"Robando por hambre, no por fama": el catalán entra en los centros de menores sobre un bombo y una caja
El Centro Eduactiu Montilivi acoge un taller de rap dinamizado por el cantante Nel·lo C
Girona"Así que vuela, fuera, vuela. Lejos de toda jaula, vuela, fuera, vuela". Así empieza el estribillo de la canción que han escrito los menores internos bajo medidas judiciales del Centro Educativo Montilivi, en Girona, en el marco de los talleres de rap que han hecho con el cantante de Sabadell Nel·lo C. Se trata de una iniciativa del departamento de Justicia en colaboración con la ONG Plataforma per la Llengua para llevar el catalán a través de la música a varios centros judiciales de menores en Catalunya. Y el resultado ha sido todo un éxito.
El objetivo de estas sesiones es promover el uso del catalán como herramienta de reinserción y dar herramientas a los jóvenes internos para rehacer su futuro una vez estén fuera: "Son jóvenes que tienen muy poca vinculación con el catalán y, si queremos que tengan las mismas oportunidades que cualquier otra persona, tenemos que potenciar que puedan aprender bien la lengua", explica la directora general de ejecución penal en la comunidad y justicia juvenil, Susagna Roura. "La música es una gran manera para hacerlo. Pueden explicar todo lo que sienten y hacerlo en catalán. Como dice el dicho: «Quien canta los males espanta»", añade.
El rapero de Sabadell, que ya hace más de cinco años que colabora con Plataforma per la Llengua haciendo sesiones de rap en catalán en diferentes barrios en riesgo de exclusión social, ha sido el escogido para dinamizar este proyecto. Han participado cuatro de los trece chicos, de entre 14 y 18 años, que actualmente viven en el centro a pesar de que al empezar el taller había más jóvenes participando. "Algunos dejaron el taller porque no les motivaba y al ser una actividad voluntaria no tenemos ningún derecho a obligarlos a participar, y otros ya han quedado en libertad", explica Carles Gómez, el maestro de aula de los jóvenes, que se encarga de que mantengan su etapa formativa durante el internamiento.
El taller ha constado de cinco sesiones diferentes en las que entre todos han escrito una letra que habla sobre su vida. "Robando por hambre, no por fama. Esta vida es un drama". Con esta frase sobrecogedora acaba la primera estrofa de la canción: "Mi idea siempre ha sido que los jóvenes puedan hablar de todo a través del catalán", explica Nel·lo. Ninguno de ellos había cantado nunca, ni solía escribir letras. Ahora, a raíz de este taller, la situación ha cambiado: Curvas –nombre ficticio– explica al ARA que ahora escribe canciones de rap durante las noches: "Cuando salga me gustaría dedicarme a la música". Y así lo refleja en la letra: "Antes de estar aquí nunca había pensado en mí. En el futuro, en el destino. En todo lo que está por venir... Sueños por cumplir".
Tanto el cantante como el maestro coinciden en que la música es una gran manera de hacer pedagogía. "Creo que también les ayuda a hacer terapia de forma indirecta, porque no es lo mismo que te pregunten qué te ha pasado que plasmarlo en una letra", insiste Nel·lo C. Una idea que Roura comparte: "A parte de aprender la lengua, les sirve para aprender a exteriorizar sus emociones".
Un mosaico lingüístico
"Todos los jóvenes tienen niveles muy diferentes de catalán", explica Gómez. Algunos de los menores que han participado en el taller han nacido en Catalunya y han aprendido catalán en la escuela a pesar de no hablarlo con sus círculos más próximos. Otros llegaron hace poco procedentes de varios países. "Con este taller hemos podido crear un mosaico lingüístico muy bonito, donde todo el mundo ha dado el máximo partiendo de su nivel", afirma con satisfacción el maestro. Para Nel·lo, la evolución de los participantes ha sido evidente: "¿Qué ha cambiado? Que toleran más la lengua y que la ven como una oportunidad", asegura.
El rapero defiende que es muy importante el trabajo que hacen organizaciones como Plataforma per la Llengua para que el catalán siga vivo, incluso en los lugares donde "muchos ya lo dan por muerto": "Se ha de luchar por la lengua y esto lo tenemos que hacer entre todos, granito a granito", sentencia firmemente el de Sabadell. "Hoy día falta mucha conciencia lingüística y mucho valor para defender el catalán", añade.
La justicia juvenil en Catalunya
El centro de Montilivi es uno de los siete centros de justicia juvenil que hay repartidos por el territorio catalán. El centro gerundense tiene 22 plazas, pero actualmente solo 13 están ocupadas. Según datos del departamento de Justicia, en 2021 los servicios de justicia juvenil atendieron 5.603 casos, de los cuales solo 414 entraron en grado de internamiento en alguno de los centros judiciales, es decir, un 7% del total. Este porcentaje es el mismo con el que se encontraron en Montilivi: de los 592 casos que recibieron, 44 derivaron en el internamiento del menor. "Estos centros son una realidad muy pequeña de todo lo que comprende la justicia juvenil en Catalunya", concluye Roura.