Sucesos

Una discusión infantil, una casa saqueada y un pistolero huido: las claves del doble crimen de Girona

Los Mossos tienen identificado al autor de la muerte de dos personas, pero aún no le han localizado

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Punto en el que tuvo lugar el tiroteo.

BarcelonaMientras Girona sigue conmocionada por el doble crimen en el barrio de la Font de la Pólvora durante la verbena de Sant Joan, los Mossos d'Esquadra centran sus esfuerzos en localizar al hombre, plenamente identificado, que abrió fuego con una metralleta y puso fin a la vida de un hombre de 48 años y una mujer de 44, a quien también arrolló. Las víctimas eran cuñados. Fuentes policiales aseguran que existe "una muy buena línea de investigación" para localizar al principal sospechoso. "Estoy convencido de que le encontraremos y lo pondremos a disposición de la justicia", ha afirmado este martes el director de la policía, Pere Ferrer. El fugitivo es un hombre que hacía poco que había salido de prisión después de pagar una fianza y tiene numerosos antecedentes policiales. Algunas fuentes le vinculan con el tráfico de armas. De momento, la metralleta militar (todo apunta a un kaláshnikov) con la que abrió fuego tampoco ha sido localizada.

Los Mossos tienen montados varios dispositivos en Girona y en el Alt Empordà, de donde provenía la familia del pistolero. Concretamente, recientemente abandonaron Figueres y se instalaron en Girona. Ahora, se trabaja con la hipótesis de que no sólo habría huido al sospechoso del crimen, sino a toda su familia. La policía investiga también si podrían haber salido de Catalunya, y una de las hipótesis es que estén en Andalucía, donde tienen parientes. Tras el tiroteo, la familia del sospechoso se habría marchado con dos vehículos de los que la policía ya conoce su modelo y color, y en cuanto a uno de los dos coches, ya tiene una parte de la matrícula. De momento, la policía ha localizado esta tarde un vehículo calcinado a nombre del sospechoso en Mont-ras (Alt Empordà), después de que un grupo de hombres, entre los que se desconoce si estaba el pistolero, le prendieron fuego, quizás por evitar dejar rastros, y huyeran en tres coches más.

Los investigadores de los Mossos también querían hacer una entrada judicial (ya estaba toda la documentación en orden) en la casa de Girona donde hacía poco que vivía el sospechoso, pero los familiares y amigos del clan de donde provenían las dos víctimas mortales se adelantaron: este lunes por la mañana estos familiares y amigos acudieron a la casa y la destrozaron, por lo que la entrada judicial ya no puede practicarse. En este caso, fuentes policiales no hablan de dos clanes con una tradicional disputa fratricida, ya que el clan del pistolero llevaba semanas contadas en Girona. Todo empezó, según las mismas fuentes, de la forma más absurda: dos menores se discutieron por un teléfono móvil. Esto hizo que las madres también discutieran una con otra y, finalmente, entró en juego el pistolero (el padre de una de las niñas), que abrió fuego con la metralleta.

Los Mossos, en la entrada del Hospital Trueta

En este trágico suceso resultaron también heridos una mujer y un menor de 14 años, hijo del hombre que murió a tiros. Ambos ingresaron en el Hospital Josep Trueta de Girona, donde se produjeron disturbios con los familiares que querían verlos. Ahora, todavía hay familiares esperando en el hospital, pero la situación asistencial se ha normalizado. Fuentes del centro sanitario explican que están estables en la gravedad.

Más policía y junta de seguridad

Este martes se celebró un minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento de Girona para condenar "taxativamente" el doble crimen y mostrar el pésame a familiares y conocidos de las víctimas. A las doce del mediodía, el consistorio en pleno y trabajadores del centro de acogida La Sopa, donde trabajaba una de las víctimas como auxiliar de cocina desde hacía 18 años, se concentraron en la plaza del Vi. Han participado también representantes del Govern en funciones, el subdelegado del gobierno español y el obispo de Girona. El alcalde de la ciudad, Lluc Salellas (Guanyem), ha dicho que "el primer elemento clave" pasar por garantizar la seguridad en el barrio de la Font de la Pólvora durante los próximos días. Por eso, tanto en este barrio como en la zona este de la ciudad se mantendrá una presencia policial "más elevada" para evitar que haya "ningún incidente" vinculado con el tiroteo.

En paralelo, Salellas también ha explicado que se ha montado un dispositivo de apoyo psicológico para acompañar a los familiares de las víctimas. El alcalde admitió que en la Fuente de la Pólvora el doble crimen dejó una situación "de conmoción elevada", y subrayó también que se trata "de un episodio excepcional que nunca había ocurrido en la ciudad". El alcalde también ha querido dejar claro que, pese a los operativos policiales que han destapado actividades delictivas en la Font de la Pólvora (como las vinculadas al cultivo de marihuana), en el barrio vive "muchísima gente" que, aunque tiene una situación vinculada a "la pobreza y la precariedad", su día a día "nada tiene que ver ni con la delincuencia ni con los hechos que ocurrieron el domingo".

Ahora bien, el tiroteo mortal también provocó momentos de tensión entre los socios del gobierno municipal. La vicealcaldesa, Gemma Geis (Juntos), reclamó al alcalde que convoque de urgencia una junta local de seguridad para abordar la situación y plantear las acciones a emprender en Girona "a medio y largo plazo" para actuar "con contundencia ". "Las escenas que hemos visto en el Trueta no nos gustan y amenazan al conjunto de los ciudadanos; sin seguridad no hay libertad", afirmó. Por la tarde, Salellas confirmó la convocatoria de la junta de seguridad, pero a diferencia de Geis señaló que se trata de unos hechos "excepcionales" y pidió "serenidad y calma".

Por último, la conselleria de Interior ha confirmado una junta de seguridad extraordinaria este jueves por la mañana presidida por el conseller, Joan Ignasi Elena. En este sentido, el director de los Mossos, Pere Ferrer, reclamó una "estrategia transversal" más allá del componente policial en los barrios más conflictivos y vulnerables. Ferrer ha advertido que viene un verano "complicado".

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