La arquitectura responsable vuelve a protagonizar los premios FAD
Entre los finalistas hay unas viviendas con materiales naturales en Palma y el nuevo Museo Munch de Oslo
BarcelonaLa arquitectura más comprometida con la sostenibilidad y los retos globales vuelve a ser protagonista en la 64.ª edición de los premios FAD de arquitectura: algunos de los arquitectos del Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) que ganaron en el 2018 son finalistas de la edición de este año por ocho viviendas de protección pública de alquiler en Palma proyectadas con materiales naturales –algunos de los cuales son reutilizados– y con técnicas locales. El jurado destaca el uso del marés estructuralmente y no solo como cierre, y el aislamiento, hecho –como los pisos premiados en 2018– "con el exceso de alga posidonia de las playas mallorquinas".
En el otro extremo en cuanto a las dimensiones y la ambición urbana, pero también con afán ambiental, está el nuevo Museo Munch en Oslo, de Juan Herreros y Jens Richter, en la categoría internacional, por la idea "transgresora" de hacer un museo en altura y "la permeabilidad y la capacidad cívica de la planta baja, que hacen que el edificio sea generador de actividad y polo de atracción urbano", como dice el jurado de esta categoría. En la misma categoría está la escuela de secundaria CEM Kamanar de Senegal, de David García –uno de los restauradores de la Casa Vicens de Antoni Gaudí–, que recuerda la Nave Gaudí de Mataró.
También es finalista otro bloque de viviendas de Barcelona del estudio Arquitectura-G, porque completa con "sentido, sensibilidad y claridad conceptual" la manzana del Poblenou donde se encuentra, y una casa entre medianeras del mismo estudio en la calle Costa, protagonizada por un porche que rodea un patio que organiza el funcionamiento de la casa. "No hay pasillos, solo espacios continuos que pueden ir apareciendo o desapareciendo", dice el acta del jurado. Hay otra casa finalista, la Casa Azul de Ricardo Bak Gordon en el Alentejo (Portugal), por "la reflexión sobre la relación entre el hábitat y el paisaje".
En el terreno de las equipaciones en Catalunya, son finalistas lo CAP Cotet en Premià de Dalt, de Jordi Badia, porque huye de los estereotipos de los centros de salud, porque demuestra que se puede construir con precios ajustados sin tener que recurrir a los prefabricados y por una "atmósfera interior" que quiere dignificar a los pacientes. "Reflejo de un diseño contundente, se evidencia que la limitación de los materiales no choca con la negación de sus variantes constructivas", dice el jurado. También ha entrado en la selección final una operación arriesgada: la rehabilitación de la antigua prisión de Reus para ubicar el Centro Social el Roser, obra de Josep Ferrando y David Recio (Josep Ferrando Architecture) y Xavier Gallego (Gallego Arquitectura). El jurado destaca "la precisión, la lógica y la sensibilidad de la intervención, que potencia un nuevo uso urbano para la ciudad de Reus".
Reactivar el puerto de A Coruña y una plaza en Olot
En la categoría de interiorismo destacan entre los finalistas la respetuosa habilitación de la Casa Barrios en la Alhambra para exponer el legado musical de esta familia, del arquitecto Juan Domingo Santos, y la reconversión de unos antiguos silos de Cementos del Cantábrico en el puerto de A Coruña para convertirlos en un espacio cultural, con motivo de la exposición Peter Lindberg. Untold strories. Y en la categoría de ciudad y paisaje, la reactivación de la Plaça del Carme de Olot, de los arquitectos Eduard Callís Freixas y Guillem Moliner, "una suma de intervenciones que actúan sobre el abandono de las plantas bajas y la degradación de barrios centrales", como dice el jurado.
Para acabar, en el terreno internacional hay dos intervenciones efímeras con sello catalán: el montaje del pabellón catalán de la pasada Bienal de Arquitectura de Venecia, Aire, de la arquitecta Olga Subirós, y un patio hecho con piezas de hormigón de TEd’A arquitectos dentro de una exposición en la Utzon Center en Aalborg (Dinamarca) que analizó el impacto de la arquitectura nórdica en la catalana y española de los últimos veinte años titulada With love from Spain.
A esta edición se han presentado un total de 434 proyectos: 212 en la categoría de arquitectura, 133 en la de interiorismo, 38 en la de ciudad y paisaje y 51 en la de intervenciones efímeras.