¿Qué tenemos que hacer si se nos prende fuego en casa? Guiarse por el instinto no siempre es buena idea

BarcelonaHace un mes, María lo perdió todo. De madrugada, vio cómo las llamas se tragaban su comedor y después de intentar apagarlas sin suerte hizo bajar a su familia hasta abajo de todo. Se quedaron sin nada, y las pocas cosas que rescataron las trasladaron a los bajos de una frutería, donde ahora malviven. Todo se convirtió en cenizas. Todo menos la habitación de su prima, que quedó intacta. Esa noche no estaba. Cerró la puerta de la habitación y se marchó. Un simple gesto que evitó que todo lo que tenía se quemara. Ahora María admite que se equivocó, que dedicó demasiado tiempo a intentar apagar con agua un fuego incontrolable. La recomendación de los bomberos es otra: cerrar todas las puertas y ventanas –también las interiores–, bajar a la calle y llamarlos.

Según el jefe del servicio de prevención de los Bomberos de la Generalitat, el subinspector Carles Noguera, cuando un incendio en una casa ya no se puede controlar, los que están en la vivienda tienen que seguir tres pautas: "Prevenir, avisar y socorrer". Es decir, antes que nada, hay que prevenir para que el fuego no vaya a más ni haga daño a nadie. Después, hay que avisar a los bomberos. Y, finalmente, son los cuerpos de emergencias los que socorren. Para prevenir, es imprescindible cerrar todas las puertas y todas las ventanas antes de marcharse para que las llamas no avancen. Y, después, bajar a la calle. Todo este procedimiento se tiene que frenar en seco si, al abrir la puerta, la escalera está llena de humo. Quizás el instinto empuja a marcharse corriendo, pero no es lo más recomendable.

"El principal riesgo para la seguridad de las personas no es el fuego, es el humo", avisa Noguera. Se tiene que evitar a toda costa, y si hay humo en la escalera hay que encerrarse en una habitación del piso. "Lo mejor que podemos hacer es confinarnos. Puede provocar muchos nervios, pero es la mejor opción", explica el jefe de prevención de los Bomberos. Si se puede, es mejor elegir una habitación con una ventana o un balcón para hacerse ver cuando lleguen los bomberos. La ventana y el balcón, sin embargo, nunca se tienen que abrir. Y, sobre todo, antes de confinarse hay que cerrar todas las otras puertas y ventanas. Encerrados en un cuarto, explica Noguera, no entrará ni humo ni llamas. "Una puerta da mucha seguridad. Aunque sea de chapa, protege lo suficiente como para dar tiempo a los bomberos a llegar", añade. En todos los casos, hay que asegurarse de llamar a los bomberos lo antes posible.

¿Cómo evito un incendio?

María todavía no sabe con seguridad dónde se originó su incendio. Se repite mentalmente que ella no hizo nada mal. Dice que podría venir de un ladrón de enchufes, pero no lo tiene claro. En temporada de invierno, las sobrecargas eléctricas son una de las principales causas de los incendios domésticos. "No se pueden poner muchas cosas en un mismo enchufe, y menos si es un radiador eléctrico o una estufa", avisa Noguera. De hecho, recomienda que cada radiador vaya a un enchufe diferente y que no se encare nunca hacia elementos que pueden quemar, como unas cortinas o un sofá. También advierte de que cualquier modificación de una instalación eléctrica la tiene que hacer un profesional.

En invierno también hay muchos fuegos de chimenea, que principalmente se producen por no limpiarlas. El jefe de prevención de los Bomberos explica que se acumula hollín y que se tiene que quitar. Si no, se puede incendiar fácilmente. La principal recomendación de los bomberos es limpiar la chimenea una vez al año. Ahora bien, hay una "medida estrella" de prevención que, tal como explica Noguera, no se utiliza en muchas casas: un detector de humo. Vale 20 euros, se puede comprar en cualquier ferretería o tienda de bricolaje y "es fundamental si estamos durmiendo". Simplemente, va con pilas y cuando detecta humo pita. Ni avisa a los bomberos ni al servicio de emergencia, simplemente hace ruido para que los residentes se despierten y sean conscientes de que hay humo.

¿Cómo apago un fuego?

Hay incendios que se producen todo el año. Los más frecuentes son en la cocina: "Nos despistamos y, de golpe, el aceite de una freidora se inflama", dice Noguera, que recomienda "cocinar y solo cocinar, sin distracciones". Cuando se quema el aceite, de nuevo, se tiene que frenar el instinto: no se puede tirar agua: "Si empieza en la freidora, se tiene que cubrir con una tapa metálica o un trapo húmedo". Si quema una papelera, en cambio, sí se puede tirar agua, o usar un extintor, que también sirve para otras superficies. Noguera recomienda comprar una manta ignífuga, que aguanta altas temperaturas, para cubrir un fuego pequeño en casi todos los contextos. El bombero, sin embargo, reitera que si las llamas se descontrolan no se puede perder tiempo intentando apagarlas: "Cada minuto cuenta. Tenemos que marcharnos o confinarnos".