"Toda mi vida he temido que esto pasara"

Hace 73 años los vecinos de Tous también luchaban contra las llamas de un gran fuego

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Tres ADF, en Sant Martí de Tous

BarcelonaHoy hace 73 años que un gran incendio quedó apagado después de arrasar los bosques de Sant Martí de Tous. Elisa Vidal tenía entonces un año, pero desde muy pequeña había escuchado las historias que explicaban los hombres del pueblo, recordando cómo habían luchado contra las llamas. "Quemaron los bosques de 12 propietarios, la mitad de las montañas que rodean Tous", explica. Aquellos testimonios la impactaron tanto que hace unos veinte años escribió un poema que ahora, con las llamas del incendio de Santa Coloma de Queralt amenazando el pueblo, tienen más sentido que nunca.

"Toda mi vida he temido que esto pasara", admite Elisa, que confiesa que está "enfadada y asustada" por el incendio, que se acerca peligrosamente al municipio. Dice que en el pueblo siempre se ha hablado del fuego de 1948, y mucha gente sufría que volviera a pasar. "Ver el fuego tan cerca me hace sufrir mucho. Es tan devastador y te hace sentir tan impotente... No puedes hacer nada, es como si el mundo se acabara", dice.

En su poema, Elisa deja entender que el fuego de 1948 fue provocado: "Mientras los hombres batallaban para apagar aquel infierno, otras lenguas se levantaban obra de manos imprudentes". "El encendieron lo provocaron. Hacía pocos años de la guerra y había muchas revanchas", afirma. De hecho, en su escrito recuerda que los efectos del conflicto todavía estaban muy presentes, hasta el punto que el fuego hacía estallar "les bombas que quedaban enterradas en el bosque". Esta noche los vecinos también han escuchado unas "grandes explosiones", que parece que son granadas que todavía quedaban escondidas por la zona.

La gente de Tous recordaba, años después, cómo se unieron para apagar el incendio. "Los hombres trabajaron durante días para hacer un cortafuego, y siempre estaban pendientes del viento, de la marinada ". Ahora, de nuevo, los campesinos se han sumado a las tareas de extinción y han labrado a contrarreloj los campos que ha hecho falta para frenar la propagación del incendio.

Tractores ayudando a labrar los campos

Pero en 1948, cuando los vecinos estaban a punto de controlar el fuego, las llamas reavivaron. "Todos los campesinos estaban reventados y no pudieron hacer gran cosa", dice Elisa. En el poema lo escribió así: "Ni por la noche reponían las llamas de aquel infierno, humo y ceniza que ahogaban los que lloraban en el páramo". Como (como hoy) era 25 de julio, Tous se rezó a Sant Jaume para que les ayudara a apagar el fuego, asegura Elisa.

Y se puso a llover:

"Con las fuerzas agotadas

de horas y horas de trabajo

paró el viento, y en las llanuras

volvió la esperanza a los pechos"

"Es Sant Jaume que haciendo piña

con los hombres cuerpo a cuerpo

pone fuerzas allá donde carezcan

lucha con ellos, como si uno más fuera"

Entre quienes fueron a apagar el fuego estaba el padre y el abuelo de Elisa, que vivían en una masía milenaria en Aubareda. Setenta y tres años después, Elisa mira con impotencia cómo las llamas queman los bosques por donde tantas veces ha ido a pasear y a buscar setas: "Somos campesinos y estas tierras forman parte de nosotros". 

"Cuando recordamos, hacemos historia

de todo lo que hemos perdido,

por culpa de una imprudencia

consciente o inconsciente descuido"

"Con los años, es la memoria

la que permite recordar

lo que fue y lo que es ahora

un bosque verde, un pintado"

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