Vuelve la bronquiolitis infantil, el virus eclipsado por el covid

Reaparecen inesperadamente las infecciones y las hospitalizaciones a las puertas del verano

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Un grupo de niños de Educación Infantil entrando en  el aula con la mascarilla  puesta

Santa Coloma de GramenetLas urgencias pediátricas viven un invierno en pleno mes de junio. El virus respiratorio sincitial (VRS), causante de la bronquiolitis, ha vuelto a las consultas y a las unidades de cuidados intensivos (UCI) después de meses de desaparición forzada por la pandemia. Esta vez, además, se propaga rompiendo los esquemas de los pediatras: hasta ahora era un virus con un comportamiento muy estacional y relacionado con el frío. Entre los meses de noviembre y marzo siempre ha habido los grandes picos de bronquiolitis, pero este año ha habido menos de la mitad de casos de los que se esperaban. En cambio, a partir de abril -ya fuera del calendario habitual para este virus y con el covid cada vez más bajo control- tanto los casos como las hospitalizaciones han repuntado. En la atención primaria, por ejemplo, la semana del 17 de mayo se llegaron a superar los 200 casos en menores de cinco años, una cifra que no se veía desde febrero de 2020.

El VRS se esparce fuera de temporada. "Es un virus que causa una epidemia anual y es muy frecuente que los niños se contagien en invierno. Lo que es excepcional, y no había visto en treinta años de profesión, es que el brote no existiera en invierno y apareciera en la primavera, a las puertas del verano", explica el jefe del servicio de pediatría del Hospital Sant Joan de Déu, Juanjo García. En este centro de referencia para la población infantil, entre octubre y marzo solo un menor ingresó por bronquiolitis. Ahora, y desde mediados de mayo, atienden a 30 a la semana y hay unos cuantos que se quedan hospitalizados. "No llegamos a los niveles de un invierno normal, pero son muchos para la temporada veraniega", afirma García.

En el Vall d'Hebron también hay una quincena de niños ingresados con los bronquiolos inflamados, el doble que hace quince días. En la misma época de ahora hace un año, en medio del covid, no había ninguno, o casi, según el jefe de enfermedades infecciosas pediátricas del centro, Pere Soler. "En febrero ya empezábamos a recibir algunos casos de bronquiolitis. Si bien no estamos ni mucho menos en un pico de 40 o 50 ingresos como pasaba otros años, el ascenso es continuado", explica. Asegura que las guardias de estas últimas semanas se parecen más a las de los meses de octubre y noviembre que a las de junio, y dice que "esto no había pasado nunca".

En los meses más fríos del año, la bronquiolitis es la causa de más de la mitad de las urgencias pediátricas del país. A pesar de que también pueden enfermar, los menores que superan el año no suelen sufrir grandes complicaciones: a medida que se hacen mayores, los síntomas se parecen cada vez más al resfriado común. En cambio, para los padres de los lactantes, la bronquiolitis es una pesadilla. "Puede causarles graves dificultades para respirar y que haya que ingresarlos en el hospital, algunos en la UCI", señala García. Para los pediatras, los brotes de VRS también son uno de los episodios más complejos de gestionar. "A diferencia del covid, en pacientes pediátricos la bronquiolitis sí nos preocupa especialmente: las consecuencias pueden ser muy graves si el menor entra en una UCI, se pueden colapsar las urgencias y las familias pasan un trance", dice Soler.

Mascarillas y restricciones

El año pasado, sin embargo, el coronavirus eclipsó al resto de virus que se propagan por las vías respiratorias y los casos de bronquiolitis bajaron en picado. Prácticamente desaparecieron de los grandes hospitales, si se comparan con el volumen de atenciones en un año de antes del covid. "El 2020 fue el mejor año para la salud de los niños: se redujeron a mínimos todos los virus respiratorios y las neumonías causadas por enfermedades bacterianas", explica García, pediatra del Sant Joan de Déu, donde este invierno se atendieron solo dos casos de bronquiolitis cuando, en un invierno habitual, recibían entre 1.300 y 1.500.

Esta tendencia se ha reproducido en varios países del mundo y las causas específicas se desconocen, pero los expertos atribuyen este giro en los patrones de circulación estacional de los virus respiratorios a las medidas de protección individual y colectiva: el uso de las mascarillas, el aumento del lavado de manos especialmente en las escuelas, el distanciamiento social y las restricciones de movilidad.

La inmunidad ante el VRS es parcial, como con el de la gripe, y la reinfección es posible de temporada en temporada. La ausencia de bronquiolitis durante todo un año, sin embargo, también hace que ahora haya un gran volumen de niños que no han tenido contacto con el virus y, por lo tanto, sean susceptibles a contagiarse en un mismo periodo de tiempo. "Ahora habrá que ver si la desescalada [del covid] nos aumenta los casos o si el hecho de que se acabe la escuela trunca esta circulación", resume Soler.

"No creo que haya un alud de enfermos. Lo más lógico sería que, con el calor y el fin de las escuelas, la curva se quede una semanas al mismo nivel y después baje", plantea Juanjo García. Con todo, el pediatra admite que hay mucha incertidumbre entorno al patrón de comportamiento que tendrán a partir de ahora los virus respiratorios. "Puede ser que pierdan su estacionalidad hasta que se enderece un poco la situación pandémica, puesto que el covid se quedará como un virus más. Esto no significa que necesariamente aumente la gravedad de los casos del VRS, pero todo indica que iremos a destiempo, como estamos viendo ahora", concluye.

Fijarse en otros países

El artículo Efectos inciertos de la pandemia sobre los virus respiratorios, publicado en la revista Science, también constata que a medida que las restricciones se relajan y los programas de vacunación contra el covid aumentan, los países empiezan a informar de un aumento de la actividad y la circulación de ciertos virus epidémicos. “¿Qué se puede esperar una vez disminuya la pandemia y se eliminen las medidas de contención? Si hay una reducción de la inmunidad [a los VRS] entre la población, los virus respiratorios endémicos podrían resurgir con patrones atípicos o con tasas de ataques elevadas (riesgo de infección mayor durante un periodo de tiempo específico) debido a la gran población susceptible”, plantea el estudio.

Los pediatras consultados por el ARA admiten que el comportamiento de los VRS en países del hemisferio sur, como Australia, puede ser un aviso para el resto del mundo, especialmente en Europa. "Australia controló el covid con relativa facilidad, pero cuando se quitaron la mascarilla y la población se relajó, que lo hizo bastante rápido, fueron los primeros en tener un pico muy importante de bronquiolitis", subraya Soler, pediatra del Vall d'Hebron.

Por otro lado, los expertos también remarcan que en muchos países de América Latina el covid ha ejercido un "efecto nicho", puesto que tienen mucha propagación de coronavirus y poca del VRS, mientras que en Francia, por ejemplo, hace semanas que los dos virus circulan al mismo tiempo. "Posiblemente porque ahí son más laxos en el cumplimiento de las restricciones", añade Soler.

¿Y qué pasa con Catalunya? Según el pediatra, como hay menos circulación del covid, y a pesar de que no se han retirado todas las medidas, la flexibilización ha abierto la puerta a otros virus respiratorios. En el ámbito estatal, de hecho, donde se está viendo un aumento de estos casos es en las dos zonas más densamente pobladas y con más interacción social: Barcelona y Madrid, con sus áreas metropolitanas.

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