Más calor, más riesgo de parto prematuro: así afecta a las embarazadas la crisis climática
Un informe alerta de que Barcelona tiene 28 días más al año con altas temperaturas
BarcelonaLa crisis climática tiene un impacto directo en la salud de las personas: la incidencia de enfermedades aumenta, la propagación de virus se acelera y hay mayor mortalidad evitable que se asocia a las altas temperaturas. Ahora un informe de Climate Central –una organización de origen estadounidense de comunicación e investigación sobre el cambio climático– avisa de que el calor extremo también es una amenaza directa para la salud materna, ya que incrementa el riesgo de sufrir un parto prematuro. Según este análisis, en Barcelona entre 2020 y 2024 ha habido una media de 28 días adicionales de calor de riesgo durante el embarazo cada año. Esto significa que, por culpa de los efectos de la emergencia climática, los días de calor extremo que ponen en riesgo la salud de las gestantes han aumentado un 68% en la capital catalana.
Climate Central ha analizado las temperaturas diarias de los últimos cuatro años en 247 países y 940 ciudades para medir el aumento de días de riesgo por calor durante el embarazo, es decir, aquellos días en que las temperaturas máximas superan el 95% de las temperaturas locales históricas. "Barcelona es en una de las regiones donde las temperaturas están aumentando de forma más rápida. El Mediterráneo es una de las áreas del mundo en la que más han crecido en los últimos años", avisa Hicham Achebak, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que no ha participado en este informe.
El experto explica que esta situación se asocia con un mayor riesgo de parto prematuro, que puede tener efectos de por vida en la salud del bebé y de la madre después del parto. Según datos del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), el porcentaje de partos prematuros en nuestro país ha pasado del 5,9% en 2019 al 6,40% en 2023, último año del que se disponen datos. Lo mismo sucede en Barcelona, que ha experimentado incluso un mayor crecimiento: ha pasado del 5,72% al 6,46% entre 2019 y 2023. Y todo ello está teniendo lugar en un contexto de descenso de la natalidad.
De acuerdo con las conclusiones del informe, todos los países analizados han experimentado un aumento de los días de calor de riesgo durante el embarazo entre 2020 y 2024. De hecho, el cambio climático ha duplicado el número de días al año que hay un mayor riesgo para los ciudadanos en los que están en casi el 90% acceso limitado a la atención sanitaria. Regiones como el Caribe, Centroamérica, América del Sur, las islas del Pacífico, el Sudeste Asiático y el África subsahariana son las más vulnerables a los efectos del cambio climático y las que han añadido el mayor número de días de riesgo para las embarazadas, a pesar de ser las que menos contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Baleares, la más castigada
España no es inmune a esta tendencia al alza: ha experimentado una media de 22 días adicionales de calor de riesgo durante el embarazo cada año entre 2020 y 2024. Por comunidades autónomas, Baleares ha registrado 28 días más, por delante de Castilla-La Mancha (26), Cataluña, la Comunidad Valenciana y Mú. En cuanto a los datos por ciudades, sin embargo, Barcelona es la que ha contabilizado el mayor número de jornadas adicionales de calor de riesgo durante el embarazo cada año, con 28. Le siguen Madrid, Valencia y Sevilla, con 25, 22 y 11 días, respectivamente.
Los autores del informe insisten en que el calor extremo es uno de los riesgos climáticos más peligrosos para la salud materna e infantil. La investigación vincula las altas temperaturas durante el embarazo con mayor riesgo de complicaciones como la hipertensión, la diabetes gestacional, la hospitalización, la muerte fetal y el parto prematuro, lo que puede derivar en impactos en la salud de por vida para los niños. Ahora bien, Achebak aclara que se necesitan más estudios para determinar cuál ha sido el impacto real que han tenido estas temperaturas elevadas en la salud materna de las mujeres de los países analizados, ya que en el informe sólo cuantifican el riesgo de sufrir complicaciones.
Sin embargo, el investigador defiende que independientemente de los casos reales de partos prematuros que haya habido en los últimos cuatro años hay que disminuir las emisiones de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas. "Evitaremos muchos impactos directos del cambio climático en nuestra salud", razona. Los autores del informe se han posicionado por igual, ya que sostienen que reducir estas emisiones no sólo será bueno para el planeta, sino que supondrá un "paso crucial" para proteger la salud de las mujeres embarazadas y de los bebés en todo el mundo.