Desarticulan un grupo criminal que saboteaba torres de comunicaciones para robar en empresas

GeronaResuelto el misterio tras los sabotajes en las antenas de telecomunicaciones, que durante el pasado mes de agosto dejaron sin móvil, radio ni televisión varios municipios de la Garrotxa y el Empordà. No eran ni gamberros con mala fe ni ataques contra las operadoras de teléfono, sino la estrategia de un grupo criminal que cometía robos con fuerza en empresas de la zona. Cortando con una radial los cables de las torres, los ladrones pretendían evitar que se dispararan las alarmas de los almacenes, se diera la alerta a la policía y, así, poder perpetuar el hurto con mayor facilidad.

El grupo ha sido desarticulado por los Mossos de Esquadra, que han detenido a tres personas de origen extranjero, de entre 23 y 31 años, involucradas en los hechos, dos de las cuales han entrado en prisión preventiva tras pasar a disposición judicial. También hay tres presuntos autores identificados, que están en búsqueda y captura. Se les imputa la pertenencia a grupo criminal y el delito de robo con fuerza en ocho empresas de la demarcación de Girona, Bages y Maresme, entre julio y octubre de este año.

El modus operandi de la banda se basaba en la interferencia de las telecomunicaciones del objetivo antes de perpetrar el hurto. Utilizaban maquinaria especializada, como inhibidores de alta frecuencia, dispositivos electrónicos de seguimiento y hacían saltar los plomos de la conexión eléctrica del establecimiento. Según los Mossos, también apretaban las torres de señal de los municipios donde querían operar, aunque rápidamente los ladrones vieron que éste no era el método más efectivo para evitar la comunicación de los sistemas de alarma con el exterior y dejaron de boicotear la línea pública. Una vez que la empresa perdía la conexión eléctrica y la cobertura, los asaltantes entraban con fuerza para sustraer dinero en efectivo de la caja fuerte y robar todo el material de valor del establecimiento, con el objetivo de revenderlo. Las empresas denunciantes son firmas económicamente sólidas relacionadas con el sector de la construcción y la automoción.

No eran robos espontáneos, sino planificados con detenimiento. Antes del golpe, la banda inspeccionaba las distintas vías de acceso al objetivo, monitorizaba los movimientos de las víctimas y estudiaba los horarios de los trabajadores. Normalmente, vigilaban el jueves y el viernes y, durante el fin de semana, con los almacenes vacíos, llevaban a cabo el robo después de inhibir las comunicaciones.

Los Mossos se pusieron sobre la pista del grupo criminal al comprobar el método común de dos robos en empresas perpetrados durante el verano, sumado a una tercera tentativa frustrada. A partir de ahí siguieron la pista de un coche sospechoso hasta que, tras confirmar todos los indicios y recibir la orden judicial, el pasado 16 de octubre realizaron dos entradas, registros y detenciones en Blanes (la Selva) y Llinars del Vallès (Vallès Oriental). Se intervinieron teléfonos, radiales, taladros, una estación de soldar, bombonas de oxígeno, una escopeta de balines, inhibidores de señal, sierras, cizallas, picos de loro, herramientas diversas, aparatos OBDII, volumétricos, localizadores, dispositivos de seguimiento GPS , discos duros, ordenadores, cámaras de fotografía con objetivos y una caja fuerte. Entre el material decomisado se encuentra tanto el que utilizaban para entrar en los almacenes como parte de lo que robaron.