Arte

Daniel Steegmann Mangrané, uno de los artistas catalanes con mayor proyección internacional

El Macba dedica su primera retrospectiva al creador barcelonés forjado en Brasil

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El artista Daniel Steegmann Mangrané en el Macba

BarcelonaAntes que artista, Daniel Steegmann Mangrané (Barcelona, ​​1977) quería ser biólogo. Estaba "totalmente obsesionado" por su tropical, como dice él mismo, y acabó marchando a Brasil después de ver dos exposiciones de Ligia Clark y Hélio Oiticica en la Fundació Tàpies. Tenía previsto pasar tres meses, y ha pasado los últimos veinte años. Volvió hace cerca de un año, y ahora el Macba le dedica su primera retrospectiva hasta el 20 de mayo del 2024, titulada Daniel Steegmann Mangrané. Una hoja en el sitio del ojo. Será una oportunidad muy buena para que el público de aquí descubra a un artista que es más conocido fuera que aquí.

Durante estos años Steegmann se ha convertido en uno de los artistas catalanes con mayor proyección internacional y su obra puede verse en una colección de arte contemporáneo tan sonada como la Colección Pinault expuesta en la Bolsa de Comercio de París. "Hay una manera de hacer en el arte producido en Cataluña que hace referencia a lo vernáculo y pobre, que acoge la fragilidad, pero al mismo tiempo es un arte trascendental, una tradición que comprende desde el románico hasta Miró y Antoni Llena, y que llega hasta David Bestué. Esta es también mi cultura material, pertenezco a esta tradición y me reconozco", dice Steegmann.

Daniel Steegmann Mangrané se marchó de Barcelona con cierto desencanto. "Tenía ganas de que pasaran más cosas, de un contexto más vibrante. En Brasil no buscaba una carrera, sino un contexto en el que mi obra pudiera crecer. Brasil tiene un contexto cultural extremadamente vibrante, y no hablo sólo de la producción artística , literaria o musical, sino de la cultura del país, la forma de ser de su pueblo, su capacidad de reinventarse cada día, su sensualidad y su potencia.En Brasil la creatividad es una cuestión de supervivencia. en Europa te das cuenta por qué se llama el Viejo Continente: estamos llenos de quejas y reumas, anquilosados", advierte el artista.

En cuanto a la retrospectiva, Steegmann cree que le coge en el momento ideal "para hacer una pausa y analizar lo ocurrido en los últimos años". "Ahora haré un año sabático precisamente para nutrirme y tener tiempo de dedicarme a otras iniciativas que hace demasiado tiempo que he dejado banda. Viene un tiempo de reflexión y de conexión con lo que me mueve, creativa y vitalmente", explica .

Como indica el título de la muestra, Steegmann plantea una profunda relación con la naturaleza. "La obra de Daniel nos hace repensar nuestra relación con el entorno, de una forma más holística, rompiendo con los dualismos que ha traído el pensamiento colonial", afirma Hiuwai Chu, la jefa de exposiciones del MAcba y comisaria de la muestra junto con el portugués João Laia, el comisario jefe de Kiasma, el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Finlandia, donde la exposición pudo verse entre marzo y septiembre. "Su obra también está muy inspirada en las cosmologías amerindias donde todo tiene un espíritu humano. Su obra nos aporta una mirada no antropocéntrica que da espacio y agencia a todos los elementos de nuestro entorno", dice Chu.

Detalle de la obra de Daniel Steegman Mangrané 'Elegancia y renuncia'.

Aun así, Steegmann no se plantea cómo el regreso a Barcelona puede afectar a su obra. "No veo ese regreso como definitivo –explica el artista–. Aún mantengo un pie en ese país que me ha dado tanto. Ahora estoy aquí por una temporada, seguramente en los próximos años, pero el futuro es muy amplio para ponerle límites: Quizás volveré a vivir en Brasil o quizás en algún otro país.La selva seguirá siendo un lugar de fascinación e inspiración y seguiré implicado desarrollando proyectos artísticos, educativos y activistas.De hecho, uno de los proyectos a los que quiero dedicarme próximamente es la creación de una fundación dedicada a la preservación y estudio de la selva tropical".

Este afán de protección de la selva ha sido aún más urgente durante los años que Jair Bolsonaro ha gobernado en Brasil. "Han sido unos años extremadamente deprimentes, de una violencia y una corrupción inimaginables. Él quizás ya no está y seguramente acabará en prisión. Pero el proyecto bolsonarista, encarnado por una parte de los evangélicos y por los diputados afines al agronegocio, sigue vivo y fuerte. La deforestación se ha reducido un 27% en el primer año de mandato de Lula, pero sigue en cifras récord, así como continúan los asesinatos de indígenas y ambientalistas", lamenta Steegmann.

La gran sala central de la retrospectiva de Daniel Steegmann Mangrané en el Macba.

Un artista siempre inquieto

La exposición incluye una treintena de obras de los últimos veinticinco años. Lo primero que llama la atención es la diversidad de medios en los que trabaja, desde la acuarela, la fotografía, la escultura, el vídeo y los hologramas. "Siempre me ha gustado encontrarme al inicio de un proceso, hacer cosas que no sé hacer. Esto me obliga a colaborar con otras personas y profesionales. Lo importante es que el proceso de hacer una obra me lleve a sitios donde no tenía ni idea de que se podía llegar", dice.

Captura de la animación procesal de Daniel Steegman Mangrané 'A dream dreaming a dream'.

El recorrido arranca con dos primeras obras: un conjunto de más de doscientas pequeñas acuarelas de una serie más amplia, con las que Steegmann explora cuestiones como el espacio, el tiempo, el movimiento y la narrativa, y una Tabla de objetos, muchos de ellos hechos con ramas, que es una metáfora de su estudio. Y la exposición estalla con una gran sala central con una fuerte carga sensorial, en la que destacan el mismo suelo, titulado Paisaje de posibilidades, unos hilos de luz que cambian según las condiciones ambientales y un pabellón que lleva un fragmento de naturaleza, incluso con insectos, en la sala del museo. También hay otro pabellón en el que los visitantes pasan a formar para la exposición haciéndose un zumo de naranja.

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