¿Qué haremos hoy?

5 juegos de mesa que son un acierto seguro

Toni de la Torre nos propone los mejores juegos según la edad y los intereses de los jugadores

4 min
Juegos de mesa para jugar en familia

BarcelonaUn juego de mesa para jugar en familia es un regalo que garantiza horas de diversión durante todo el año. El crítico Toni de la Torre elige a los mejores para los niños en función de la edad de los jugadores, combinando clásicos de referencia con algunas de las novedades que más éxito han tenido este año.

1.
Smart 10

Un juego de preguntas y respuestas que no se acabará nunca


smart 10

Seguro que ha jugado muchas veces a juegos de preguntas tipo Trivial, pero nunca a ninguna tan dinámico y divertido como el Smart 10, que consta de fichas con preguntas abiertas (por ejemplo, “¿De quién es esta frase?”) que dan pie a 10 preguntas específicas (en el ejemplo, un total de 10 frases famosas). Cada jugador debe elegir una de estas 10 preguntas específicas para intentar responderla. Así se crea una dinámica muy divertida, porque todo el mundo quiere tomar antes las preguntas que parecen fáciles. El tamaño del juego es perfecto para llevarlo a todas partes y sus 200 preguntas permite hacer muchas partidas. Y es que la vida de este juego puede ser tan larga como desee, ya que la editora SD Games tiene en su página web una plantilla de pregunta en blanco para imprimir, por lo que puede crear sus propias preguntas para el juego . Desde que mi hijo mayor lo descubrió no deja de hacer versiones del juego sobre temas que a él le interesan. Con todo lo que esto implica: debe hacer búsqueda de cada tema, pensar preguntas y respuestas… ¡Está bien entretenido!. A partir de 14 años.

2.
Las Leyendas de Andor

Un juego de mesa cooperativo en el que lo más importante es la historia

Las leyendas de Andor

Este juego de mesa se ha convertido en un imprescindible en cualquier colección de juegos familiares y en casa jugamos muy a menudo. La clave: te adentra en una historia muy emocionante, con un desarrollo tan rico como una novela. Y además es cooperativo, por lo que los jugadores deben colaborar para que la historia avance. Los protagonistas son un grupo de héroes y heroínas (todos los personajes tienen versión masculina y femenina, cada jugador puede elegir lo que quiera) que deben proteger el castillo del reino de la invasión de unos monstruos. Está ambientado en un mundo de fantasía medieval, con magos, elfos, enanos y otras criaturas habituales del género, y se estructura a través de misiones que mantienen la historia en una dirección específica. La riqueza del mundo que presenta es extraordinaria y si no ha jugado nunca a un juego de mesa que pone el énfasis en el aspecto narrativo, este juego de Devir le sorprenderá. De hecho, tiene tanto éxito que ha acabado convirtiéndose en una trilogía, con otros dos juegos de mesa que continúan la historia. Todos ellos están recomendados a partir de los 10 años.

3.
Castillos y Catapultas

Un juego de mesa muy divertido que propone duelos de habilidad


Castillos y catapultas

La sorpresa de este año y un juego de mesa que me he hartado de recomendar es Castillos y Catapultas. Sobre todo para quienes disfrutan con un juego de habilidad en el que existen pocas normas y fáciles de entender. Y encima está cargado de sentido del humor. Y es que los protagonistas son dos familias que se tienen mucha tirria. Tanta, que en vez de disfrutar de sus suntuosos castillos se dedican a intentar derribar el castillo del otro a golpe de catapulta. Cada jugador debe elegir una de las familias y construir un castillo con distintos bloques. El objetivo es hacerlo lo más seguro posible, sobre todo para los soldados que tendremos que colocar dentro. Luego comienza la acción: por turnos, cada jugador utiliza una pequeña catapulta para disparar rocas (inofensivas) al rival. El juego añade un pequeño factor táctico con unas cartas que deben gestionarse sabiamente, pero es esencialmente un juego de habilidad con el que se lo pasan pipa todos los niños, incluso los que no suelen jugar a juegos de mesa. Recomendado a partir de 8 años.

4.
Pharaon

Un juego de mesa de temática histórica para jugadores experimentados


Pharaon Front

Si en casa juega a juegos de mesa habitualmente y quiere un reto que le tenga bien atrapados, entonces debe elegir Pharaon, que ha sido uno de los más esperados este año y que nos transporta al Antiguo Egipto para ponernos en la piel del hijo del faraón. Nuestra principal responsabilidad será preparar el viaje al más allá, que en este juego de mesa se traduce en gestionar con inteligencia diferentes recursos para construir una cámara funeraria, contratar artesanos y hacer ofrendas para tener contentos a los dioses, que son los que, en última instancia, determinarán el ganador. Son partidas largas, de 60 minutos, en las que lo importante es prever qué necesitaremos en el futuro. Es un juego complejo, pero con un diseño que, además de atractivo, ayuda a entender de forma muy visual las acciones a seguir, lo que le hace más asequible que otros con similar mecánica. Está recomendado a partir de los 12 años y ha llegado a las tiendas de la mano de Arrakis Games con la primera expansión incluida, que le da mayor profundidad y alarga su vida aumentando su dificultad.

5.
Walli Laraña

Un juego de mesa para divertirse con los más pequeños de la familia

Walli Laraña

Entre los juegos para los más pequeños, un acierto que seguro funciona sobre todo porque se puede involucrar también a los hermanos mayores y otros miembros de la familia es Walli Laraña. En este juego, pensado para a partir de los 3 años, cada jugador tiene una araña que está atada con una cuerda que representa la tela que fabrica. La araña tiene ganas de atiborrarse y cada jugador debe mover la araña por una mesita, como si fuéramos tejiendo el hilo, para llegar a las diferentes piezas de fruta que se quiere comer... antes de quedarse sin cuerda. Es un juego muy divertido porque todos los jugadores juegan al mismo tiempo a partir de un lanzamiento de dados (que determina qué fruto debe comerse) y que, además de estimular la psicomotricidad fina, obliga a los niños a pensar en cuál debe ser el camino más corto hacia la fruta y así gastar el mínimo de cuerda posible.

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