Enxaneta, el primer nanosatélite catalán, completa con éxito su misión
Tres años después del despegue, el aparato se ha desintegrado sin dejar rastro de basura espacial en la órbita de la Tierra
BarcelonaLos inicios fueron complicados –el despegue tuvo que posponerse en dos ocasiones–, pero el Enxaneta, el primer nanosatélite lanzado por Cataluña, ha completado su misión y ha reentrado a la atmósfera "con éxito" y de forma sostenible. En un comunicado, el Gobierno ha anunciado este lunes que, tres años después de su puesta en órbita, el pequeño aparato se ha desintegrado al entrar contacto con las capas altas de la atmósfera terrestre sin dejar rastros de basura espacial en la órbita de la Tierra, tal y como pide la Agencia Espacial Europea (ESA). Según el consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, Enxaneta "ha abierto un universo de oportunidades para el ecosistema tecnológico catalán".
La misión del nanosatélite, adjudicada a la empresa Sateliot, era desplegar servicios de conectividad global de Internet de las Cosas (IoT, en inglés) –es decir, conectar objetos cotidianos como la nevera o los relojes intel inteligentes en la red– y obtener datos de sensores en zonas con poca cobertura, como áreas agrícolas, ganaderas o climáticas. Todo ello para favorecer el crecimiento inteligente de los municipios gracias al uso de datos de los ciudadanos y su interacción con el entorno.
Enxaneta –nombre con el que los niños del Club Super3 bautizaron el aparato– constaba de tres unidades y pesaba poco más de 4 kg. El 22 de marzo del 2021 el Gobierno le despegó con un cohete lanzador a 500 kilómetros de la Tierra desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. Según el comunicado de la Generalitat, el nanosatélite ha permitido consolidar una nueva tecnología que permite a los operadores conectarse con la red de satélites cuando necesitan cobertura 5G para ofrecer conectividad. Una innovación que supone "una revolución" para la industria del IoT y que ha sido certificada y avalada por la ESA.
Reentrada sostenible
Torrent ha asegurado que la misión de Enxaneta se ha desarrollado "de manera sostenible", ya que la reentrada ha sido "totalmente alineada" con las recomendaciones europeas de mitigación de basura espacial. El Enxaneta inició la fase de fin de misión a mediados de abril, y desde entonces ha ido perdiendo altitud hasta reentrar en la atmósfera terrestre y desintegrarse por completo. Este fin de fase "controlado y rápido" ha evitado los efectos que se derivan de los restos de basura espacial, como las colisiones de pequeños fragmentos con satélites y naves tripuladas o la obstrucción del cielo visible para observaciones astronómicas, entre otros.
Enxaneta ha sido el primer nanosatélite de la estrategia NewSpace de Cataluña, una iniciativa que ha contado con la colaboración del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), en una “apuesta del Gobierno por un sector en crecimiento”. También han participado la Fundación i2CAT y el Instituto Cartográfico y Geológico de Catalunya.