Sociedad

"¿Qué hacemos con los platos, niños y animales?": hasta 500 vecinos sin suministro de agua en Molins de Rei

El distribuidor se ha plantado y los residentes buscan alternativas que multiplican por siete los costes actuales

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BarcelonaHace una semana, avisó a los vecinos de que aquella era la última vez que iba. El distribuidor que llevaba agua en cisternas en los barrios de Vallpineda y la Rierada de Molins de Rei, en Collserola, se ha plantado y no volverá por aquellos caminos que, dice, le estropean el camión. Por lo menos no al mismo precio. Mientras el recorrido no esté asfaltado no piensa volver a servir en esta zona en la que trabajaba desde hace un mes, después de que muriera el anterior distribuidor. En estos barrios sin red de suministro ni alcantarillado viven unos 500 vecinos, que hasta ahora pagaban 55 euros por cada tanque de 10.000 litros, un precio subvencionado por el Ayuntamiento, puesto que asumía el coste del transporte. Mientras reclaman al consistorio una solución urgente, a una veintena de familias ya no les queda agua en los depósitos y algunos se plantean contratar por su cuenta a una empresa que les lleve agua en cisternas, con tarifas que llegan hasta los 390 euros por los mismos litros que recibían habitualmente.

Como otros vecinos, Alex, que lleva cinco años viviendo en la zona, la semana pasada supo por el mismo repartidor subcontratado por la empresa Aqualia que aquél sería su último servicio en el barrio. Critica las "negligencias" del Ayuntamiento, que no informa y "no quiere arreglar las calles". Él dice que se lo toma "con filosofía" e intenta alargar al máximo el agua que le queda en el depósito, haciendo duchas cortas o, si puede, duchándose en el gimnasio, una opción que reconoce que no es válida para la personas mayores o con hijos pequeños. Piensa en sus vecinos de al lado, con cuatro hijos: "Si tuviera niños, no sé cómo sería. Creo que ya no estaría aquí y se habría ido a casa los padres".

De hecho, su vecina de la casa de al lado, Julia, se está planteando enviar a sus hijos a casa a los abuelos. En su casa viven dos familias, con cinco niños en total, que tienen entre uno y ocho años. En su depósito queda agua para dos o tres días, y la empresa con la que ha contactado para rellenarlo "no da abasto" ante la demanda de los vecinos, y le ha dicho que tardará unos 10 días en poder venir .

Una urbanización que "nunca llega"

La presidenta de la Asociación de Propietarios y Vecinos de Vallpineda, Lluïsa Núñez, cree que "el problema de fondo" es que la zona no se ha llegado a urbanizar, y explica que la asociación que preside se creó hace 40 años precisamente con ese reclamo. Hasta ahora han ido haciendo con "soluciones precarias", como el sistema de los depósitos de agua, y lamenta la "sensación de abandono por parte del Ayuntamiento" después de que el último proyecto de urbanización se atascó y el nuevo "nunca acaba de llegar".

Vecinos como Julia fueron a vivir al barrio conociendo las carencias de suministro pero con el plan de urbanización en el horizonte. Ella instaló un sistema de reaprovechamiento de aguas grises que hace que ahora, con terrenos y jardín, la familia gaste "menos agua que cuando vivía en Barcelona en un piso". En su caso, la hipoteca que firmó hace casi cuatro años incluía un recargo de 60.000 euros por aportar a la urbanización, y esperaba que durante ese tiempo, en el que ha tenido su segunda hija, ya tendría acceso a agua corriente. Al caer el plan de urbanización también se retiró el recargo de la hipoteca. Ahora estaría dispuesta incluso a pagar de su bolsillo la conexión a la red para poder tener agua corriente.

Lluïsa Núñez afirma que los propios vecinos han propuesto en el consistorio el nombre de dos conductores que podrían hacerse cargo del servicio, pero "no han ni contestado". En ese vecindario en medio de Collserola también les preocupa el riesgo de incendio. Después de meses de sequía están acostumbrados a las restricciones de no encender fuego, por ejemplo con barbacoas, ya encargarse de podar sus terrenos para prevenir que las llamas avancen por el bosque. Ahora temen que no podrían apagar ni una pequeña llama en su jardín.

Una respuesta "insultante"

Los vecinos, en contacto con un grupo de WhatsApp con más de 200 personas y que "saca humo", valoran más protestas después de plantarse con megáfonos en el último pleno municipal para reclamar una solución. La respuesta, según la Asociación de Propietarios y Vecinos de Vallpineda, fue que pueden ducharse en el pabellón municipal, que "queda lejos" (a siete kilómetros) de las casas afectadas y no tiene conexión en transporte público los fines de semana . "EEl tipo de servicio que ofrecen es algo insultante. ¿Pero qué hacemos con los platos, la ropa, los niños y los animales?", se pregunta Lluïsa Núñez. Julia critica que, además, se les ha indicado que vayan a ducharse entre las 10 y las 12 de la mañana: "Yo trabajo en Barcelona. ¿Le diré a mi cabeza que de 10 a 12 no trabajo para ir- me a duchar en el pabellón de Molins?"

Consultado por el ARA, el Ayuntamiento de Molins de Rei se remite al Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que afirma que es la titular y responsable del servicio de agua. En cambio, el AMB matiza que la ley les atribuye la competencia en distribución de agua potable a la metrópolis de Barcelona, ​​pero algunos municipios como Molins de Rei tienen vigentes concesiones municipales, que ya estaban en vigor cuando se aprobó esta ley. El AMB limita su intervención hasta ahora a la aprobación de las tarifas y añaden que trabajan por asumir la competencia con una nueva concesión. Sin embargo, ésta aseguran que todavía es municipal, y recuerdan que el contrato con Aqualia y la empresa que distribuía el agua lo firmó el consistorio.

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