Técnicas para no sudar mientras duermes en verano
Con estos consejos conseguirás dormir más cómodamente
El verano es sinónimo de vacaciones, playa y relax, pero también, a menudo, de sudar. En los últimos años, las noches tórridas se han convertido en rutina. Técnicas como crear corrientes de aire y pasear por espacios con vegetación pueden ayudarle a no sudar tanto durante el día. Pero ¿qué debemos hacer por la noche?
El profesor Ginés Viscor, del departamento de biología celular, fisiología e inmunología de la Universidad de Barcelona, explica técnicas para no sudar (tanto) durante la noche. "Tienen que cambiar rápidamente los hábitos de la gente en este planeta o ya podemos ir acostumbrándonos al sudor, porque eso sólo puede ir a peor", afirma.
Viscor explica que se debe intentar mantener una temperatura de confort en el dormitorio (18-21 °C): "Un ventilador de techo es una opción excelente porque son muy silenciosos, más económicos y no contribuyen a aumentar el efecto de manzana de calor en las ciudades". El profesor también añade que se pueden bajar las persianas durante el día para evitar la acumulación de calor y volver a subir por la noche para facilitar la ventilación de la estancia.
Para evitar sudar por la noche, es necesario utilizar colchón, almohadas, pijama y sábanas transpirables. Viscor recomienda las prendas y la ropa de cama de fibras naturales, ya que permiten la ventilación de la piel y facilitan la evaporación del sudor. "Hay que evitar prendas con tejidos sintéticos, ya que retienen el calor y la humedad", advierte.
Los que se duchan con agua fría para refrescarse antes de acostarse cometen un error. Una ducha rápida con agua tibia (25-30 °C) ayuda a bajar la temperatura corporal antes de acostarse, explica el profesor, que añade: "Las duchas frías pueden generar el efecto contrario, porque activan la termogénesis y causan un rebote térmico", es decir, el cuerpo responde con una subida.
La alimentación también juega un papel clave en la sudoración nocturna. El profesor recomienda "no cenar platos copiosos, picantes o calientes, porque durante la digestión obligan a aumentar el metabolismo, elevan la temperatura corporal y favorecen la sudoración nocturna". Recomienda, por tanto, optar por cenas ligeras y frescas.
Por último, Viscor afirma que el estado de ánimo también es un factor determinante. El estrés y la ansiedad son causas frecuentes de sudoración nocturna por la hiperactivación de la división simpática del sistema nervioso autónomo. El profesor recomienda actividades que permitan la relajación, como "una lectura o conversación tranquila, o ciertas técnicas como la meditación, la respiración profunda o el yoga antes de dormir".