Coronavirus

El pasaporte covid, el primer paso atrás para volver a frenar el virus

El Govern debate esta semana si solicita al TSJC ampliar el certificado a la restauración

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Sala Apolo pidiendo el certificado Covid para acceder a su recinto

BarcelonaEn solo una semana, en Catalunya se han diagnosticado un 57% más de positivos de covid y han ingresado un tercio más de enfermos a los hospitales. La curva de una sexta oleada empieza a tomar forma, pero si finalmente se dispara se espera que los efectos sean mucho más bajos que en las anteriores gracias a la vacunación, que ha llegado al 74,8% de la población. “Estamos en un grado de preocupación medio: el escenario posterior al verano con pequeños brotes ha cambiado y crecemos de manera generalizada, pero moderada”, explica la física del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (Biocomsc), Clara Prats. Con todo, los expertos consultados avisan de que no se puede fiar todo a la vacuna –que no evita el contagio– y que hay que extremar las precauciones para evitar que la escalada se descontrole. “Tenemos que estar preparados psicológicamente para dar pasos atrás, pero ahora todavía estamos a tiempo de hacer cosas menos lesivas que recurrir al cierre de sectores o a los confinamientos. La primera es ampliar el uso del certificado covid”, afirma el médico e investigador de la Universidad de Leicester Salvador Macip.

La Generalitat estudiará esta semana si traslada al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) cambios en el uso del pasaporte covid –el QR que acredita la pauta completa de vacunación o una prueba negativa– para acceder a actividades no esenciales que tienen lugar en espacios cerrados y que se consideran de riesgo para el contagio. Varios portavoces del departamento de Salud se han mostrado partidarios de aplicarlo para frenar la transmisión en bares y restaurantes –quizás también en teatros y cines–, como ya se hace con el ocio nocturno. El conseller de Salud, Josep Maria Argimon, ya planteó que la medida se podría aplicar para el puente de la Purísima, que este año será largo porque se junta con el fin de semana, pero el calendario todavía no está cerrado. Sería el primer paso atrás en los últimos dos meses, después de que la oleada del verano obligara a volver a endurecer las restricciones en todo el país.  

El ARA ha podido confirmar que el comité científico asesor del covid del Govern ha avalado la propuesta, pero ahora se tiene que discutir en el seno del ejecutivo, que se reúne este martes. Ahora bien, ¿hay alguna garantía de que el pasaporte covid pueda frenar la escalada de contagios? Los expertos subrayan que esta herramienta se tiene que entender como una capa de protección más ante el virus, junto con la mascarilla, sobre todo en espacios cerrados, pero no como una válvula de escape para grandes aglomeraciones en espacios cerrados. Pero también es cierto que aplicarlo no parece una restricción, o como mínimo es más sutil, porque afecta solo a los no vacunados, que son pocos en comparación con los inmunizados. 

El ejemplo de Dinamarca

La previsión para Catalunya en las próximas semanas es de crecimiento: la tasa de contagio (Rt), que indica si la pandemia está en expansión cuando supera el valor de 1, se situaba el pasado viernes en el 1,4. “Hay que tener muy claro que, a pesar de que el pasaporte es necesario, no será la solución definitiva. Nada nos dice que en unas semanas no hagan falta más medidas”, explica Macip. Prats apunta que si la incidencia es baja, se pueden adoptar medidas “más suaves”, pero cuanto más se tarden en tomar “más costará bajar la curva”. “El pasaporte podría ser conveniente en una situación de incidencia como la actual para ganar algunas semanas al virus. Pero, para ir al otro extremo, Alemania o Austria –que han tenido que imponer restricciones muy duras, como el confinamiento generalizado o la vacunación obligatoria–, no podrían arreglar la situación sin estrategias agresivas”, plantea. 

De momento, Prats recuerda que el único país comparable con Catalunya que haya desplegado una estrategia con el pasaporte covid de manera parecida es Dinamarca. “Tiene un porcentaje de vacunados similar (75,9%) y ahora hace unos diez días recuperó el certificado para actividades de ocio y restauración. Seguimos sus datos de muy cerca porque vamos por el mismo camino, pero algo más tarde”, compara la experta. Si allá funciona, admite, podría ser un buen indicador.

Además, el certificado también tendría un efecto secundario beneficioso: incentivar la vacunación. “Hay unos pocos recalcitrantes que seguro que no los convenceremos de ninguna de las maneras, pero todavía hay gente dudosa a quien podemos llegar”, dice Macip.

La justicia tumba el QR obligatorio en Euskadi

Catalunya no es el único territorio del Estado que quiere optar por esta estrategia para frenar el adelanto de los contagios sin recurrir a restricciones más duras. En el País Vasco, la justicia ha denegado este lunes el uso del pasaporte para acceder a locales de ocio nocturno y restaurantes con comedores para más de 50 personas, a pesar de tener una incidencia acumulada de 300 casos por cada 100.000 habitantes, el doble que la catalana (145).

Navarra, Aragón y La Rioja todavía esperan el aval de sus tribunales mientras que Galicia, que ya lo usa para actividades de ocio y restauración desde el verano, también exige enseñar el QR en los hospitales. Además, el País Valenciano pedirá “en los próximos días” ampliar su uso en “espacios cerrados”.

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