"La opción de coger el tren ni nos la planteamos porque debemos llegar puntuales"
Muchos viajeros de Tarragona prefieren pagar más e ir en autocar que confiar en el servicio de Renfe
TarragonaLa estación de autobuses de Tarragona tiene mucho más movimiento desde que el 1 de octubre empezaron las obras de Adif en el túnel de Roda de Berà. Aunque el grueso de las obras ya haya terminado o que ir en tren sea gratis, son muchos los usuarios que ni se plantean cogerlo. "Es que debemos llegar puntuales", explica Marta López. Ella y su compañera, Àngels Herrero, son profesoras del Instituto San Pedro y San Pablo de Tarragona y este martes deben ir con dieciocho alumnos de tercero de ESO hasta Vila-seca donde se registra el concurso Picaletras, que emite TAC12, la televisión pública del Camp de Tarragona. "La verdad es que ni nos hemos planteado la opción de tomar el tren", añade Marta.
El autocar que ha detenido al lado va hasta Barcelona. "A mí me gusta mucho más viajar en tren y, además, me va mucho mejor porque me deja en Sants, que es donde tengo que ir, pero es que debo llegar puntual porque voy al trabajo", explica Cristina. Cuando el autocar llegue a Barcelona todavía tendrá que coger otro autobús para ir hasta Sants, pero ni se le ocurre la opción del tren. "Mi récord son cuatro horas para ir desde Tarragona hasta el trabajo en Barcelona", dice resignada. Hoy viaja con Marina, que va hasta Barcelona una vez a la semana y también está harta de Renfe. "Es que da miedo tomar el tren. Aunque llegue a la hora a la estación, ya sabes que no llegarás a tiempo allá donde vayas", lamenta.
Las compañías de autocares han reforzado las líneas, conscientes de que el mal funcionamiento ferroviario les ofrece una oportunidad de negocio. "Esta línea es la rápida que va hasta El Vendrell y funciona desde octubre, poco después de que empezaran las obras", explica Marta Luque, la conductora de la empresa Autocars Penedès. Detrás de ellos hay dos viajeros que esperan para subir. Son Mohamed y Abdel, dos tarraconenses que deben ir hasta El Vendrell para trabajar y estudiar. "Preferimos pagar más, pero llegar a la hora", explican.
Más caro y transbordo
El pánico de Sara para utilizar Renfe es aún más sorprendente. Vive en Hospitalet de l'Infant y trabaja en Vila-seca, por lo que la R16 le va bien. En sólo dos paradas llegaría a destino. Además, este tramo no ha estado afectado por las obras, que se interrumpían más arriba, entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders. Pero le da igual. El tren no quiere ni verlo. Por Cada día coge un autobús de Hospitalet de l'Infant hasta Tarragona para hacer transbordo y coger otro para deshacer parte del camino hasta llegar a Vila-seca. "Incluso me sale más caro, pero es que el bus nunca falla y el tren siempre se retrasa", dice muy enfadada. Este jueves, de hecho, la R16 ha sido una de las cuatro líneas afectadas por los retrasos en una nueva mañana de incidencias en Cercanías, junto a la R4, la R14 y la R15.
Las obras para el futuro Corredor Mediterráneo empezaron en octubre y han afectado a unas 15.000 personas. Aunque Renfe haya destinado un centenar de autocares para realizar por carretera la parte de tramo afectado entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders, son muchos los usuarios que han decidido abandonar el tren. Según los datos que ofreció Renfe poco después de que empezaran las obras, hasta 3.000 viajeros empezaron a buscarse la vida con autocares, la alta velocidad o el coche.
Las obras terminaron el primer fin de semana de marzo, pero los retrasos y las incidencias dificultan que los viajeros vuelvan a confiar en Renfe, incluso en aquellos casos que ofrece una mejor conexión.