Reproducción asistida: "Es un falso mito pensar que no pasa nada si pospongo la maternidad"
Pese a los grandes avances de los últimos años, las inseminaciones artificiales y las fecundaciones in vitro tienen unas tasas de éxito del 13,7% y del 43,8%, respectivamente
BarcelonaUna de cada seis personas tiene problemas de infertilidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y uno de cada 10 niños ya nacen por técnicas de reproducción asistida en el Estado —en el 2022 fueron 39.546 bebés, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), nacidos de 16719. in vitro (FIV) y 31.635 inseminaciones artificiales (IA)—. Aunque el éxito de estas técnicas es indiscutible, las cifras ya dejan entrever que pasar por un proceso de reproducción asistida no es coser y cantar. Las tasas de éxito, que dependen de la edad y de otros factores, son del 13,7% en caso de inseminación artificial, y del 43,8% en cada ciclo dein vitro que llega a la transferencia embrionaria (cuando se deposita el embrión en el útero), lo que sucede en un 60% de los ciclos iniciados.
Francesc Fàbregues, médico especialista en ginecología y obstetricia en el Hospital Clínic, asume responsabilidades. "Ha habido avances importantes, el acceso a las técnicas es fácil, ha habido mucha innovación. Quizás por eso, de alguna manera, hemos transmitido que era más fácil de lo que realmente era —explica—. Hemos trivializado un poco que no hay para tanto, y no es así. Tiene una carga emocional brutal, incertidumbres terribles, y todo". El doctor es partidario de explicar el proceso muy bien desde el principio porque puede traer "frustraciones y desencanto". Detrás del doctor, en la consulta, hay muchas fotografías de bebés que han nacido gracias a técnicas de reproducción asistida. Aunque son muchos, Fàbregues concluye: "Si colgáramos en una pared los fracasos, quizás ocuparía mucho más de lo que ves allí". Cada estimulación es -dice- "como una partida de cartas": "Hay nuevos óvulos, a veces fecundan, a veces se implantan, ya veces no".
"Es un falso mito pensar que no pasa nada si pospongo la maternidad; me pongo a los 40 y me hago una FIV", añade Ana Polo, jefe de servicio de medicina reproductiva en el Hospital de Sant Pau y la Fundació Puigvert, que recuerda que en edad fértil, entre los 20 y 25 años, la tasa de fertilidad sin ninguna afectación en la fertilidad. Aunque con la reproducción asistida se están mejorando mucho los resultados, el retraso de la maternidad hace que bajen estas tasas, que con 40 años rozan el 20% por transferencia con una in vitro. Aunque se alcance el objetivo, los abortos se producen en un 22% de los casos, una cifra similar a la de los embarazos naturales.
Una carrera de obstáculos
El impacto emocional de la estimulación ovárica —las hasta tres inyecciones simultáneas con hormonas durante 10-12 días en horario regular—, el malestar y la inhabilitación de entre 24 a 48 horas después de la punción ovárica —una operación con sedación anestésica—, la angustia de la llamada beta5 hacerse la prueba de embarazo—, son seguramente las fases más difíciles de una FIV. Es un proceso que Polo describe como "una carrera de obstáculos" (ver la infografía) y que puede tener un impacto psicológico en las pacientes.
A esto se le añade el coste económico si se hace por la sanidad privada, en la que un proceso dein vitro puede tener un precio de 8.000 euros por ciclo aproximadamente, si se suma el precio de la medicación. Se encuentran obligatoriamente las pacientes que han agotado los dos intentos en la sanidad pública, las que tienen más de 40 años o las que ya tienen un hijo por embarazo natural. También las que no pueden sostener las listas de espera de la sanidad pública, actualmente entre 6 y 12 meses aproximadamente, a la espera de una lista única que haga de vía de entrada para todos los servicios de reproducción asistida de los hospitales catalanes.
Un problema social
Como "el reloj biológico no coincide con el social", Polo considera que es necesario apostar por una educación sexual para que las mujeres "sepan en qué momento empezarán a tener menos fertilidad y puedan planificar su descendencia". Ahora bien, no se puede ir en contra de la realidad social, apunta: "Cada vez tendremos a mujeres mayores. España es el país que tiene más mujeres de 40 años embarazadas y con hijos de Europa".
Y es que los expertos coinciden en que la reproducción asistida apenas existiría si no hubiera un retraso cada vez más exacerbado de la maternidad. Los motivos son, según la última encuesta de fecundidad del Instituto Nacional de Estadística (INE), la suma de razones laborales, de conciliación de la vida familiar y laboral, y las económicas, en un 30% de los casos; además de no tener pareja estable. "Estamos solucionando un problema social, no médico", afirma Fàbregues.
El primer nacimiento in vitro fue en 1978. Hoy hay 12 millones de personas en el mundo gracias a esta técnica "Ha sido vertiginoso y hay muchas cosas que aún no conocemos", admite Fàbregues, que considera que "la innovación es tan espectacular que no es comparable con ningún otro ámbito de la medicina", tratamientos se han reducido entre 10 y 12 días, la punción se hacía sin anestesia o con anestesia local y ahora se hace con sedación completa, y la transferencia se hacía el día 3 desde la fecundación, mientras que ahora se hace el día 5 porque la investigación ha demostrado que hay mayor probabilidad de éxito. incubadoras de embriones, que ahora permiten ver el proceso sin tener que abrirlas e, incluso, en algunas clínicas privadas, permiten que las pacientes puedan realizar su seguimiento a través de una aplicación móvil.
Otra diferencia sustancial es el hecho de que se han reducido mucho los embarazos múltiples mediante la regulación de la ley, que en 2006 limitó el número máximo de embriones a tres, pero también porque los profesionales insisten en realizar las transferencias de una en una debido al incremento de los casos de éxito y la mejora de las técnicas de congelación de los embriones, que permiten unos resultados descongelación.
Además, son especialmente significativas las mejoras en el denominado diagnóstico genético preimplantacional, que permite diagnosticar enfermedades en el embrión antes de la transferencia. tenga el gen de la enfermedad hereditaria en cuestión, sino mirar el número de cromosomas para descartar a otras enfermedades.
Cada vez más mujeres son madres a los 40 años, pero "la vida funcional de los ovarios deja de funcionar a partir de los 40 o antes". Para Fàbregues, éste es el principal reto de futuro: "Tener opciones para alargar la vida media del ovario".
Por eso, la investigación trabaja para entender el envejecimiento de estos órganos , que no sólo permitiría aumentar la natalidad, sino también alargar la vida de las personas, ya que su paro comporta efectos en las hormonas, las células y otros órganos.
Todo está muy controlado en una FIV, menos en el momento en que el embrión se deposita en el útero para su implantación. Es quizás la parte del proceso más misteriosa, considera el doctor. “Durante los días de espera están pasando cosas que no sabemos.