El análisis de Antoni Bassas

El análisis de Antoni Bassas: 'Cómo se nota que el dinero lo ponemos nosotros, y no ellos'

Cómo se nota que el dinero no es suyo. En cualquier empresa privada, una terquedad entre cabezas que acabara costando seis millones de euros tendría graves consecuencias para los responsables de esta pérdida

25/04/2025

Al final, España no le comprará los 15 millones de balas en Israel. Así lo ha decidido el presidente Sánchez, que de este modo desautoriza a su ministro del Interior, Marlaska, tras las presiones de Sumar y de Podemos. La vicepresidenta Díaz exigió la rectificación aduciendo que la compra de munición constituía una "vulneración flagrante de la legalidad internacional y de los acuerdos de gobierno" porque "estamos asistiendo a un auténtico genocidio en Gaza".

Que el ejecutivo español se sostiene por los pelos se sabe desde el primer día. Pero algo es que Junts no le vote una ley, o que Sánchez no pueda aprobar los presupuestos, o que la vicepresidenta diga "mala persona" a la ministra de Economía porque no quiere la reducción de la jornada laboral o que ahora Díaz se enfrente a Marlaska, y otra que Sánchez tenga que rectificar a un ministro de su mismo partido, el PSOE. La vicepresidenta Díaz ya ha salido a decir que "no hay ninguna crisis en el gobierno": "Estamos centrados en la anulación de un contrato que nunca debería haber existido". Tú dirás: lo último que quiere Sumar es perder un poder y unos cargos que puede tardar muchos años en volver a tener. Y los socialistas podrán echar tierra al respecto. De hecho, se habla mucho de las balas, pero así ya queda normalizado el aumento del gasto de defensa en más de 10.000 millones, anunciada al día siguiente de la muerte del papa Francisco, qué casualidad, que le ha tocado la lotería a la industria del sector. Pero el episodio es un punto muy bajo de la capacidad de Sánchez de tener todo bajo control.

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Sobre este episodio, un asunto no menor: vamos a pagar estas balas dos veces. Esta marcha atrás nos costará más de seis millones de euros de nuestro bolsillo, de nuestros impuestos, para pagar la indemnización por la rotura del pedido en la empresa israelí que ya no servirá la munición a la Guardia Civil, y que tendrán que encargarse a otro proveedor. Cómo se nota que el dinero no es suyo. En cualquier empresa privada, una tozudez entre cabezas que acabara costando seis millones de euros tendría graves consecuencias para los responsables de esa pérdida. Probablemente se trata de un día más en la oficina de Pedro Sánchez y quizá el episodio no sea recordado, pero entre la torpeza del gobierno español y los guionistas de Polonia exigiendo al presidente Isla un sketch sobre política catalana, ¿cómo quieren que no hablemos del papa Francisco, del cónclave o de la final de Copa de mañana?

Buenos días y buen fin de semana.