Denuncian retiradas peligrosas de amianto en Barcelona: "Nadie controla si se desprenden fibras"
Varias asociaciones han presentado hasta cinco denuncias a la Administración para que los trabajos se hagan respetando la normativa

Barcelona"Si los ataúdes de los muertos [por el amianto] estuvieran a la vista de todos en las obras, las autoridades harían algo". Así de contundente es Miguel Moreno, de la Asociación Jubilados de Macosa-Alstom Afectados por el Amianto, cuando denuncia que todavía hoy se detectan muchas operaciones de retirada de ese material peligroso sin las obligatorias medidas de seguridad. No aprendemos, asegura, y reclama mayor vigilancia cuando se ha demostrado que la exposición a este material tiene una relación directa con enfermedades mortales como el cáncer de pulmón.
La Asociación de Jubilados, junto con la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB), piden que se retire el amianto que queda en Barcelona, pero que se haga siempre con las condiciones adecuadas. Denuncian que se han encontrado varios casos de retiradas peligrosas en barrios como la Verneda, Poblenou o el Eixample, en los que los trabajadores no llevan ni las herramientas ni el vestuario de protección adecuado para exponerse a un material que "mata" si se respiran sus fibras.
Los trabajadores no son las únicas personas en riesgo, subrayan las entidades, ya que los vecinos de las zonas donde se hace la retirada y cualquier persona que pase por estas áreas también están expuestos al peligro. Moreno ha puesto como ejemplo algunas actuaciones que han visto en las que se han utilizado escobas para recoger el polvo del suelo. "Esto ya sería motivo suficiente para detener de forma automática una obra si un inspector la revisa", ha dicho. "Están retirando al amianto de cualquier manera, y no hay ninguna administración que controle si se desprenden fibras en el ambiente", añade Joan Maria Soler, miembro de la FAVB.
Una de las herramientas que utilizan las asociaciones para cambiar la situación son las denuncias en las administraciones públicas. Hasta ahora han presentado unas cinco, pero consideran que no están dando resultado. Uno de los casos recientes más escandalosos de retirada peligrosa de amianto ha sido el del tejado de la antigua sede de'El Periódico, en pleno distrito del Eixample. Bea Beza, una de las vecinas afectadas, explica que el amianto "es como una ruleta rusa: a mayor concentración, mayor peligro". Ella destaca que aunque los trabajadores pueden tener protección, los vecinos no; por tanto, viven con el miedo, la angustia y la incertidumbre constante de no saber si en veinte años desarrollarán una enfermedad que podría matarles.
Para retirar al amianto de una infraestructura, primero se necesita un plan de trabajo que la empresa que hará el desamiantaje debe presentar y que debe ser aprobado antes de empezar la obra por las autoridades públicas. Independientemente de ello, también es necesaria una licencia de obras que debe solicitarse al Ayuntamiento. A pesar de este proceso, las asociaciones consideran que las operaciones no están suficientemente supervisadas, ya que existe una gran falta de inspectores. "No puede que sólo haya uno en Barcelona. Que pongan los que sea necesario, tanto desde el Ayuntamiento, como desde Trabajo o Medio Ambiente. Pero que lo hagan, que asuman la responsabilidad. Queremos un responsable para el desamiantaje, y lo queremos ya", ha reclamado Moreno.
El Govern calcula que todavía hay unos cuatro millones de toneladas de fibrocemento y entre 6.000 y 30.000 toneladas de otros materiales que contienen amianto en Catalunya. Ahora, con la nueva ley para la retirada del amianto, que se está tramitando en el Parlament, las asociaciones temen que haya una "ola" de peticiones de permisos de retirada antes de que esta normativa entre en vigor, ya que se endurecerán las exigencias de seguridad en este tipo de trabajos.
El dolor como motor de cambio
La lucha de los trabajadores de Macosa-Alstom afectados por el amianto viene de lejos. "De los casi 40 trabajadores de la empresa, unos 17 han muerto a causa de una enfermedad que casi sólo es provocada por el amianto. ¿Qué necesitan? ¿No vemos que se paren los trabajos ni que se tomen medidas. Esto es un ataque a la salud pública, un desprecio hacia la seguridad pública, y lo podemos catalogar como una actitud criminal", ins.
El amianto (o asbesto) es un producto mineral de gran durabilidad y coste reducido, que se utilizó en gran cantidad durante la segunda mitad del siglo pasado para la construcción y la industria. Este material está prohibido en España desde 2002, y, de hecho, ya en 1977 la OMS lo había clasificado como sustancia cancerígena del grupo 1. La inhalación de fibras de amianto pone en peligro la salud de la población cuando los materiales que contienen están dañados o degradados por el paso del tiempo o por las inclem. De hecho, la vida útil del amianto es entre 30 y 40 años y los expertos alertan de que es el momento de preocuparse: los edificios o elementos que contienen el tóxico están muy degradados.