El verano en el plato

Sopa fría de tomate y aceite de albahaca

El cocinero Raimon Braun, del restaurante Hispània, de Arenys de Mar, explica cómo prepararla en casa

Ingredientes para 4 personas

  • 1 kg de tomate
  • 2 cebollas
  • 1 calabacín
  • 1 rama y ½ de apio
  • 2 litros de agua mineral
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal gruesa
  • Pimienta
  • Azúcar
  • Pan
Cargando
No hay anuncios

Para el aceite de albahaca

  • Aceite de oliva virgen extra
  • Albahaca
Cargando
No hay anuncios

Elaboración

  1. Para empezar, cortad la cebolla y sofreídla en una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. A continuación, poned el calabacín y el apio. Saladlos.
  2. Cuando estén cocidos, poned el tomate, cortado, y cocinadlos aliñados con sal, azúcar y pimienta negra.
  3. Una vez tengáis todos los ingredientes cocidos, echad agua y removedlo. Lo tenéis que hervir.
  4. Cuando empiece a hervir, contad unos cinco minutos. Rectificadlo de sal y apagad el fuego.
  5. Cuando esté tibio, batidlo con la ayuda de la batidora eléctrica y a continuación coladlo por el colador chino hasta que consigáis una textura fina. Reservadlo.
  6. Mientras tanto, preparad el aceite de albahaca. Triturad el aceite con las hojas de albahaca. Cuando lo tengáis muy batido, reservadlo.
  7. En una sartén aparte, con un chorro de aceite de oliva, freís pan, cortado a dados. El pan se tiene que freír y echarlo a la sopa justo antes de comer.
  8. Para acabar el plato, en un bol blanco abocad la sopa, después echad un chorro de aceite de oliva de albahaca, que aportará un toque verde, y por último los dados de pan frito, el toque crujiente.
Cargando
No hay anuncios

Consejo

Esta receta es ideal para preparar un día y comérsela al día siguiente, porque así la podréis guardar en la nevera y estará muy fría. De hecho, el consejo imprescindible es que os la comáis fría. La única prevención es el pan frito, que sí que tiene que ser hecho y comido en el momento si lo queréis por encima de la crema.

Cargando
No hay anuncios

Para continuar, usad los tomates maduros, aquellos que quizás tienen un aspecto que no usaríais para las ensaladas. En la sopa aportarán un gusto muy bueno.