Barcelona

El puerta a puerta dobla la recogida selectiva a Sant Andreu de Palomar

El Ayuntamiento de Barcelona asegura que el próximo año implantará bonificaciones para premiar a los vecinos que más reciclen

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La basura orgánica y el papel, a la puerta de un domicilio a Santo Andreu

BarcelonaDesde hace un mes, Sant Andreu de Palomar se ha convertido en el barrio o ciudad con más habitantes de Catalunya que prueba el sistema de recogida de residuos puerta a puerta. Y según el Ayuntamiento de Barcelona, el cambio ha sido todo un éxito. Con cifras en la mano, el consistorio asegura que la recogida selectiva de basura ha pasado de ser el 37% del total a convertirse en el 76% del total. El regidor de Emergencia Climática, Eloi Badia, ha reivindicado que el modelo "funciona", si bien admite que ha generado "incomodidades" a los vecinos por los ruidos de los camiones que pasan a recoger las bolsas y por los olores de las que se abandonan incorrectamente. De hecho, el consistorio ha ido introduciendo modificaciones en el sistema de recogida. A pesar de todo, la asociación de vecinos Sant Andreu Sud aseguró que el nuevo modelo era un fracaso y pidió su retirada. "No dejaremos de hablar con los vecinos", ha dicho Badia, que confía que las conversaciones con esta asociación sirvan para acabar sumándoles al proyecto. Sin embargo, según el regidor, en general, la valoración ciudadana es buena.

Badia también ha anunciado que viendo los buenos resultados obtenidos en Sant Andreu Palomar, el Ayuntamiento se plantea poner en marcha durante 2022 un sistema de bonificaciones para los vecinos que hagan correctamente el puerta a puerta. Solo podrán disfrutarlo, sin embargo, los ciudadanos de este barrio y los de Sant Antoni y Horta, los otros puntos donde se extenderá la recogida selectiva puerta a puerta. El regidor de Emergencia Climática ha dicho que estudiarán bonificaciones individuales para el resto de ciudadanos que reciclen correctamente, si bien ha reconocido que jurídicamente será complicado hacerlo.

Según los datos del Ayuntamiento, ocho de cada diez vecinos de Sant Andreu se han sumado al sistema puerta a puerta, que ha permitido incrementar el volumen de recogida de todas las fracciones, excepto la del vidrio, que se mantiene igual. El cambio es especialmente destacable en cuanto al orgánico, que se ha duplicado y ha pasado de los 12.854 kilos semanales recogidos a los 23.881. Con estas cifras, según el consistorio, Sant Andreu de Palomar se convierte en el líder de la recogida selectiva en el área metropolitana y en el decimotercer municipio de Catalunya que más kilos por habitante y por año recoge.

En este sentido, Badia ha hecho un llamamiento para que la ciudadanía de la capital catalana asuma la "responsabilidad" de reciclar, teniendo en cuenta que Barcelona es el municipio que genera más residuos y el que menos espacio tiene para tratarlos, de forma que la mayoría de la basura que produce acaba incinerándose o vertiéndose en otros puntos de Catalunya. "Ahora es la hora de las grandes ciudades", ha añadido el director de la Agencia de Residuos de Catalunya, Isaac Peraire, que ha acompañado a Badia en la presentación de los resultados de la recogida puerta a puerta de Sant Andreu.

150 bolsas a la semana mal tiradas

A pesar de los resultados, los operarios municipales han recogido 150 bolsas de basura mal dejadas cada semana en Sant Andreu de Palomar. Badia asegura que son propiedad de vecinos que todavía no han acabado de enterarse "de cómo funciona el mecanismo", más que de infractores o de personas que no quieren sumarse a la recogida puerta a puerta. En este sentido, el regidor ha asegurado que intensificarán la tarea informativa en el barrio para que todo el mundo entienda el funcionamiento del sistema y convencer a los disidentes. Badia ha reconocido que la acumulación de residuos mal tirados puede generar "inconvenientes" a los vecinos y ha admitido que habrá que continuar haciendo pedagogía para reducirlos al máximo.

Badia también se ha comprometido a buscar una solución para los problemas que generan las bolsas para el paso de los invidentes y de las personas con movilidad reducida, especialmente en las calles más estrechas del barrio.

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