Salud

Salut ha requerido a al menos 22 mataderos catalanes que mejoren la higiene

El Gobierno avisa de que no se detectan suficientes bacterias de la carne, pero que los procesos posteriores garantizan la seguridad alimentaria

Imagen de archivo del matadero de Mercabarna, ahora cerrado.
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BarcelonaHace dos años el Govern endureció las inspecciones a los mataderos catalanes de acuerdo con un nuevo reglamento europeo, que amplía el número de especies animales de consumo humano que deben controlarse. Con el objetivo de asegurar la máxima higiene desde el inicio del proceso, estos locales deben comprobar la presencia de bacterias como Salmonella y Campylobacter en el momento del sacrificio y, aparte, el departamento de Salut también realiza controles para verificar que se está cumpliendo con la nueva normativa. Ahora bien, en un documento al que ha tenido acceso el ARA, Salut afirma que "los autocontroles de los operadores no reflejan la prevalencia real" de estas bacterias y reconoce que existe una falta de detección generalizada que, en algunos casos, es incluso "notable".

El jefe del Servicio de Veterinaria de la secretaría de Salud Pública, Lluís Picart, explica que de momento todavía no han aplicado sanciones a ninguno de los mataderos catalanes, pero sí han requerido a al menos 22 locales que incorporen un nuevo plan para revertir la falta de detección en los últimos dos años. En el 2023 lo pidieron a seis mataderos, y en el 2024, con datos provisionales, a al menos dieciséis, un incremento que Picart atribuye a que han intensificado las inspecciones en el último año y han incluido locales que el primer año del programa quedaron fuera.

"Esto no afecta a la seguridad alimentaria. Los controles se hacen en un estadio muy inicial, justo después del sacrificio, pero todavía hay toda una serie de procesos para garantizar la seguridad de los consumidores. Con este programa, queremos que haya el máximo de higiene desde el principio", aclara Picart. Si se asegura que no existen bacterias en esta primera etapa, las siguientes se podrán realizar con "mejores condiciones" y, si se detecta que la carne está contaminada en otra etapa, será más fácil identificar sus causas, añade el jefe del Servicio de Veterinaria.

"Grandes discrepancias"

En total, en 2023 Salut recogió más de 1.000 muestras y los mataderos hicieron casi 6.000 autocontroles, con "grandes discrepancias" entre los resultados obtenidos. Según datos del departamento, que son los que muestran la cantidad real de bacterias, el pollo presenta la mayor prevalencia de Salmonella (17,30%), seguido del pavo (16,67%), del vacuno (15,71%), del porcino (7,87%) y del ovino (2,50%). En cambio, si miramos los datos de los locales, los resultados están muy lejos del control oficial: el pavo, un 3,45%; el pollo, un 3,08%; el vacuno, un 1,06%; el porcino, un 0,81%, y el ovino, un 0%. En cuanto a la presencia de la bacteria Campylobacter en pollos, la dinámica es la misma: Salut detectó una prevalencia de un 11,35%, y los mataderos, de un 4,21%.

Con estos resultados, el departamento es contundente: "Es necesario que los operadores económicos lleven a cabo autocontroles más rigurosos". Además, Salut insta a los locales a los que se les ha requerido un plan de acción "a mejorar sus estándares de higiene", y recomienda, tanto a los mataderos como a los laboratorios externos que analizan las muestras, que apliquen controles más exhaustivos a la hora de obtener, analizar y comunicar el muestreo. En caso de que los planes de acción no funcionen, Picart asegura que se sancionará a los locales, pero también insiste en que el programa sólo empieza a desplegarse y que hace falta más tiempo para evaluar los resultados.

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