Salud

El auge de virus del otoño ya anticipa la ola de gripe y cóvido

Los CAP atienden un goteo de resfriados y bronquiolitis y las neumonías en menores de 14 años repuntan

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La fachada del CAP La Sagrera, en una imagen de archivo.

BarcelonaLas enfermedades respiratorias crecen desde hace cinco semanas, pero ni la gripe ni el coronavirus están en pleno auge. Los últimos datos actualizados, de entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre, constatan que la tasa de infecciones agudas sube ya hasta afectar a 747 personas por cada 100.000 habitantes (en cifras absolutas, son 58.800 casos) y eso significa que Cataluña se encuentra en el inicio de una ola epidémica, favorecida por la bajada de temperaturas de los últimos días. Mientras las autoridades sanitarias se miran las tendencias virales expectantes, también se observa un aumento de las neumonías, principalmente en menores de edad, así como de las faringitis estreptocócicas y de la escarlatina.

Los rinovirus, causantes de los resfriados, lideran esa subida de casos (representan el 30% de las notificaciones), mientras que el virus respiratorio sincicial es el que más crece en la última semana. El causante de la bronquiolitis infantil ya se encuentra en un umbral de transmisión moderado, con una tasa de 13 casos por cada 100.000 habitantes, alejada de la registrada el pasado año estos periodos (22 casos). La gripe también va en ascenso, pero sigue a niveles bajos de transmisión –se están notificando 57 casos por cada 100.000 habitantes– y la propagación del coronavirus, pese a escalar en segunda posición como virus más frecuente, sigue estable.

La previsión que hacen los expertos consultados es que los registros sigan aumentando en las próximas semanas y que el pico de casos –el momento con mayor población afectada– pueda darse dentro de dos o tres semanas, coincidiendo con Navidad. "Estamos dispuestos a cualquier crecimiento, porque sabemos que tendremos cada vez más casos, pero de momento no estamos observando ningún cambio o hecho excepcional que pueda marcar una tendencia diferente o la introducción de un patógeno o patrón de comportamiento diferente", valora al 'AHORA el subdirector general de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de Salud Pública, Jacobo Mendioroz.

Más neumonías

Desde la irrupción del coronavirus ha habido una modificación de la tendencia y comportamiento del resto de virus. Ha habido inviernos prácticamente sin gripe y picos de VRS fuera de temporada. El año pasado se recuperó cierta normalidad, con la aparición de la bronquiolitis unas semanas antes que la gripe, que acabó impactando en dos períodos distintos. "Este año creemos que las curvas se comportarán de forma similar a la del año pasado, pero tenemos un cierto grado de incertidumbre sobre cómo evolucionarán los contagios o cómo se incorporará el coronavirus en picos epidémicos", dice Mendioroz.

Por ahora, el VRS se ha retrasado un par de semanas respecto a un año prepandémico, posiblemente porque está costando que el invierno arranque, y es ahora que repunta, seguido de la gripe. En cambio, el cóvid-19 está estable. "No hay signos de ola epidémica", afirma Mendioroz en ese sentido. Y añade: "Nos quedan semanas de temporada epidémica y estamos a tiempo en vacunarnos o inmunizarnos por lo que pueda llegar en las próximas semanas". El mensaje es importante sobre todo para la población de 60 años para arriba, considerada colectivo de riesgo.

Sin embargo, existe un crecimiento de los diagnósticos de neumonías que obliga a monitorizar y analizar las posibles causas "dada la situación epidémica internacional". En las últimas semanas, países como China, Francia o Países Bajos detectaron un aumento de los casos de neumonía entre menores de 4 a 15 años. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido más información a los países que observan esta escalada de casos, pero nada hace pensar que haya ningún virus emergente, sino el Mycoplasma pneumoniae, una bacteria que causa una gran variedad de síntomas respiratorios, la mayoría leves, y que afecta a menudo a menores de entre 5 y 15 años.

"Tenemos una cierta tranquilidad porque no parece que evolucionen de forma grave. Puede que los virus estén recuperando su circulación normal o que nos aproximamos a niveles de transmisión prepandémicos de todos los patógenos. Y eso no quiere decir necesariamente que deba ser peligroso", valora Mendioroz.

Goteo en los CAP

Dos de los principales indicadores para la evaluación de la situación epidemiológica del país son asistenciales. En primer lugar, los diagnósticos que realizan los centros de atención primaria (CAP). El goteo de pacientes que llegan a los CAP con síntomas respiratorios se ha acelerado respecto a la semana pasada, según el médico de familia en el CAP Sanllehy de Barcelona y miembro de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic), Jordi Mestres.

"Vamos viendo más casos, pero la curva todavía tiene que subir bastante más. De momento estamos dentro del umbral esperable, no vemos un incremento exagerado", explica. Normalmente, los picos de gripe se dan en la segunda quincena de diciembre y se alargan hasta enero. "De momento, atendiendo a los datos, estamos en una situación relativamente similar a la del año pasado y la anterior. Ahora tenemos que ver si los sobrepasamos o no", añade Mestres.

Por otra parte, están las urgencias hospitalarias. A día 30 de noviembre, el dato más actualizado que da el departamento de Salut, la cifra total es de 18.042, de las que 1058 terminaron con ingreso hospitalario (5,9%). "Ambos indicadores se mantienen dentro del rango de la normalidad en estas fechas en todos los grupos de edad", se insiste desde el Sistema de Información para la Vigilancia de Infecciones en Catalunya (Sivic). En cuanto a las hospitalizaciones por coronavirus, hay 363 personas ingresadas, una veintena más que hace dos semanas, y 8 en cuidados intensivos.

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