Sucesos

Los últimos neonazis detenidos en Catalunya hablaban ya de atacar mezquitas y sinagogas

Los Mossos consideran el supremacismo blanco y el yihadismo las principales amenazas terroristas

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BarcelonaSus librerías eran una muestra perfecta de su radicalismo. Había La mentira de Auschwitz, un libro que niega el Holocausto nazi contra los judíos. A su lado destacaba el Mein Kampf de Adolf Hitler. También tenían una colección filmográfica particular, con Golubaya divisa, un documental sobre el papel de la División Azul durante la Segunda Guerra Mundial. La discografía era, sobre todo, heavy metal, con grupos como 7 Muelles: "Mil batallas por librar, mucha sangre por derramar", cantaban en su disco No tienes cortes. Los miembros de Combat 18, el grupo neonazi que los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional detuvieron el martes, no sólo se habían quedado con la literatura fascista, las películas nazis o las letras supremacistas: querían pasar a la acción y se estaban preparando para hacerlo.

Junto al Mein Kampf existía un manual sobre cómo hacer explosivos caseros. No sólo tenían pinos, banderas y retratos de Hitler, sino también puñales, navajas e incluso catanas con una esvástica fundida sobre el acero. Tenían armas cortas y largas simuladas, pero habían intentado comprar más de una vez reales. El intendente David Sánchez, subjefe de la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra, ha explicado este jueves que el grupo aún no estaba en una etapa de planificar ataques inminentes, pero sí habían hablado de, llegado el día, cuáles objetivos priorizarían: sobre todo mezquitas, espacios de culto judío y ubicaciones frecuentadas por la izquierda antifascista. Por eso, Sánchez ha remarcado la importancia de haber descabezado al grupo criminal en "una fase inicial".

Este martes los Mossos y la Policía Nacional detuvieron a 13 personas en varias ubicaciones de Catalunya y otras tres en el resto del Estado . En el caso de los arrestados aquí, ninguno ha entrado en prisión provisionalmente, ya que, precisamente como ha comentado el intendente de los Mossos, los han pillado en un momento fundacional. La investigación comienza hace dos años, cuando en la monitorización que la policía suele hacer de las redes sociales detectan una serie de perfiles que se presentan claramente como miembros de Combat 18. A algunos de ellos ya los conocían (muchos tienen antecedentes para delitos de odio), sobre todo para frecuentar manifestaciones de extrema derecha como la que suele realizarse el 12 de octubre en Montjuïc. Sea como fuere, que dijeran que eran de Combat 18 era un paso adelante, ya que nunca se había detectado que esta facción tuviera peso en España.

En las casas de los detenidos encontraron mucha simbología nazi y material informático que analizar.

Justificar la violencia

Esta organización es considerada históricamente (desde principios de los 90) el brazo armado del grupo Blood and Honour, una de las dos principales organizaciones neonazis a nivel mundial. "Justifican la violencia en cualquier lugar del mundo", apuntó Sánchez. Tal y como explicó el martes el ARA, algunos de sus miembros colgaban fotografías enseñando pancartas de Combat 18 sin ningún tipo de complejo. Éste fue el punto de partida de una investigación que rápidamente descubrió que no eran lobos solitarios radicalizados. Se conocían entre ellos (de hecho, se comentaban las fotos de Facebook) y empezaron a realizar reuniones de coordinación presenciales. En estos encuentros, dieron forma a una organización totalmente "jerarquizada": "Había un presidente y un gerente", ha comentado el intendente de los Mossos. Había una disciplina interna férrea y si un simpatizante quería unirse, tenía que pasar un proceso de prueba.

La policía empezó a investigarles cuando estaban en una "fase de creación" y ahora consideran que ya estaban en el estadio de la "propaganda y la difusión". Venían merchandising, difundían sus mensajes de odio a grupos de mensajería instantánea. El objetivo era crecer, y esto empezó a llamar la atención de varios "jóvenes" que se querían unir. Todo ha coincidido con el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, pero realmente el detonante del operativo de este martes fue el miedo a que Combat 18 se fuera haciendo mayor. También estaban intentando tejer alianzas con distintos grupos Combat 18 de otros países. De hecho, durante estas conversaciones internacionales fue cuando intentaron, sin suerte, conseguir armas de verdad.

El contexto, además, apremia. Sánchez ha explicado que en estos momentos las dos principales amenazas en el ámbito del terrorismo en Catalunya son el yihadismo y el supremacismo blanco. "Combate 18 es un claro indicador de que la amenaza del extremismo violento por motivación étnica y racial está vigente", ha afirmado el intendente.

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