Salud

Hasta otros 4.000 euros para médicos y enfermeras que elijan trabajar en los CAP rurales

Salut destina 11,5 millones de euros a incentivos para atraer a profesionales a los equipos de los pueblos pequeños

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Una imagen de archivo de una consulta de urgencias en un ambulatorio de las Tierras del Ebro.

BarcelonaUno de cada cinco equipos de atención primaria en Catalunya son de difícil cobertura y eso significa que hay pocos profesionales que se sientan atraídos por la idea de trabajar en ellos. El motivo principal es que están alejados de las grandes capitales y la consecuencia directa es que se generan inequidades territoriales que impactan de lleno en el acceso de los usuarios al sistema sanitario. Terminar con esta brecha es uno de los retos de la conselleria de Salut. Después de haber diagnosticado la carencia de profesionales en determinados puntos del territorio, todos lejos de Barcelona y el área metropolitana, el conseller de Salut, Manel Balcells, ha anunciado este jueves la puesta en marcha de un plan de incentivos económicos por convencer a los profesionales sanitarios para que ocupen estos puestos de trabajo. Son complementos de entre 3.500 y 4.000 euros brutos anuales para médicos y unos 2.000 euros brutos anuales para enfermeras.

Desde Flix (Ribera d'Ebre), el conseller ha dicho que estas mejoras retributivas se aplicarán con efecto retroactivo a partir del 1 de enero de 2024, ya que estaban previstas en el tercer convenio laboral del Instituto Catalán de la Salud (ICS). Este acuerdo, desatascado por sindicatos y departamento a finales del año pasado, prevé 320 millones de euros anuales, de los que 11,5 millones se destinarán a los incentivos para atraer talento a zonas donde carecen profesionales como pediatras y comadronas. Ahora bien, pese a advertir de la falta de personal e impulsar un plan específico para revertirla, el departamento no ha concretado la cifra total de médicos y enfermeras que se necesita trasladar a estos equipos.

La situación en el Alt Pirineu y Aran, por ejemplo, es opuesta a la de Barcelona y su área metropolitana. Mientras que en la capital no existe ningún equipo con problemas de cobertura y, además, las fórmulas para cubrir las bajas de los profesionales son diversas –hay más trabajadores y centros disponibles–, todos los equipos del Alt Pirineu son de difícil cobertura, puesto que están ubicados en zonas de alta ruralidad. Y, de hecho, éste es el criterio que más ha priorizado el departamento a la hora de realizar esta diagnosis.

Más allá del dinero

Aparte de desplegar mejoras económicas para conseguir una distribución equitativa de los profesionales, el Gobierno también quiere impulsar a otros, como favorecer el proyecto profesional de los médicos y enfermeras de estos equipos. Facilitar su formación, hacer compatible la actividad asistencial con la docencia, garantizar jornadas flexibles y trabajo en red con otros roles profesionales son algunas de las propuestas que el departamento de Salut ha hecho a los distintos proveedores para atraer y retener el talento en sus centros . De momento, el plan no desgrana ninguna acción concreta en esta dirección.

El proyecto personal es la tercera pata de esta estrategia para garantizar una mejor distribución de médicos y enfermeras. Son aspectos como el acceso a vivienda, el trabajo para la pareja y la posibilidad de disponer de un vehículo propio, entre otros, que el departamento quiere trabajar en sintonía con los gobiernos municipales. Es decir, encontrar fórmulas con el mundo local que incentiven a los sanitarios a instalarse en alguna de estas zonas de alta ruralidad más allá del trabajo y el dinero.

Desplazamientos, guardias y envejecimiento

La ruralidad no es el único criterio que el departamento ha tenido en cuenta a la hora de elaborar ese plan. Existen otros factores para cuantificar qué equipos de atención primaria tienen dificultades para cubrir sus plazas. Entre ellos se encuentra la distancia entre el centro de cabecera donde trabaja y el hospital más cercano, o la que hay hasta los diferentes consultorios a los que debe desplazarse para realizar la asistencia. La media mensual de guardias realizadas por la plantilla también pesa a la hora de escoger plaza de un equipo de atención primaria, apuntan desde Salut.

También influyen variables como las sobrecargas asistenciales de los equipos, que pueden dificultar la cobertura de puestos de trabajo. Por ejemplo, aquellas derivadas de la estacionalidad, es decir, que afectan a equipos de atención primaria que trabajan en zonas turísticas cuando es temporada alta, como puede ser la Costa Brava en verano o los Pirineos en invierno. Y las derivadas del envejecimiento, como si la población que tiene asignada un equipo tiene un alto porcentaje de mayores de 64 años.

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