Seguridad

Al menos 82 puntos conflictivos de armas blancas en Barcelona: "Tenemos un problema"

Mossos y Guardia Urbana compartirán información y destinarán 120 agentes para contener la multirreincidencia

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Albert Batlle

Barcelona"Tenemos un problema con las armas blancas". Ha sido una de las primeras frases del teniente de alcaldía de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, ​​Albert Batlle, en la comisión municipal extraordinaria –a petición de Junts– para hablar de esa conflictividad al alza en la capital. Eran las 8.30 y así se dio el pistoletazo de salida a una jornada con un monotema: las armas blancas. De hecho, esta cuestión también ha centrado buena parte del encuentro que ha tenido lugar poco después entre el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, y el propio Batlle con la consejera de Interior, Núria Parlon, y la plana mayor de los Mossos d 'Escuadra y la Guardia Urbana (GUB).

Esta conjura de autoridades y agentes debe servir para detener la multirreincidencia, los narcopises y las armas blancas en una ciudad donde, según ha explicado el jefe de la policía barcelonesa, el intendente mayor Pedro Velázquez, hay 82 puntos críticos de navajas. Hasta ahora, la GUB ha identificado estas zonas en los últimos meses y ha aumentado sus controles. Son lugares en los que saben que hay encuentros de personas con antecedentes o un empleo conflictivo. Y ello, sumado al aumento de los controles con detectores de metal, ha hecho que se empiecen ya a notar los primeros resultados, según Velázquez. "Ayer ya no encontramos [armas blancas], estamos enviando un mensaje importante", concluyó en la misma comisión que Batlle.

Ahora bien, el hecho de que haya avances no significa que el conflicto esté ni mucho menos cerrado. El número de armas blancas decomisadas por los Mossos en los últimos cinco años ha crecido casi un 90%: si en el 2019 se incautaban 4.899, el año pasado fueron 9.180. Y cara a las fiestas de la Mercè, el teniente de alcalde de Seguridad ha avanzado que destinarán 2.500 efectivos con palas detectoras de metal.

Colaboración de cuerpos

"No son hechos aislados, hay una tendencia al alza que se está mostrando en el espacio público", ha afirmado la consejera Parlon ya al mediodía, tras reunirse con Collboni. Precisamente, este jueves Parlon presenta un plan para combatir la proliferación de navajas. A su vez, el alcalde ha prometido una "respuesta contundente" contra la multirreincidencia. Para los responsables políticos del Ayuntamiento y el Govern, la solución implica una intensificación de las patrullas y también una mejor colaboración entre cuerpos. Este miércoles, Collboni ha realizado dos anuncios y ambos han ido en la misma dirección: los Mossos y la GUB crearán un equipo conjunto con 120 agentes (60 de cada cuerpo) para luchar contra la multirreincidencia, los narcopisos y las armas blancas. Este equipo permanente de especialistas en la temática compartirá toda la información que tengan, pero no comisaría.

El segundo acuerdo es que ambos cuerpos también compartirán la base de datos de las huellas dactilares y los Mossos tendrán acceso a las cámaras de tráfico de la GUB. Estos aspectos estaban atascados hasta ahora, cuando en el Palau de la Generalitat y en el Ayuntamiento hay el mismo color político (el PSC).

Reunión de la consejera Parlon con el alcalde Collboni.

Tanto Collboni como Parlon han insistido en el problema de la multirreincidencia y las armas blancas, pero también han explicado que hay datos de este verano que no acaban de ser malos. Bajaron un 6,8% los delitos en general en Barcelona y también disminuyeron un 10,1% los delitos contra el patrimonio (los más vinculados a la multirreincidencia). Dentro de éstos, los hurtos descendieron un 6,1%. Parlon ha dicho que la percepción de seguridad de la ciudadanía no "acompaña" a la mejora de los datos y ha prometido más presencia en la calle.

El perfil

Horas antes de la reunión colectiva, el jefe de la GUB ha relacionado el fenómeno de las armas blancas con el aumento del consumo de droga (el año pasado subieron un 120% los delitos contra la salud pública en la ciudad) y ha explicado que las navajas son un "elemento de oportunidad para delinquir", porque son baratas y fáciles de conseguir. Mayoritariamente, en Barcelona la policía encuentra en contextos de amenazas (42%) y robos con violencia (13%). En toda Catalunya, según los datos de los Mossos, un 22 por ciento son amenazas, un 22 por ciento más lesiones, un 13 por ciento maltrato en el ámbito del hogar y un 7 por ciento robos con violencia.

El perfil de la persona que lleva una navaja en Barcelona, ​​según Velázquez, es el de un hombre de entre 16 y 34 años con antecedentes por delitos violentos o contra la salud pública. Y el horario más preocupante suele ser el de las noches de fiesta. Las armas blancas suelen sacarse en contextos de peleas vinculadas al consumo de drogas y también al sinhogarismo, ha subrayado el jefe de la GUB. El propio Velázquez ha apuntado que también hay grupos "incipientes" que, "si bien no tienen la sofisticación de las bandas latinas", sí imitan su comportamiento y llevan armas blancas. En este sentido, ha dicho que están encima.

Hace ya más de año y medio que Batlle afirmó que en la ciudad había "una cultura de la navaja", unas declaraciones que causaron polémica y toparon con la oposición frontal del entonces consejero de Interior, Joan Ignasi Elena. Este miércoles el teniente de Seguridad ha venido a decir que hubo gente que lo interpretó mal, pero que quien quiso entenderlo lo entendió.

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