Religión

La Iglesia se autoexige dar más peso a las mujeres

El Sínodo de Obispos evita posicionarse sobre el sacerdocio femenino pero debate sobre las diaconisas

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El Papa Francisco durante la inauguración del sínodo este miércoles en el Vaticano.

RomaEl Sínodo de Obispos que concluyó este domingo en el Vaticano, y que por primera vez incluyó a laicos y mujeres con derecho a voto, pidió que las mujeres puedan acceder a puestos de mayor responsabilidad dentro de la Iglesia, aunque se mostró dividido respecto a la posibilidad de instaurar el diaconado femenino e instó a seguir profundizando en la cuestión.

Así lo recoge el “documento de síntesis final” con el que se cierra la primera fase de este sínodo sobre la sinodalidad, y que fue aprobado este sábado por unanimidad antes de ser enviado al papa Francisco. Un texto de unas 40 páginas que no contiene conclusiones, sino propuestas para abordar en la segunda parte de esta asamblea de obispos que se celebrará en octubre de 2024 en el Vaticano.

“Es urgente garantizar que las mujeres puedan participar en los procesos de toma de decisiones y asumir funciones de responsabilidad en el trabajo pastoral y en el ministerio. El Papa ha aumentado significativamente el número de mujeres en puestos de responsabilidad en la Curia Romana. Debería ocurrir lo mismo en otros niveles de la vida de la Iglesia. El derecho canónico debe adaptarse en consecuencia”, se lee en el texto.

Machismo en la Iglesia

Según el documento, durante los trabajos de la asamblea, que se han alargado durante casi un mes, muchas mujeres expresaron su “profunda gratitud por la labor de sacerdotes y obispos”, pero también denunciaron que “el clericalismo, el machismo y el uso inadecuado de la autoridad siguen marcando el rostro de la Iglesia”.

Como se esperaba, el texto no incluye ningún apunte respecto al sacerdocio femenino, pero sí reflexiona sobre la ordenación de mujeres diaconisas, una figura que ya existió en los primeros años del cristianismo, cuando las mujeres sustituían a los diáconos si era necesario, pero que en la actualidad solo puede ser desarrollada por hombres que pueden realizar muchas de las funciones de los sacerdotes, como celebrar bodas, bautismos y funerales, aunque no pueden celebrar misas.

La propuesta relativa al diaconado de las mujeres fue la que tuvo más votos negativos entre todas las incluidas en el texto, con 277 a favor y 69 en contra. Una demostración de que la cuestión es objeto de una profunda división dentro de la jerarquía eclesiástica a pesar de los pasos dados en la Iglesia en los últimos años, como explicó el cardenal Mario Grech durante la rueda de prensa en la que se presentó el documento. "Confirma que la discusión está abierta", dijo. De hecho, el papa Francisco ha nombrado dos comisiones de expertos para estudiar el diaconado femenino.

Las parejas homosexuales

Junto al diaconado femenino, la bendición de las parejas homosexuales era sin duda otro de los temas a debatir que más interés suscitó, ya que en el documento preparatorio, realizado con las propuestas de los católicos de todo el mundo en los últimos dos años, se pedía una mayor acogida a las personas que se sienten excluidas por la Iglesia, como los divorciados que se han vuelto a casar o las personas LGTBIQ. El texto, sin embargo, no las menciona explícitamente, aunque aboga por apoyar a los católicos homosexuales que optan por la castidad o a aquellas personas divorciadas que no se han vuelto a casar.

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