“Yo, de joven, no bebía cava ni tampoco leía a William Shakespeare, porque lo empecé a hacer cuando tenía criterio”

San Sadurní de AnoiaLa escritora y colaboradora del diario ARA Empar Moliner ha inaugurado la vigésima séptima muestra de cavas y gastronomía de Sant Sadurní d'Anoia con un pregón en el que ha asegurado que “la gente que bebe cava es más guapa porque se mira a los ojos”. El pregón ha tenido lugar en Sant Sadurní d'Anoia, concretamente en La Fassina, centro de interpretación del cava, que acoge la Oficina de Turismo y el Cava Centre.

Minutos antes de las 18 h de la tarde, en las calles alrededor de la calle del Hospital, donde se encuentra La Fassina, hileras de gente vestida de veintiún botones demostraban que esta tarde había fiesta mayor. El Cavatast llega puntual el primer fin de semana de octubre, y vuelve a repetir ubicación en el Parc de Lluís Companys. Por segundo año, el Ayuntamiento pondrá buses lanzadera para trasladar a quienes quieran comer y beber desde hoy viernes hasta el domingo, 8 de octubre.

Moliner explicaba en su pregón que no conocía la nueva ubicación a pesar de que muchos otros años sí ha bebido burbujas durante el Cavatast. “He venido para respirar cava, para comer de pie, para comprar la copa que después nos podemos quedar, y que podemos colgarnos en aquella cesta, que es muy buena idea, porque después en casa también podemos poner bagatelas” , dijo Moliner, quien hizo saber que todo lo que estaba explicando lo había dejado por escrito para el artículo que al día siguiente del pregón publicará el diario ARA.

Para continuar, Moliner confesó por qué se siente optimista con el futuro del consumo del cava. “Yo, de joven, no bebía cava ni tampoco leía a William Shakespeare, porque empecé a hacerlo cuando tenía criterio –ha dicho–. Los jóvenes no piden fricandó sino pizza y hamburguesas, pero un día vendrán a nosotros; mientras tanto lo que debemos hacer es que el fricandó siempre esté ahí, y también la botella de cava en la nevera”. De hecho, motivos para beber burbujas siempre son muchos. "Bebemos para desayunar, para comer, para merendar, para cenar, para celebrar que nos casamos y que nos divorciamos", ha comentado, y con la frase levantaba las sonrisas de los invitados.

Para acabar, tras su pregón, de tiempo justo y adecuado, la escritora y todas las autoridades locales han salido al espacio abierto de La Fassina, donde las botellas de cava se abrían sin cesar, se llenaban las copas , se oía el ruido de los cristales rotos cuando las copas caían al suelo, y los asistentes, entre ellos los cavistas, comentaban la vendimia histórica por las altas temperaturas que han tenido este año. Por suerte, el Cavatast hará que nos reconciliemos con todo, buena bebida y buena comida.