El contrato de 18 puntos para que tu hijo haga un buen uso del móvil
El 'slow tech parenting' es una corriente que promueve una educación sobre el uso de la tecnología basándose en los mismos valores que siguen las familias
BarcelonaSi educar siempre ha sido difícil, el móvil llegó para aumentar todavía más esta complejidad. Uno de los debates más intensos gira alrededor de la enseñanza de su uso correcto. Hay familias que optan por el control parental, un aplicativo digital que está instalado en el aparato de los padres y en el de los hijos a la vez, que mide las horas de uso. Ahora bien, hay otras familias que consideran que con el móvil hay que hacer acuerdos, como se hacen con cualquier otro tema, por ejemplo, la hora de volver a casa cuando salen. Entre un extremo (el control parental) y el otro (hacer acuerdos) está el joven, que tiene que aprender a usar una herramienta digital que le puede causar adicción y también malestar y bienestar emocional, porque se puede sentir lejos y cerca de las amistades.
En Estados Unidos, la escritora Janell Burley Hofmann ha escrito el libro iRules. Reglas razonables para una familia sana y tecnológica (Ediciones Rialp), en que recoge el contrato que escribió a uno de sus hijos cuando le dio el móvil. El contrato tiene dieciocho puntos [lo podéis ver más abajo] en los que le explica entre otros hechos que siempre que no cumpla lo que le pide se lo quitará, porque, al fin y al cabo, el teléfono es suyo. Lo más esencial del contrato es que cada uno de los puntos es una lección de vida, y que tanto se podrían aplicar al uso de un teléfono como al día a día de los jóvenes. Para continuar, Burley Hofmann asegura que, en las charlas que hace para familias sobre este tema, sabe que el contrato se ha convertido en un punto de partida para que cada casa añada unas reglas o quite otras. “La idea es que las reglas se basen en los valores y la filosofía de educar que hay en la familia”, escribe en el libro iRules. Además, especifica que la educación en el buen uso del móvil se puede enlazar con corrientes como la slow food o la slow living. “El slow tech parenting promueve una educación que busca un equilibrio entre la tecnología y la interacción humana; las familias se involucran en una forma de educación activa que integra la tecnología con las relaciones interpersonales”.
Por otro lado, los aplicativos que permiten los controles parentales, algunos de los cuales son prestaciones de los mismos teléfonos, dejan que las familias controlen la cantidad de horas que los hijos pueden dedicar a las redes sociales, como por ejemplo Instagram o TikTok. Si las familias consideran que dos horas son suficientes, el control parental las inhabilitará y no dejará que se usen. Ahora bien, como pasa a veces, hecha la ley, hecha la trampa, de forma que muchos jóvenes aprenden a inutilizar el control parental sin que las familias se den cuenta.
Esto no significa que los controles parentales no sirvan para nada, porque también se podría decir lo mismo de los contratos de uso, al estilo de la escritora norteamericana Burley Hofmann. Cada joven es diferente, y, por lo tanto, a cada uno le puede ir mejor una opción u otra, porque, al fin y al cabo, educar en el uso del móvil es como educar en cualquier otro asunto de la vida. Creer que no es necesario explicar nada de su uso vendría a ser como desistir en la tarea educativa.
- 1Es mi teléfono. Lo he comprado yo, he sido yo quien lo ha pagado y te lo estoy dejando. ¿Bien, no?
- 2Tengo que saber siempre la contraseña.
- 3Si suena, lo tienes que coger. Es un teléfono. Tienes que saludar, y ser educado. Nunca ignores una llamada si ves que en la pantalla dice “mamá” o “papá”.
- 4Los días que hay clase, tienes que dejar de utilizarlo a las 19.30 h. Los fines de semana, a las 21 h. Lo tendrás que apagar por las noches. Y podrás volverlo a encender a las siete y media de la mañana.
- 5El móvil no se lleva a la escuela. Habla con las personas a las que escribes.
- 6Si cae en el lavabo, cae al suelo tierra o se esfuma, tú serás el responsable; por lo tanto, tendrás que pagar tú la reparación utilizando tus ahorros o bien haciendo actividades, como por ejemplo haciendo de canguro.
- 7No uses el móvil para mentir, tomar el pelo o engañar a otra persona. No te pongas en conversaciones que te hagan daño, a ti, o al resto de personas. Lo primero siempre es ser un buen amigo y alejarte de los problemas.
- 8No escribas mensajes, correos ni digas nada a través del teléfono que no dirías a una persona frente a frente.
- 9No escribas mensajes, correos ni digas nada a alguien que no dirías si tus padres estuvieran a tu lado.
- 10Nada de pornografía. Utiliza Internet para buscar información que compartirías abiertamente conmigo. Si tienes alguna pregunta sobre algún tema, hazla (preferiblemente a tus padres).
- 11Apágalo o siléncialo o sácalo del medio cuando estés con más gente, especialmente en un restaurante, en el cine o mientras estés con alguien. No eres un maleducado, así que no dejes que el móvil te cambie.
- 12No envíes imágenes de tus partes íntimas ni recibas de las de ninguna otra persona. No te rías. Quizás algún día estés tentado de hacerlo a pesar de que eres una persona inteligente. Siempre será una mala idea hacerlo, y arriesgada, que te puede arruinar la adolescencia, los años de universidad y la vida adulta. El ciberespacio es amplísimo, y mucho más poderoso que tú, y es difícil que una mala reputación desaparezca.
- 13No hagas miles de fotos y vídeos, no hace falta documentarlo todo. Vive con plenitud tus experiencias, que se te grabarán en la memoria.
- 14Deja el teléfono en casa a veces y estate seguro de tu decisión. No es ninguna extensión tuya, así que aprende a vivir sin. Tienes que aprender a ser más grande y poderoso que el miedo a perderte nada si no lo usas.
- 15Descarga música, nueva o clásica, diferente de la que escuchan tus amigos. Tu generación tiene acceso a música de una manera que hasta ahora no existía. Aprovecha este regalo y amplía tus horizontes.
- 16Juega de vez en cuando con algún juego de palabras o haz adivinanzas o puzzles.
- 17Ten los ojos abiertos y observa lo que pasa a tu alrededor. Mira por la ventana. Escucha los pájaros. Pasea. Maravíllate del mundo sin tener que buscar nada en Google.
- 18Te equivocarás. Te quitaré el móvil. Nos sentaremos y hablaremos, y empezaremos de nuevo. Tanto tú como yo iremos aprendiendo de ello. Yo estoy de tu parte, estamos juntos en esta aventura.