Hasta cinco meses de espera para tratar la adicción en la cocaína
La Federación Catalana de Drogodependencias alerta de que las listas para dejar las sustancias son cada vez más largas
BarcelonaLleva 20 años consumiendo cocaína, ha tocado fondo y quiere dejarlo, pero no puede. Su madre, que desde su jubilación ya no vive en Catalunya, ha hecho más de 800 kilómetros para ayudarle, ya que no es la primera vez que lo intenta dejar sin éxito. Lo ha encontrado muy delgado, "prácticamente demacrado", en una casa que cae a pedazos. "Vive en un antro, tiene 47 años y no trabaja, no tiene fuerzas para hacerlo. Tiene sueño todo el día y ningún tipo de voluntad, la droga lo ha consumido", se lamenta Paula, que no quiere decir su nombre real para preservar su intimidad y la de su hijo. A finales de octubre contactó con el centro de atención y seguimiento (CAS) en las drogodependencias de Vilanova y la Geltrú para que empezara el tratamiento, pero no les han dado hora hasta marzo y no sabe qué será de su hijo durante estos cinco meses antes de que inicie la desintoxicación.
"Ni puedo entenderlo ni me parece normal que una persona con este tipo de adicciones tenga que estar cinco meses esperando. Es una injusticia", critica su madre. Según la Federación Catalana de Drogodependencias y otras adicciones (FCD), las listas de espera para los CAS, que son centros especializados que atienden de forma ambulatoria a las personas que piden inicio de tratamiento por una adicción, son cada vez mayores. "El sistema está tensionado y al límite de su capacidad", asegura la presidenta de la Federación, Àngels Guiteras, que sostiene que las personas con adicciones deben esperar meses para empezar la desintoxicación en todo el territorio catalán, como el hijo de Paula.
Ella ha venido de Andalucía después de que el mes pasado su hijo perdiera el conocimiento por completo. Aparte de la cocaína, también es adicto al cannabisy Paula asegura que "consume todo lo que tenga por delante", también metanfetamina. Por eso no sabe qué le llevó a caer inconsciente e insiste en que debe empezar el tratamiento ya. Ella tiene 74 años, cobra una pensión escasa y pide ayuda porque la situación la sobrepasa, ya no sabe qué hacer: "Estoy hecha polvo y saco fuerzas de donde no las tengo. Me cuesta dormir, andar, todo un poco. No tengo ganas de sonreír, me inunda la tristeza y sólo quiero".
"Riesgo de fragmentación"
Según el Informe anual del Observatorio Catalán de Adicciones de 2024, la cocaína es la segunda sustancia ilícita más consumida por la población y tiene un gran impacto en la salud: es la segunda droga por la que se inician más tratamientos, la segunda que provoca más urgencias hospitalarias y la que más se encuentra en las personas que han muerto por encima de las personas que han muerto por encima drogas tienen cocaína en sangre–. Por eso, Guiteras insiste en que es necesario reforzar la atención a estas personas y, sobre todo, que la que se presta no sea únicamente desde la vertiente sanitaria: "Las adicciones no son sólo un problema de salud, sino de cohesión en nuestra sociedad".
De hecho, la presidenta de la FCD cree que existe un "riesgo de fragmentación" de la atención que se presta a estas personas, especialmente en Barcelona, con una mirada únicamente asistencial. "La deriva que está cogiendo hacia la hospitalización puede afectar a la atención que reciben ahora estos pacientes. Tenemos que ir más allá de los efectos que generan las sustancias", defiende Guiteras. La próxima semana la federación organizará una jornada para conmemorar su 40 aniversario en la que se debatirá sobre el modelo de atención que necesitan estas personas y los retos que actualmente existen en la lucha contra las drogodependencias en Catalunya.