% más de casos de ansiedad en comparación con 2019, un 33% más de casos de depresión y otros trastornos y los intentos de suicidio se han casi triplicado (+195%), según ha enumerado este martes el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

Entre los motivos, destacan las fuentes sanitarias, el cambio de rutinas y la desvinculación de las actividades sociales durante la época de más transmisión (sobre todo de marzo a junio de 2020) y las limitaciones de acceso a los centros de salud, que retrasan los diagnósticos y los seguimientos precoces. "La juventud ha visto que su futuro se desdibujaba y hay que volverlo a dibujar", ha defendido el presidente.

A raíz de este nuevo reto, Aragonès ha anunciado la creación de un plan integral de salud mental y emocional para reforzar los servicios básicos y esenciales en este ámbito. El presidente ha destacado que el plan será transversal e integrará varios departamentos del nuevo Govern para actuar de manera conjunta ante el incremento de casos vinculados a trastornos de ansiedad e intentos de suicidio.

Unos cambios que ha exigido este martes la concejala barcelonesa de Salud, Envejecimiento y Curas, Gemma Tarafa, al nuevo ejecutivo encabezado por Aragonès para potenciar la atención de la salud mental como una prioridad de mandato: "Tenemos que hacer una apuesta importante como país. Pedimos al nuevo Govern que impulse un plan de choque en Catalunya para poder acompañar bien la salud mental".

En una visita al área de psiquiatría infantil de salud mental del Hospital Parc Taulí de Sabadell, Aragonès ha asegurado que ha querido que su primer acto público fuera en un centro donde se atiende a jóvenes y niños en materia de salud mental porque es donde se aborda una de las consecuencias "más duras y muchas veces invisible" de la pandemia. "Ponemos en marcha un plan integral de salud mental y emocional más allá del ámbito sanitario, involucrando a toda la comunidad, los servicios sociales, las administraciones locales y la comunidad educativa", ha destacado.

Barcelona destinará 3 millones de euros

Barcelona es la primera ciudad del Estado en disponer desde el año 2016 de un plan de salud mental específico. Desde entonces ha constituido unas cuantas mesas alrededor de la salud mental en todos los distritos de la ciudad, con la participación de unas 350 entidades y organizaciones. El despliegue del WhatsaApp de prevención del suicidio forma parte del Plan de Choque en Salud Mental, que el consistorio pretende reforzar y ampliar entre 2021 y 2022 con nuevas medidas y una inversión de 3 millones de euros. "La juventud es menos proclive a hablar por teléfono, por eso se pondrá en marcha un canal de mensajería instantánea vía WhatsApp que dé un servicio similar al del teléfono", ha indicado el consistorio.

Este teléfono quiere proporcionar nuevas herramientas a los más jóvenes para complementar la atención sanitaria de su salud mental que ofrecen las llamadas y la atención personal en la atención primaria. Pero antes la propuesta se tendrá que someter a votación al próximo plenario del consejo municipal. El plan también incluye un programa de primeros auxilios en salud mental dirigido a personas que trabajan con gente joven, como voluntarios de entidades, monitores deportivos y de comedor, a quien se ofrecerá formación para que sean capaces de detectar y reconocer el malestar emocional.

Una parte importante de las consultas atendidas en Barcelona –el 23%– son personas de menos de 29 años, sobre todo mujeres, y los intentos de suicidio se han duplicado entre finales del año pasado y el principio de 2021: si en 2019 había 40 intentos al mes, ha dicho, ahora se llega hasta 80.

Barcelona, además, ha detectado que un 86% de las familias han observado malestar o preocupación emocional en los hijos pequeños o adolescentes y que seis de cada diez personas presentan síntomas de depresión o ansiedad por la emergencia sanitaria. También se han disparado los trastornos por conductas alimentarias (TCA) y se han cuadruplicado las atenciones del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) por trastornos de ansiedad.

"No silenciar el suicidio"

El director del Instituto de Neuropsiquiatria y Adicciones (INAD), Víctor Pérez, ha abogado este martes por no silenciar el suicidio, sobre todo en los medios de comunicación, sino por abordarlo "como una plaga": "Es la única manera de conseguir disminuir las cifras". "En el suicidio, como pasa con los accidentes de tráfico o la violencia de género, lo que hace falta es hablar bien. No hay que visualizar el suicidio hablando de métodos suicidas o de cómo se mató alguien, sino como una plaga que es una de las primeras causas de muerte de nuestros jóvenes y que está muy unida a la salud mental", ha señalado.

También la directora de la Federación de Salud Mental Catalubya, Marta Poll, ha pedido "fortalecer las capacidades de la ciudadanía, de los agentes, asociaciones y equipaciones para que sean capaces de acompañar mejor" a quien lo necesita. "Tenemos que ser capaces de detectar estas situaciones de manera más precoz". Poll ha urgido a plantear "estrategias de tratamientos terapéuticos", además de tejer "redes de apoyo", unos elementos que ha considerado cruciales para "construir comunidades y barrios donde se acompañe a las personas desde la vertiente emocional".

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