Sucesos

Atrapados los ladrones que se colaban en bancos de pueblo agujereando las paredes

Los Mossos y la Guardia Civil detienen a tres hombres por un atraco en el Alt Urgell

Los Mossos liberan a Bellpuig a un hombre secuestrado
19/01/2024
3 min

BarcelonaLos Mossos d'Esquadra nunca habían visto un robo como el del pasado 23 de julio en Oliana. En este municipio del Alt Urgell se vivió un suceso poco frecuente en poblaciones de montaña que no llegan a los 2.000 habitantes: tres ladrones atracaron uno de los dos bancos del pueblo. Y no fue un robo cualquiera. Los asaltantes pasaron la noche en el local adyacente, que estaba vacío, para poder agujerear la pared con picos y palas y acceder al interior del banco. A primera hora de la mañana, cuando la primera trabajadora entró y desactivó la alarma, dos ladrones atravesaron el agujero y la amenazaron con unos machetes de gran tamaño, la inmovilizaron con bridas y le pidieron el código de la caja fuerte. Robaron hasta 115.000 euros. Afuera los esperaba un coche puesto en marcha con el tercer atracador al volante, preparado para la fuga.

"Nunca había pasado", admite el subinspector de los Mossos Isidoro Barbero, jefe del Área Central de Patrimonio, que ha liderado la investigación que ha permitido detener a tres hombres como presuntos autores de este atraco. Nunca, en la historia reciente de Catalunya, unos ladrones habían combinado el método de acceder al local por un agujero en la pared y habían hecho rehenes. Barbero explica que los tres hombres, de entre 40 y 49 años, estudiaban a fondo los objetivos y preferían realizar "tres golpes bien hechos" al año que delinquir regularmente. Y no era fácil encontrar sus objetivos. Buscaban, ante todo, pueblos pequeños. Localidades en las que normalmente no hay policía local y la comisaría de los Mossos cae muy lejos. También pueblos con pequeñas entidades bancarias, con pocos trabajadores. Y, sobre todo, bancos que tuvieran un local vacío al lado.

Los ladrones entraban en los locales adyacentes días antes del atraco. El día que los detuvieron, el 15 de enero, en Villanueva de Gállego, un municipio que no llega a los 5.000 habitantes junto a Zaragoza (Aragón), llevaban tres días escondiéndose: el sábado llevaron sacos de dormir y provisiones e hicieron el agujero, pero esperaron hasta el lunes por la mañana, cuando entró la primera trabajadora de la entidad, para atracar. Con todo, hacía meses, prácticamente desde septiembre, que los Mossos y la Guardia Civil tenían identificados a estos ladrones y los lograron pillar in fraganti, justo cuando accedían al banco por el agujero que habían dejado hecho.

La fuga

Pero, ¿cómo llegó la policía hasta aquí? "No fue fácil", admite el subinspector de los Mossos. La clave para resolver el robo del Alt Urgell fue un testigo que se quedó con el modelo exacto del vehículo con el que huyeron los atracadores. Tras un rastreo "muy exhaustivo" por las carreteras catalanas, la policía lo encontró. El coche los llevó a Paterna, en el País Valenciano, y localizaron el núcleo de los atracadores. Si en Catalunya este método de robo era inédito, en el País Valenciano tenían varios atracos no resueltos que se habían realizado con este método y rehenes. Aunque todavía no se ha demostrado, la policía sospecha que estos tres hombres cometieron muchos robos en su territorio antes de actuar en Catalunya y Aragón.

"Han logrado pasar desapercibidos", dice Barbero. Los ahora detenidos apenas tenían antecedentes y llevaban una vida discreta y de pocos lujos pese a los grandes botines que se llevaban. Los tres hombres no eran familiares, pero tenían "un vínculo muy fuerte" y, de hecho, también ha costado mucho pillarlos porque nunca han abierto el grupo criminal a más gente. Ninguno trabajaba: vivían de los robos y también de la marihuana. En casa de uno de ellos encontraron tres kilos de cannabis. Tras pasar este jueves a disposición judicial en los juzgados de Solsona, los tres han entrado en prisión preventiva.

stats