Helena Garcia Melero: “Mi abuela Rosa me hacía bocadillos de croquetas y de pescadilla de buey, y siempre pensé que yo era la extraña”
La Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición organiza una mesa redonda bajo el título "Mujer y gastronomía catalana. El talento no tiene género"
BarcelonaLa periodista Helena Garcia Melero invocó a su abuela Rosa, nacida en Teruel, para recordar los bocadillos que le hacía cuando iba a la escuela. Los preparaba con lo que había sobrado en la cena de la noche anterior, así que los "hacía de croquetas y de pescadilla de buey con aceitunas". "Siempre pensé que yo era la extraña, porque el resto de compañeros de clase lo llevaban de pan de molde", explicó. Ahora bien, todo cambió un día que su mejor amiga, Meri, le preguntó si la abuela podía hacerlo también para ella. A partir de entonces, García Melero llevó dos a la escuela. Esta anécdota, junto con otras muchas, las explicó la periodista de TV3 en una mesa redonda organizada por la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición, en la que también participó las cocineras Carme Ruscalleda y Carlota Puigvert y el ama de casa Casilda Agenjo. El título era "Mujer y gastronomía. El talento no tiene género", e hizo su moderación el periodista Antoni Bassas, quien también explicó una anécdota personal relacionada con los aromas de cuando cocinan caldo, que alegran a sus hijos nada más entrar en casa. Todo ello tuvo lugar en elEspacio Francesca Bonnemaison, la mecenas que fundó una biblioteca para que las mujeres salieran de casa.
Las cuatro ponentes coincidieron en que en las casas que había cocinado eran las madres o las abuelas. "En mi casa las riendas de la cocina las llevaban la madre y la tía abuela, y la niña, yo, como todas las niñas, nací con una mochila en la que me tocaba ayudarlas también", explicó la cocinera Carme Ruscalleda, la mujer con más estrellas Michelin del mundo. "En una edad muy tierna empecé a hacer la cena de toda la familia, porque mi madre se dio cuenta de que yo lo pasaba bien, mientras ella cocinaba porque tocaba", dijo. En aquellas cenas de infancia cada noche había judía, de diferentes variedades, y pescadito de playa. Por su parte, la cocinera Carlota Puigvert afirmó que tuvo "la suerte de comer con la abuela porque sus padres trabajaban". Ella y sus hermanas estaban con la abuela, la veían cocinar y aprendían la paciencia y las recetas de reaprovechamiento. "Si un día cocinaba frijoles, ya miraba que para el día siguiente también lo hubiera", dijo, y añadió que la abuela también les transmitió cariño por lo que cocinas. Casilda Agenjo, ama de casa, aseguró que al principio no le gustaba cocinar pero que había querido reproducir los olores con los que había crecido en la cocina de la madre y de la abuela.
Gran audiencia de recetas
García Melero también aseguró que la cocina interesa muy socialmente, al menos lo que le indican las audiencias de la sección de cocina del programa que dirige a TV3, Todo se mueve. A partir de la una de la tarde, la cocinera Carme Ruscalleda y las hermanas Puigvert cuentan recetas, y entonces notan que la audiencia es alta por el alud de consultas y preguntas que les hacen. En elAhora Comemos, por cierto, también puede encontrar recetas de ambas. Justo desde que la periodista hace esta sección con cocineros se ha dado cuenta de que la intuición que tenía su abuela Rosa era buena. "Carme Ruscalleda nos cuenta que si un día hacemos corte redondo, al día siguiente podemos hacer un bocadillo", y eso es lo que aplicaba su abuela, pero entonces ella pensaba que "era la extraña, porque en la escuela todos llevaban pan de molde para desayunar".
A la pregunta de si hay una ruptura de la transmisión cultural de la cocina en las casas, la cocinera Carme Ruscalleda respondió que sí, porque "en la cocina doméstica ha habido un cambio de actitudes, lo que no ocurre en la cocina profesional, que está garantizada, con gente que ha oído la llamada y se ha enamorado del oficio". En cambio, en las casas no se cocina, a pesar de todas las facilidades existentes en utensilios de cocina. "Entonces digo de acuerdo, no se preocupe, la industria alimentaria cocinará para vosotros, pero entonces sea exigente, conozca la temporalidad de los productos y pida a la industria alimentaria que cocine lo que toca en cada temporada del año". Saber la temporalidad de los productos va ligado con el conocimiento, y justamente esto es lo que va a entrar en las escuelas. "La asignatura de cocina y nutrición será curricular, porque el Govern ha tomado la decisión de que entre como formación", dijo Ruscalleda, que siempre había hecho esta reivindicación, junto al cocinero Ferran Adrià. Ambos son quizás de los cocineros que hace más años pedían que en las escuelas hubiera la asignatura de cocina.
Por último, el debate ató la arquitectura de las casas con la cocina. Hay una corriente que coloca las cocinas en espacios pequeños, porque las casas ya son pequeñas de entrada, y por tanto en las cocinas casi sólo hay espacio para un microondas. "Si antiguamente las cocinas estaban apartadas de las otras estancias, y hace unos años pasaron a ser abiertas y conectadas con el comedor, para que la persona que cocinaba no se sintiera aislada, en el futuro serán espacios pequeños, sólo pensados para calentar comida preparada", dijo Garcia Melero, que añadió que "nos empobrecemos culturalmente si eso pasa, felices, porque comer también nos da felicidad". En este sentido, Casilda Agenjo añadió que esta tendencia se entiende si se tiene en cuenta que caros que son los productos frescos, porque la cesta de la compra ha aumentado mucho precio en los últimos años.
Para que todo esto no ocurra, hay que dar importancia a la cocina. Se trata de priorizarla entre las actividades diarias. "Yo les digo a las parejas jóvenes con hijos que son responsables de darles valores y de hacerles descubrir el sabor de los alimentos, que en casa deben pasar los 40 principales sabores de nuestra cocina, porque la alimentación debe estar en la lista importante de la vida", dijo Ruscalleda, que comentó que sabe que hay gente que compite una gran cantidad de horas. Los últimos minutos de la mesa redonda las ponentes les dedicaron a sus recetas preferidas. Y de entre todas destacó la de Agenjo, quien dijo que la familia siempre le pide los macarrones. Carme Ruscalleda confesó que la escudella es la que reunía a todos en la mesa familiar, incluso los domingos de verano. Y para que quedara bien claro el porqué, Ruscalleda dejó boquiabierto a todo el mundo con la receta detallada de la escudilla y la carne de olla.