'La sonnambula' camina por el Liceu en clave feminista
Nadine Sierra y Xabier Anduaga protagonizan la ópera de Vincenzo Bellini, con puesta en escena de Bárbara Lluch

BarcelonaConsiderada una de las obras del repertorio operístico más difíciles de todos los tiempos y una insignia del bel canto, La sonambula, de Vincenzo Bellini, regresa al Gran Teatro del Liceo después de once años. La soprano norteamericana Nadine Sierra y el tenor vasco Xabier Anduaga son los protagonistas de una nueva versión realista de la pieza dirigida escénicamente por Bárbara Lluch, centrada en la vivencia de Amina. Tras su paso por el Teatro Real de Madrid y el Nuevo Teatro Nacional de Tokio, la ópera estará en Barcelona del 22 de abril al 8 de mayo, con una función adicional Under35 (para menores de 35 años) el 16 de abril, interpretada por la soprano Caterina Sala y el tenor Omar Mancini en los papeles principales.
"Suelo empatizar mucho con los personajes femeninos, y cuando me imaginé el mundo en el que vivía Amina vi que era un lugar bastante duro", explica Lluch. En la historia de Bellini, el amor entre Amina y Elvino se ve truncado cuando ella, víctima del sonambulismo, es acusada de infidelidad y juzgada cruelmente por el pueblo. A partir de la música y el argumento original del autor, Lluch realiza una lectura del libreto desde la perspectiva de la protagonista para hablar de temas de actualidad como "el acoso, las relaciones tóxicas, el maltrato o la violencia doméstica". "Si sólo escuchas el bel canto de La sonambula y no estudias el libreto, es fácil que te dejes llevar por su belleza y no entiendas de qué habla”, apunta Lluch.
Acompañada de la dirección musical de Lorenzo Passerini y la escenografía de Christof Daniel Hetzer, la directora de escena ambienta el relato en un espacio nocturno y gótico, en el que Amina lucha contra sus temores internos y la intolerancia del pueblo. El vestuario de Clara Peluffo y el diseño de iluminación de Urs Schönebaum refuerzan la estética onírica, atemporal y del claroscuro de la propuesta, que simula la pesadilla que vive la protagonista. "Me gusta poner las óperas en lugares donde puedan resonar con el público y sea él quien decida cuándo y dónde estamos", dice Lluch. La danza también juega un papel importante en el espectáculo, puesto que los demonios internos de Amina son representados por los bailarines de la compañía Metamorphosis Dance, con coreografía de Iratxe Ansa e Igor Bacovich.
"Len sonambula es la esencia misma del bel canto", constata Passerini. Inspirada en un vodevil del francés Eugène Scribe, la ópera fue un gran éxito en Italia y en todas partes, y consolidó a Bellini como uno de los grandes de su tiempo. "Yo tengo una relación especial, porque vivo en el lago de Como, que es donde Bellini la compuso las de un gran musical con L'' más perfectos y difíciles de la breve carrera del compositor, que exigen un alto virtuosismo interpretativo. La sonambula, "lleno de contrastes" que fluctúan entre la paz y una gran energía, Passerini explica que es necesaria una dedicación absoluta por parte de todo el equipo. Por eso, el director también ha destacado el gran trabajo de la orquesta del Liceu y el coro.
Nadine Sierra, protagonista de la temporada
El repertorio que canta Amina en La sonambula todavía se considera hoy uno de los más complicados de la historia y sólo está al alcance de las voces más brillantes. En esta versión, la interpreta la soprano estadounidense Nadine Sierra, una de las mejores voces ligeras de la actualidad. "Estoy muy ilusionada con este proyecto. Cuando lo hicimos en Madrid fue un éxito, y creo que en el Liceu puede llegar a ser histórico". La cantante vuelve al Liceu después de su éxito como Violetta Valéry en La traviata, de Verdi, y su último concierto en solitario. Próximamente, volverá a interpretar a Maria, del musical West Side Story, en un concierto de la Orquesta del Liceo dirigido por Gustavo Dudamel. El tenor vasco Xavier Anduaga también interpreta con virtuosismo a Elvino, y completan el repertorio el bajo-barítono Fernando Radó, la mezzosoprano Carmen Artaza y la soprano Sabrina Gárdez.