Musicoterapia

La cita de los miércoles que no se pierden las trabajadoras embarazadas del Hospital del Mar

Las sesiones de musicoterapia durante el embarazo promueven el vínculo con el bebé y previenen tanto la ansiedad materna como la depresión postparto

Reportaje en el campus universitario del Hospital del Mar música para embarazadas, mujeres embarazadas realizan un taller de musicoterapia.
18/02/2025
4 min
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BarcelonaLos miércoles, las trabajadoras embarazadas de los centros del Hospital del Mar tienen cita con la doctora Natàlia Arisa, del servicio de Salud Laboral especializada en musicoterapia prenatal y música. Lo hacen en el marco de la tercera edición del curso de musicoterapia prenatal que el propio servicio del hospital pone a su alcance desde hace casi un año, un proyecto propio de Arisa, que ha desarrollado durante su residencia. Tal y como destaca la doctora Joana Guerrero, jefa de sección del servicio de Salud Laboral del hospital, se trata de "un proyecto pionero que, pese a ser tan necesario en un sector como el sanitario, tan feminizado, de momento no se ha implementado en ningún otro hospital". Guerrero subraya, sin embargo, que estas sesiones promueven "momentos de presencia y conexión, y materializan la máxima de cuidar de aquellos que cuidan, objetivo final del programa".

Conexión con una misma y con el bebé

Cada edición del programa dura dos meses. Las sesiones –en turno de mañana y tarde– que se ofrecen son de 90 minutos y consisten en actividades de relajación a través de baños sonoros con diversos instrumentos, visualizaciones creativas con música en directo o escucha musical semidirigida. La mañana que el Criaturas tiene la oportunidad de sumarse a la sesión hay siete mujeres embarazadas entre las semanas 21 y 38 de gestación. También Andrea Carpintero, participante de la segunda edición del programa, que acude con su hijo Àlex, de dos meses.

Trabajadoras embarazadas del Hospital del Mar realizando el taller de musicoterapia.

Allí, con las luces apagadas, Natalia Arisa pide a las participantes que cierren los ojos y conecten con la respiración. Mientras, toca una melodía relajante en el teclado. Unos instantes después, las rodea mientras hace sonar un palo de lluvia cerca. Repite la operación con un cuento tibetano, un koshi y un kigonki. Al rato, Arisa abre las luces y pregunta a las participantes hasta dónde han viajado durante estos baños sonoros. Casi todas coinciden en que en las olas del mar o en la cama de su casa. También expresan que sus bebés se mueven mucho durante la sesión. Todos menos Sena, que parece relajarse con la música que siente desde el vientre materno. Àlex, el bebé presente, también se ha relajado.

La música, eje de conexión madre-bebé

Cada sesión de musicoterapia prenatal es distinta y tiene unos objetivos distintos. Las sesiones están inspiradas en el modelo de Gabriel Federico, musicoterapeuta focal obstétrico, que es el modelo en el que Natalia Arisa se ha especializado y está reconocido en el ámbito internacional por la World Federation Music Therapy. Al margen de promover la conexión maternofetal, la musicoterapia prenatal también sirve para disminuir la ansiedad materna y disminuir la depresión postparto. En la consecución de estos tres objetivos, es importante señalar, apunta Arisa, que "no se trata de una sesión sola o dos, sino que las sesiones son semanales y se alargan dos meses, lo que permite realizar un seguimiento". La consolidación del vínculo madre-hijo sucede sobre todo si la madre está relajada y escucha música en directo que le gusta, lo que, explica Arisa, "se transmite al bebé que se está gestando vía hormonal, con las emociones; vía sensorial, con las vibraciones, y vía auditiva, ya que sabemos que el bebé empieza a sentir el corazón, los pasos de la madre, y después y progresivamente, la voz de la madre y los sonidos y voces habituales del entorno".

Hacer tribu

Llega el momento de hacer la rueda de barrigas. Natalia insta a las gestantes a ponerse de pie ya unir sus barrigas. Mientras, ella canta una canción de cuna en el teclado. Esta imagen es la que mejor ilustra otro de los objetivos del curso, crear un espacio para que ellas compartan cómo se sienten y qué emociones están transitando en esta etapa". Para María Polo, psicóloga clínica en el hospital y embarazada de 38 semanas en ese momento, el hecho decisivo para sumarse a él es precisamente ". la edición, afirma que las actividades que la benefician especialmente son las que le permiten relajarse "y tener un momento de parada, lo que hace que también pueda conectar con el bebé". pone y, en este caso, nota cómo se calma. del hospital y embarazada de 36 semanas en ese momento, el hecho de realizar las sesiones con otras mujeres embarazadas hace que también puedan compartir preocupaciones, que "al fin y al cabo son bastante comunes". Fernández reconoce que, al oír hablar de las sesiones de musicoterapia prenatal, "inicialmente no sabía muy bien qué esperar". Sin embargo, como a ella le gusta la música, decidió darles una oportunidad. "Ahora, la verdad es que estoy muy contenta", apunta. "A mí, personalmente, las técnicas de relajación me ayudan mucho, porque a veces, con la vorágine del día a día es como no acabas de centrarte nunca, pero estos momentos te permiten aterrizar un poco, parar y conectar con el bebé", afirma.

Participantes de otras ediciones

En la sesión también estaba Andrea Carpintero, participante de la segunda edición, que acudió con su hijo Àlex, de dos meses, y es que, hacia finales de cada edición, el equipo al frente del programa, siempre invita a exparticipantes. "Natalia siempre nos invita y nosotros intentamos sumarnos siempre que la logística nos lo permite. Sigue cuidando de nosotros, los trabajadores, le estoy muy agradecida", reconoce Carpintero. A raíz de una "gestación complicada", esta enfermera clínica llevaba ya tiempo de baja cuando se le presentó la oportunidad de sumarse a las sesiones, por lo que, destaca, este espacio a ella le aportó "una conexión con la maternidad y con el bebé". Las sesiones compartidas entre las gestantes y las madres recientes también pueden servir, señala Carpintero, para "hacer preguntas que a veces no tienes dónde plantearlas porque no dispones de otras redes de maternidad". Así, durante la edición en la que participó, recuerda cómo ella compartía cómo se sentía y nunca se sentía juzgada: "Las otras me escuchaban y yo me sentía liberada".

Arisa tocando el piano mientras las embarazadas unen sus barrigas.

Unos sesenta participantes

"Nunca me había sentido tan cuidada como hasta ahora, hasta la maternidad, un período muy complejo mental y físicamente, por lo que que la empresa donde trabajas te ofrezca esto no tiene precio", valora Carpintero. La enfermera hace referencia explícita a que la iniciativa se haya puesto en marcha desde el propio servicio de Salud Laboral del Hospital, en el contexto del programa La Mar de Saludable. Un hecho diferencial que explica la buena acogida que ha tenido por parte de las trabajadoras, entre ellas médicas, abogadas, psicólogas, enfermeras, auxiliares de enfermería o logopedas. Un proyecto cuya consolidación hace que ya esté prevista una cuarta edición en marzo, en la que ya hay una veintena de mujeres inscritas. "Las previsiones –adelanta Natàlia Arisa– son que en abril, cuando el proyecto cumpla un año, hayan pasado ya unos sesenta". Al finalizar el programa, en caso de haber asistido a un mínimo del 80% de las sesiones, todas recibirán un certificado acreditado por Formación Continuada que cuenta para la carrera profesional.

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