BarcelonaEn el 2023 en Barcelona se robaron siete motos al día, 2.587 en un año. Son prácticamente 200 más que las 2.397 robadas en el 2022, pero el balance del año pasado sigue lejos de la época prepandémica, cuando se llegó a 4.178 en el 2018, según los datos que avanzó el ARA hace cinco meses. Esta problemática lleva tiempo preocupando a los Mossos d'Esquadra y hace 15 días, el 16 de mayo, iniciaron un operativo para hacer frente al goteo de robos: el dispositivo se llama Senda, en homenaje a la histórica marca catalana, y en un solo día detuvieron a ocho personas, recuperaron 16 motos y sancionaron a tres talleres mecánicos.
"Estadísticamente calculamos que el mes que se roban más motos es mayo y día, un jueves", explica Jordi Almendros subinspector de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos en Barcelona. El día elegido, pues, fue un jueves de mayo y se centró en dos puntos calientes: dónde más motos se roban y dónde más se estacionan las motos sustraídas. El Eixample es el distrito con más robos de este tipo, sobre todo en algunas zonas concretas, como el entorno del Hospital Clínic, del Hospital Sagrat Cor y de la estación de Sants, precisa Almendros. Y las motos que sustraen en estos puntos a veces las encuentran en los barrios del Carmel, de Sant Genís o en el Besòs. En esos puntos las patrullas de la policía van revisando las matrículas de todas las motos aparcadas.
Ante todo, el subinspector avisa de que hay que diferenciar entre dos perfiles de ladrones: los que roban la moto para cometer un delito (huir de otro robo, por ejemplo) y otros más especializados que actúan en grupo y suben las motos en furgonetas que viajan a talleres para desguazarlas. Luego salen del país y suelen viajar, sin regreso, al norte de África. Almendros apunta a que hay más robos de esta segunda clase y es en el seno de estos grupos criminales donde los Mossos quieren poner mano. En cambio, las motos que recuperan suelen ser porque los ladrones las abandonan.
De las 2.587 motos robadas en el 2023, se acabaron recuperando 1.028. El balance del año se cerró con 119 detenidos. Para entender dispositivos como el Senda existe un término clave: "Inteligencia policial", dice Almendros. Es decir, sirven para pillar a ladrones in fraganti y recuperar motos sustraídas (en un día recuperaron 16, cuando normalmente la cifra ronda las tres motocicletas), pero sobre todo quieren obtener información sobre los perfiles de los detenidos, los contactos que pueden tener y de qué talleres se ayudan para recolocar el material robado. Por eso el dispositivo lo coordina la DIC y el objetivo es que, con el tiempo, cada vez se pueda afinar más dónde hacerlos y en qué franjas horarias.
El dispositivo Senda se centró en controles en puntos estratégicos, en los que se paraban unas motos concretas. "No detengamos Harley-Davidson", dice el subinspector, quien afirma que las Scoopy 125 son, con mucha diferencia, las motos más robadas. Y una marca y un modelo predominan: la Honda SH 125. Tal y como explicó el ARA, desde el 2013 se han robado 9.498. Muy lejos, en segundo lugar están las Honda SH 150, con 1.228 sustracciones. Y la mayoría de las motos que los Mossos detectaron el 16 de mayo como robadas eran de estos dos modelos. En total se detuvieron 1.331 motocicletas y 16 habían sido robadas.
En paralelo, los Mossos inspeccionaron algunos talleres sospechosos. Ya los tienen controlados y Almendros explica que son establecimientos aliados con los ladrones, tanto para revender motos robadas como para dividirlas en piezas y acabar sacándolas del país. Los registros sobre todo se centraron en Nou Barris y se levantaron tres actas administrativas por infracciones. Además, dos trabajadores carecían del contrato de trabajo vigente.
Éstas son las principales recomendaciones de los Mossos para evitar el robo de una moto: