Salud

Neumonías fuera de temporada

Los pediatras constatan un aumento de neumonías atípicas, sobre todo en adolescentes

BarcelonaSi tiene hijos en edad escolar seguro que alguien de su clase, si no ha sido su hijo o hija, ha contraído este curso una neumonía, y lo más probable es que haya sido una neumonía atípica, es decir, causada, como su nombre indica, por microorganismos menos habituales –generalmente el Mycoplasma pneumoniae.

De hecho, el Sistema de Información para la Vigilancia de Infecciones en Cataluña (SIVIC) muestra un incremento de los diagnósticos de neumonía en la atención primaria desde noviembre del año pasado, con una cifra comparable a los niveles previos a la pandemia, aunque no especifica si son típicas o atípicas, puesto que este dato, según fuentes del departamento de Salut, no se registra. Sin embargo, los pediatras consultados han detectado un aumento de neumonías atípicas este año y, fuera de temporada, no sólo en los meses de mayor frío, sino también durante la primavera. Y lo atribuyen a los cambios en el comportamiento de las enfermedades respiratorias después de la cóvida. Hace dos años, por ejemplo, hubo a las puertas del verano una explosión de casos de bronquiolitis, fuera también del calendario habitual. "Ha habido un aumento de neumonías atípicas respecto a la situación habitual, sobre todo prepandemia, porque la pandemia lo dio la vuelta todo", reconoce Xoan González, coordinador de urgencias de pediatría en el Hospital de Sant Pau. ¿El motivo de este aumento? "No lo sabemos. Han pasado tantas cosas extrañas después de la pandemia... En años anteriores hubo un boom de VRS y ahora, a la espera de lo que será el siguiente", dice este médico.

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El año pasado se registraron 9.738 neumonías en menores de 18 años, una cifra similar a la de 2019 (9.791), mientras que durante los años 2020, 2021 y 2022 los diagnósticos fueron muy inferiores (3.867,4. 7.535) por efecto de la covid y los datos no son comparables.

La neumonía es una enfermedad infecciosa que afecta a los pulmones y que es causada por determinados gérmenes, como bacterias, virus u hongos. El neumococo es la bacteria causante de la neumonía más frecuente y la cóvido, el virus respiratorio sincicial (VRS) –responsable de la bronquiolitis– y el virus de la gripe son las causas más frecuentes de las neumonías de origen vírico. En cuanto a las neumonías atípicas, son inflamaciones pulmonares causadas por microorganismos menos habituales y sus síntomas también son ligeramente distintos. Mientras que las neumonías típicas cursan con tos, mocos, fiebre y dificultad respiratoria, las atípicas suelen tener unos síntomas menos agudos, es decir, más leves, como tos seca, fiebre no muy alta –febrícula en muchos casos– y malestar general que puede durar una o dos semanas. "Es más silenciosa y hay quien le llama walking neumonía porque puedes hacer vida normal", explica Xoan González. De hecho, es fácil que suceda sin diagnosticar. "La sensación es que estamos viendo más que hace unos meses, sobre todo en adolescentes y preadolescentes (pero también en niños más pequeños), pero como no es como el VRS, que es muy contagioso, no tenemos una sobrecarga", apunta la pediatra de atención primaria del CAP de Cardedeu, Hortensia Vallverdú.

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"Tenemos ciclos epidémicos cada 3 o 5 años en los que aumenta el número de casos y la incidencia [de determinadas enfermedades]. Ha pasado con la escarlatina, la tos ferina y, ahora, con el micoplasma", indica Toni Soriano, pediatra de la Sociedad Catalana de Pediatría, de la Academia de Ciencias Médicas de Catalunya. Mycoplasma pneumoniae esuna bacteria que causa una gran variedad de síntomas respiratorios, la mayoría leves, y que afecta a menudo a menores de entre 4 y 15 años. "La sensación que tenemos es que ha habido un incremento, pero al no comprometer tanto al paciente, al ser una neumonía menos grave, muchos casos se han resuelto en el CAP y no han llegado al hospital", añade González.

Ahora las neumonías diagnosticadas en la atención primaria están en descenso, pero todavía se mantienen por encima de lo esperable en esta época del año, según datos del Sistema de Información para la Vigilancia de Infecciones en Cataluña . Países como China, Francia o Países Bajos detectaron el pasado otoño un aumento de los casos de neumonía entre menores de 4 a 15 años.

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Tratamiento con antibiótico

Helena es madre de un niño de 7 años. Hacía días que le notaba "apagado", pero explica que "no tenía síntomas que llamaran especialmente la atención". "Un día tenía febrícula, sólo unas décimas, y dos días, no. No se detectó que tenía neumonía hasta que no le hicieron una radiografía", explica.

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"El problema es que el diagnóstico se hace difícil", reconoce Xoan González. La mayoría de neumonías atípicas son causadas por una infección por micoplasma, aunque también puede provocarla un virus u otras bacterias, y "no tenemos herramientas diagnósticas lo suficientemente buenas para que el micoplasma, al no tener paredes celulares, no crece en un cultivo convencional", aclara. Las neumonías típicas, en cambio, habitualmente "causadas por el neumococo, tienen un patrón clínico y de imagen muy sugestivo en el que recogiendo una muestra respiratoria (esput) se puede llegar al diagnóstico", explica Toni Soriano.

El tratamiento también es diferente. Mientras que las neumonías típicas se tratan con amoxicilina, un tipo de antibiótico, las atípicas se tratan con un antibiótico distinto, azitromicina, con una pauta de tres a cinco días. "Hay autores que incluso dicen que se resuelven espontáneamente sin necesidad de dar antibiótico", apunta González. "Pero el tratamiento es tan sencillo que normalmente la mayoría se trata cuando ya tienes el diagnóstico", añade Vallverdú. En general, el curso es bueno aunque, como en todas las neumonías, puede complicarse y hacer un derrame pleural, pero es poco frecuente. También la imagen radiológica es distinta. Si bien los síntomas son "más sutiles" porque el paciente tiene un mejor estado general, a menudo el examen físico y la historia clínica son suficientes para realizar un diagnóstico sin radiografía. "Con la auscultación respiratoria, si ves que no es bronquitis, y tiene tos seca, dolor de cabeza... Si lo vemos claro no hacemos radiografía, salvo que sospeches que hay una complicación", concluye Vallverdú.

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