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El gas de la risa se expande por la costa catalana: "Es la nueva droga de los jóvenes"

Salou, Tarragona y Platja d'Aro son algunas de las ciudades que certifican un incremento exponencial del consumo

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Botes de gas de la risa requisados en Platja d'Aro a finales de julio.

BarcelonaSe puede comprar fácilmente por internet a precios muy asequibles. Si un gramo de marihuana ronda los cinco euros, uno de gas de la risa está a unos cinco céntimos. Se le conoce así, pero técnicamente se llama óxido nitroso. Tiene sólo dos componentes, oxígeno y nitrógeno, y es tan fácil conseguirlo porque, sobre el papel, no acaba de ser una droga. En el propio Amazon, un bote de 640 gramos de óxido nitroso vale 35 euros. En Barcelona, llega en una semana. Se puede utilizar como anestésico e incluso se pone en los carburantes de los cohetes, aunque una de sus aplicaciones más populares es utilizarlo para montar nata. Éste es el espíritu, al menos, de la oferta de Amazon: "Aporta a tu nata montada un delicioso toque tropical". Es curioso, sin embargo, que Amazon informa que el producto lo suelen comprar usuarios junto con otro, uno pack de 50 globos, y ofrece sumarlos directamente a la cesta como una combinación habitual.

El óxido nitroso suele comprarse conjuntamente con globos.

En el ámbito recreativo, el óxido nitroso es en realidad el gas de la risa y se suele consumir inflando un globo con el bote previamente comprado y aspirando el gas del interior del globo. "El óxido nitroso es un neurotransmisor, y cualquier alteración de la concentración de compuestos de una persona modifica el funcionamiento del cerebro", explica Margarita Parra, catedrática de química de la Universidad de Valencia. En el caso del gas de la risa, altera el sistema nervioso creando dos sensaciones inmediatas: euforia y desinhibición. El efecto dura poco comparado con otras drogas, pero esto no significa que sea menos peligrosa, ya que puede causar desmayos o paros respiratorios porque limita la entrada de oxígeno en el cerebro.

El gas de la risa no es una droga nueva. Hace una década ya corría por Ibiza, y en Barcelona empezó a detectarse antes de la pandemia. Sobre todo, es una droga vinculada al turismo joven, tal y como apuntan fuentes policiales de la capital catalana. Si en la época precovido ya existía, una vez superado el confinamiento se expandió aún más con los botellones multitudinarios durante La Mercè de 2021. Y así hasta el verano del 2023. Fuentes de la Guardia Urbana apuntan a que este verano se han requisado, de nuevo, cantidades relevantes de botes de óxido nitroso, aunque no tienen contabilizados cuántos exactamente. Sigue siendo una moda inhalar globos con gas de la risa antes de ir a los botellones. Una moda que ahora se ha expandido por buena parte de la costa catalana.

Un 70% más de botes intervenidos

"Cuando hacíamos un operativo en un botellón, antes siempre había alcohol, tabaco y porros. Ahora, el cuarto elemento es el gas de la risa. Es el nuevo paso previo antes de salir de fiesta". Lo explica una fuente policial de Salou, que añade que el pasado verano ya requisaron algún bote, pero este año la subida ha sido "exponencial". "Aproximadamente, un 70% más de botes de gas de la risa intervenidos", concreta. En los tres meses de verano, ya han requisado más de 60. No es de extrañar, continúa, pasear por Salou y ver cómo un grupo de jóvenes van dentro de un coche con un globo hinchado en la mano. Tampoco encontrarse botes de óxido nitroso en las papeleras.

Siguiendo la Costa Daurada, Tarragona tampoco se escapa del boom del gas de la risa. Aunque la Guardia Urbana de la ciudad no ha contabilizado exactamente cuál es el alcance de esta sustancia, fuentes policiales apuntan a que se ha notado un incremento de su consumo. Incluso, las mismas fuentes se atreven a decir que es "la nueva droga de los jóvenes". Si en Barcelona fuentes de la Guardia Urbana vinculan la introducción del gas de la risa en el turismo inglés, en la Costa Daurada lo relacionan con la juventud francesa. Sea como fuere, aceptan que ya se ha esparcido por más tipos de públicos.

Hay poblaciones costeras, sin embargo, que se están consiguiendo escapar. Es el caso de Sitges, donde fuentes de la policía local apuntan a que hasta ahora no se ha detectado ningún producto de esta tipología. La respuesta de la Policía Local de Roses es la misma: no se ha requisado ningún bote de gas de la risa ni se ha detectado ninguna incidencia relacionada con esta sustancia. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya llegado a la Costa Brava. De hecho, en el 2017 la Policía Local de Lloret de Mar ya detuvo a tres personas por llevar 1.000 cápsulas de óxido nitroso.

Recorrido penal

Ahora, el efecto se nota en Platja d'Aro, donde la Policía Local se muestra preocupada por el aumento de la presencia del gas de la risa. Durante este verano, ya han requisado más de 30 botes, una cifra superior a la de los últimos años. De hecho, diez les intervinieron en un solo día: pillaron a dos jóvenes de 19 años que dentro del coche llevaban diez botes de gas comprimido, 75 brochetas y ocho globos. Los denunciaron penalmente por un delito contra la salud pública.

Ésta es una de las claves de su consumo: su posesión para uso personal no es sancionable en el ámbito penal, pero sí su tráfico. Hace una semana, por ejemplo, la Policía Local de Cambrils detuvo a dos hombres por llevar en un coche 12,5 kilogramos de óxido nitroso. Podrían haber dicho que era para montar nata, pero ésta es una excusa que ya no coló hace siete años en Ibiza, cuando pillaron a tres neerlandeses con 500 bombonas. En un inicio dijeron que era para hacer pasteles, pero terminaron aceptando 20 meses de cárcel en un acuerdo con la Fiscalía.

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