10 años de patrimonio en el ARA 'Camp de Tarragona'
No imaginan, amigos lectores, las ganas que tenemos de celebrar en este medio. Celebrar diez años de un diario en Catalunya es ya un mérito; hacerlo en el Camp de Tarragona, aún más. Y si añadimos la posibilidad de escribir sobre patrimonio –material e inmaterial– desde aquí y para este territorio… ¡esto ya merece abrir el champán y la caja de galletas!
En estos últimos diez años, nuestra casa ha visto de todo: robos y expolios, recuperaciones de piezas, nuevos museos, cambios de nombre, obras, recuperaciones de espacios, descubrimientos de alcance internacional, declaraciones de patrimonio mundial… Una larga lista para celebrar, reflexionar y, también, doler.
Desde aquí vivimos con intensidad las declaraciones del arte de la piedra seca y del toque manual de campanas como elementos del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Dos hitos que se suman a los de los Castells –hace quince años– ya la dedicación a la Dieta Mediterránea, testigos de la riqueza de la cultura popular del Camp y de las Terres de l'Ebre.
Bajo tierra, también, hemos tenido grandes sorpresas. Se han detectado y reafirmado yacimientos importantes en Espluga de Francolí, Valls, Salou, Cambrils, la zona del Gaià, Vimbodí, Batea, Tortosa e incluso en la capital del imperio. Muchos de estos hallazgos todavía requerirán tiempo para determinar su trascendencia, pero cada pieza descubierta nos ayuda a descifrar un poco más nuestro pasado.
En cuanto a los equipamientos, hemos vivido la apertura de centros de primer nivel, como el Castillo de Vila-seca o el Mas Miró; la reforma del Museo del Puerto de Tarragona; la presentación del rejuvenecido Museo de Valls y del Museu Casteller; el Centro Lo Pati de Amposta; la exposición de síntesis del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona; las incorporaciones y reformulaciones del conjunto de la catedral de Tarragona y su entorno; las obras en el Museo Pau Casals de El Vendrell… Una larga nómina que podemos seguir ampliando. Una tarea que suma la Red de Museos de las comarcas de Tarragona y Terres de l'Ebre además de las diversas redes temáticas que salpican de espacios conectados nuestra demarcación.
Las celebraciones –como la nuestra– también han sido una marca potente para dar a conocer el legado del pasado. El próximo Año Gaudí culmina conmemoraciones dedicadas a Jujol, el párroco de Vallfogona, Fortuny, Montserrat Abelló, Ferrater, Perucho, Palau Ferré, Domènech y Montaner, Margarita de Prades… imponer el peso de la ley sobre los delitos contra él que hemos sufrido en nuestro territorio. No sólo los noticiables expolios en yacimientos sino también la destrucción de edificaciones e incluso su desaparición. Sólo hace falta echar un vistazo a nuestra hemeroteca oa la lista roja del patrimonio de Hispania Nostra para constatarlo.
El Camp y el Ebro –la tierra y el río– configuran un conjunto patrimonial único en el Mediterráneo. Nuestra casa, y nosotros con ella, somos depositarios de una herencia excepcional que debemos conseguir proteger, mantener y, sobre todo, explicar. No sólo a quienes nos visitan, sino también a nosotros mismos.
El patrimonio nos hace ser como somos. ¡Celebrémoslo!