La casa señorial del Eixample que está recuperando el esplendor

BarcelonaEnric Llorens Grau fue uno de los industriales más destacados de la Barcelona de hace un siglo. Vinculado al mundo del cacao, Llorens dejó huella en la ciudad de Barcelona con su vivienda, una casa señorial en la esquina de la calle Còrsega con Enric Granados. La Casa Enric Llorens fue proyectada por el maestro de obras de origen extremeño José Pérez Terraza, y el resultado fue tan extraordinario que el Ayuntamiento la reconoció en 1907 con una mención honorífica al concurso anual de edificios artísticos.

Actualmente el edificio, que está catalogado como bien cultural de interés local (BCIL), vuelve a estar en obras para realizar una decena de apartamentos de lujo, y los promotores han aprovechado la ocasión para reconstruir dos de los elementos perdidos más emblemáticos: las dos torreones con cúpulas punzales que había en la parte central. Estos elementos pueden reconstruirse gracias a la existencia de diferentes fotografías.

Está previsto que las obras de los torreones y los medallones estén terminadas entre finales de año y principios del 2026, y más adelante comenzará la tercera fase de los interiores. "La rehabilitación de la Casa Llorens tiene como propósito devolver el valor histórico, arquitectónico y simbólico de un edificio que fue galardonado por el Ayuntamiento de Barcelona por su singularidad y mérito artístico", explican los promotores de la obra, el fondo de inversión Autonomy Capital. No se ha podido determinar la fecha de la desaparición de los torreones y los medallones: podría ser que se hubieran derribado para realizar una remonta pero que el proyecto no hubiera salido adelante, o que hubieran quedado afectados durante la Guerra Civil. El bisnieto de Pérez Terraza, Josep Maria Galindo y Pérez, recuerda haber oído que "el peso de los torreones estaba comprometiendo la terraza".

"Este inmueble fue, en su día, un emblema del esplendor modernista y del estilo de vida de la burguesía barcelonesa. Más de un siglo después, nuestro objetivo es que vuelva a ser lo que fue: un icono de la ciudad", dice la promotora. Las obras incluyen la construcción de una remonta con un sobreático de 250 metros cuadrados, cuyo impacto quedará apaciguado por los medallones y la cerámica de la cubierta. Como curiosidad, Pérez Terraza hizo tres de las cuatro casas que hacen chaflán en el cruce Córcega con Enric Granados Pérez. La más ambiciosa es la Casa Llorens; las otras dos fueron para el farmacéutico y empresario Frederic Vallet.

Los arquitectos encargados de la rehabilitación son Cristina Díaz Moreno y Efrén García Grinda (amid.cero9), conocidos por su atrevida intervención en la Institución Libre de Enseñanza en Madrid, y Javier Trilla García. "Este proyecto tiene un elemento diferencial, que es que nos encontramos con un edificio que había perdido la coronación, y estaba el deseo de recuperarlo para la ciudad. Esto marcó mucho todo el resto del trabajo", explican Cristina Díaz Moreno y Efrén García Grinda. "Pero apenas había información, y los dibujos no se correspondían a lo que se construyó –explican–. Así que hemos tenido que investigar para intentar ser muy fieles a lo que había y conseguir que la remonta estuviera en concordancia con la escalera y la presencia de todos aquellos elementos originales".

Un edificio magnífico por dentro y por fuera

De la Casa Enric Llorens, el jurado del concurso municipal destacó la "suntuosidad" y "las fuertes sumas" que Llorens había invertido para "llamar la atención y contribuir al embellecimiento de la barriada noroeste del Eixample". Los interiores eran "igual o más" elegantes que el exterior y, como era habitual, la planta principal era la más adornada del edificio, siendo las superiores más sencillas. "La intervención combina el know-how de los mejores oficios tradicionales con tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial, la impresión robótica o el modelado 3D", asegura la promotora de la obra, que retirará las capas de pintura moderna para recuperar el cromatismo original del edificio. "Una de las razones por las que hemos adaptado las técnicas tradicionales es la necesidad, porque muchos de los artesanos ya no existen o porque es muy complicado hacerlo de forma convencional", dicen los arquitectos. "En el caso de los medallones hemos utilizado técnicas de modelado 3D muy avanzadas, incluso procesos de fresado con brazos robóticos para alcanzar la precisión necesaria y que el modelado pareciera hecho con los dedos", añaden. Así, los adornos "vibrarán" y no parecerán "artificiales".

En cuanto a la cerámica, que están desarrollando con Cerámica Cumella, habrá dos tipos: las piezas de los torreones serán una reproducción de las escamas tradicionales; las de la cubierta de la remonta, en cambio, están pensadas para que esa parte "prácticamente desaparezca". "Desde la calle sólo se verá un pequeño juego de luces y sombras, como si en el cielo ocurriera algún fenómeno curioso", explican los arquitectos.