Multas por llevar cualquier arma blanca encima y más detectores de metales: el nuevo plan de los Mossos

Barcelona"No se puede llevar un arma blanca encima sin justificación". Esta frase de la consejera de Interior, Núria Parlon, resume el espíritu del nuevo plan de los Mossos d'Esquadra para luchar contra las navajas: las armas blancas de más de 11 centímetros están prohibidas, pero todo el mundo que lleve una, sea del tamaño que sea, en el espacio público y no pueda justificarlo será multado. Las sanciones parten de los 600 euros, pero pueden llegar a miles. Los Mossos comprarán también más detectores de metales (ya les han pedido) e intensificarán los controles en las calles, sobre todo en puntos críticos como son el transporte público, los entornos escolares y las grandes aglomeraciones. El director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, ha pedido paciencia a la gente porque ahora será más frecuente chocar con uno de estos controles. Pero lo ve un peaje necesario. Admitió que las armas blancas están "alarmando a la sociedad" y eso también "alarma a las autoridades".

El año pasado se intervinieron 15 armas blancas todos los días. Pero a las autoridades sobre todo les preocupa que estén implicadas en incidentes. El jefe del cuerpo, el comisario Miquel Esquius, ha concretado que de enero a agosto se han producido 2.498 incidentes con un arma blanca. En todo el año pasado fueron 2.971. Previsiblemente, por tanto, será un año de récord. Además, el 73% de los incidentes de este año han sido en la vía pública. Buena parte son robos con violencia (un 25%) y agresiones (un 23%). Este contexto ha supuesto que desde el primer día que asumieron el cargo Parlon, Trapero y la nueva cúpula de los Mossos trabajaran en un plan que fuera más allá del Daga, el que actualmente está en vigor. El encuentro del miércoles entre Parlon y el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, para hablar de seguridad fue la previa. Y este jueves ha llegado el colofón: Parlon, Trapero y Esquius han presentado un nuevo plan para "tener un espacio público libre de armas blancas", en palabras de la consellera.

Con los datos actuales en la mano, esto es un reto y la gran pregunta es cómo se hará. Parlon ha hablado de tres ejes: prevención, acoso y sanción. La primera pata es la de concienciar a la sociedad. Sobre todo, de que no puede llevarse un arma blanca sin justificación. Esquius ha ejemplificado que puede llevar un campesino que va al huerto, pero no una persona que entra en el metro. También habrá campañas informativas en el transporte público, en los medios de comunicación y también trípticos para avisar de que la consecuencia es una multa elevada. Asimismo, se realizarán talleres para concienciar, alguno de ellos en escuelas.

"Espacios de protección reservada"

Esta labor irá acompañada de una identificación de los "espacios de protección reservada". Esto dependerá de cada región policial y, básicamente, implicará identificar aquellos puntos críticos en los que hay presencia de armas blancas. El miércoles, por ejemplo, la Guardia Urbana de Barcelona informó de que controlaba 82 en la capital. El comisario Esquius no quiso dar datos de toda Catalunya porque el plan todavía no está en pleno funcionamiento, pero sí dijo que ya tienen la mayoría de los lugares identificados. En estas zonas habrá un aumento del patrullaje y controles para retirar armas blancas y también para disuadir.

Trapero ha explicado que el plan Daga se centraba, sobre todo, en investigar y detectar la proliferación de armas blancas en incidentes. Esto es, era más reactivo que preventivo. Ahora el nuevo plan busca controlar ambas patas y requisar armas blancas antes de que se exhiban o estén implicadas en un incidente. En ese sentido, los controles serán una de las claves. Ya habrá este fin de semana para las fiestas de la Mercè, de Santa Tecla de Tarragona y el festival de Música Viva de Vic, pero el plan con todos los eres y uts empezará a partir de la próxima semana. Los controles con detectores serán estrictamente policiales (conjuntamente con los cuerpos locales), aunque la seguridad privada también participará en la vigilancia.

Las sanciones

La última rama del plan es la sanción y el nuevo departamento de Interior intentará que cada vez se tramiten más (por eso aumentarán los controles) y también más rápido. Parlon ha explicado que han incorporado a seis nuevas personas que se dedicarán exclusivamente a ellas. Además, Trapero ha añadido que hasta ahora siempre se optaba por la multa más baja (600 euros) y que con este plan introducirán agravantes que ya contempla la normativa, como la reincidencia o la tipología de arma blanca. "La legislación existente es suficiente para mitigar esta problemática", ha explicado.

El director general de la Policía ha añadido que sí se han planteado pedir reformas legales por otros problemas, como la tenencia de armas de fuego, porque consideran que las condenas del Código Penal español son las más bajas del entorno europeo. Actualmente, con la ley mordaza en mano, llevar un arma blanca (aunque no esté prohibida) sin justificación aparente es una infracción grave, con multas que van de los 600 a los 30.000 euros. Todo ello servirá también a los Mossos para obtener inteligencia policial sobre el fenómeno de las armas blancas. "A veces somos incapaces de decir por qué ocurre algo. Y la única manera de saberlo es generar inteligencia", ha afirmado Trapero.

Por ejemplo, Esquius ha dicho que toda esta tarea también servirá para tener un perfil concreto de los portadores de navaja. Ahora mismo, más allá de que es un hombre joven, la policía no tiene el perfil muy concretado. También vinculan muchos de los incidentes con el consumo o tráfico de drogas. El propio jefe del cuerpo ha descartado que el fenómeno de las armas blancas esté estrictamente vinculado a la aparición de ciertos grupos que imitan a la estética latina. Este miércoles, la Guardia Urbana también señaló a estos grupos, aunque dijo que eran "incipientes". Entre enero y agosto de este año se han intervenido 6.252 armas y la región policial metropolitana norte es donde más se han intervenido, un total de 1.950, seguida de la región policial metropolitana Barcelona con 1.602 y en la Sur, 880. Con todo, Esquius ha admitido que tienen muchos deberes por hacer.

Esta ha sido una de las conclusiones de una rueda de prensa que ha contado en primera fila con el intendente Toni Rodríguez, actual jefe de la comisaría de Rubí. Rodríguez fue apartado cuando el anterior consejero, Joan Ignasi Elena, accedió al cargo. Fue el mismo momento en que también apartó al mayor Trapero de cabeza del cuerpo. Rodríguez llevó ese cese a los tribunales y la causa sigue abierta. Preguntado por el motivo que llevaba a Rodríguez a sentarse en la primera fila (hay rumores que ya le sitúan como un nuevo miembro de la jefatura), Esquius ha respondido que le ha "pedido ayuda" para hacer este plan. Por el momento, ha dicho que continúa como jefe de Rubí y que no puede revelar todavía su nuevo destino.