Las restricciones para los no vacunados se esparcen por Europa

Diferentes países optan por el certificado sanitario y, en algunos sectores, por la vacunación obligatoria

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Protesta contra el pasaporte sanitario en París, por cuarto sábado consecutivo.

BarcelonaCada vez hay más países, sobre todo europeos, que optan por restringir los accesos a diferentes espacios a los no vacunados y por la vacunación obligatoria en sectores clave, como los profesionales sanitarios o el profesorado.

Francia

El estado galo ha sido uno de los primeros países en aplicar el certificado covid y uno de los que lo ha desplegado más extensamente. Desde el 9 de agosto, se tiene que presentar para acceder a bares y restaurantes (incluidas terrazas), hospitales –menos en caso de urgencia y de visitas médicas imprescindibles–, residencias para gente mayor, centros comerciales de más de 2.000 metros cuadrados y aviones, trenes y autobuses de largo recorrido. Los mismos trabajadores tienen que comprobar que los clientes tienen el certificado, que la mayoría de franceses llevan en formato QR en la aplicación Anticovid del móvil y, si no lo hacen, la multa puede llegar a los 7.500 euros. Además, desde el 21 de julio, también se tiene que enseñar para acceder a espacios culturales, de ocio y deportivos con un aforo de más de 50 personas, como conciertos, festivales, parques temáticos, museos y la mayoría de teatros, cines y gimnasios. Por otro lado, el personal sanitario y los trabajadores que tienen contacto con gente mayor o de riesgo se tienen que vacunar obligatoriamente si no quieren perder el trabajo. Francia tiene un porcentaje muy elevado de escépticos –a principios de año, un 60%– y uno de los colectivos más reticentes a inmunizarse es el de las enfermeras y cerca de la mitad no se querían vacunar. A pesar de que las medidas impulsadas por el presidente de la República, Emmanuel Macron, tienen la aprobación de la mayoría de franceses, han provocado una serie de protestas multitudinarias. Cada sábado, según el ministerio del Interior, alrededor de 250.000 personas salen a manifestarse por todas partes. Más allá de los negacionistas y de una parte de la extrema derecha, también hay manifestantes que simplemente consideran que las restricciones son desproporcionadas.

Italia, Portugal y Grecia

Los tres países mediterráneos han optado por seguir una estrategia similar a la del gobierno francés y han adoptado el certificado covid. En Italia y en Grecia se tiene que mostrar para consumir en un bar o en un restaurante (excepto en las barras y en las terrazas) y entrar en cines, teatros, estadios, conciertos y discotecas. "La decisión del Gobierno es apostar por el certificado para evitar cierres y proteger la libertad", justificó el ministro de Sanidad, Roberto Speranza. Y en Portugal, donde hasta el 1 de agosto todavía había toque de queda, además de los locales de restauración, se tiene que enseñar para dormir en hoteles. En cuanto a la vacunación, para reducir la propagación del coronavirus, el gobierno griego decidió a principios de julio que obligaría a trabajadores y cuidadores de las residencias de gente mayor y todos los profesionales sanitarios a vacunarse; los primeros ya tendrían que estar inmunizados desde mediados de este mes y los segundos lo tendrán que estar a partir de septiembre. De momento, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha descartado obligar a profesores de instituto y universitarios a vacunarse, al contrario de lo que decretó el ejecutivo italiano. Contrariamente a lo que ha pasado con el certificado covid que querían impulsar diferentes comunidades autónomas del estado español, como Galicia, Andalucía o Cantabria, las Canarias y Melilla, los tribunales italianos, portugueses y griegos han dado el visto bueno.

El Reino Unido

El día siguiente del Día de la Libertad, en que se levantaron las restricciones contra el covid y se volvieron a ver imágenes de multitudes en salas de ocio nocturno, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que a partir de septiembre se exigirá el certificado covid para entrar en discotecas y "otros espacios donde se reúne mucha gente" con la intención de forzar a los más jóvenes a vacunarse. De momento, sin embargo, la medida todavía no ha sido aprobada e incluso se enfrenta a la oposición de una parte del lado conservador. El premier hizo el discurso desde su casa, puesto que estaba confinado por haber sido contacto de un positivo, y en un momento en que los índices de propagación no eran muy buenos. A pesar de la polémica reapertura, la situación epidemiológica mejoró hasta hace una semana, cuando el número de casos volvió a remontar.

Los Estados Unidos

El presidente de los EE.UU., Joe Biden, anunció a finales de julio que todos los más de cuatro millones de trabajadores federales (funcionarios) se tendrán que vacunar o hacerse test de forma regular y emplazó a las empresas que trabajan para la administración pública y a escuelas a aplicar la misma política. "Me gustaría ver cómo se mueven en esta dirección", remarcó Biden. Así, grandes multinacionales como Google o Facebook ya dieron el paso y dijeron que requerirán la inmunización a todos sus empleados. Por otro lado, la Casa Blanca no descartó obligar a todos los estadounidenses a vacunarse, pero los servicios jurídicos están estudiando si es viable legalmente. En cuanto a la ciudad de Nueva York, es la primera del país que exige el certificado covid para entrar y trabajar en restaurantes y gimnasios.

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