Arte

Manifiesta planta la semilla de un futuro mejor en las Tres Chimeneas

Los colectivos marginalizados son una esperanza de futuro en los trabajos de Jokkoo Collective, Gabriel Ventura y Rosa Tharrats

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Las Tres Xemenies de Sant Adrià de Besòs, este sábado durante la inauguración oficica de la bienal de arte Manifesta 15.

Sant Adrià del BesòsUna de las grandes obras de la Manifesta 15 Barcelona Metropolitana no sale destacada en la guía de la bienal. De hecho, está pensada para pasar desapercibida. Se trata de los trabajos para hacer accesible al público, y seguro, el edificio de turbinas de la antigua central hidroeléctrica del Besòs, conocida popularmente como las Tres Xemeneies. Es una de las principales sedes de la bienal, y quizás la más golosa, ya que abre sus puertas al público por primera vez. Así que no es de extrañar que este sábado por la noche unas 3.000 personas desbordaran el recinto para asistir a la inauguración oficial, presidida por la fundadora de Manifiesta, Hedwig Fijen; la consejera de Cultura, Sònia Hernández; la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete; el alcalde Barcelona, ​​Jaume Collboni, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. El acto lo ha presentado la periodista Laura Sangrà y ha incluido las actuaciones de Brincadeiras y La Prenda Roja y una sesión de DJ de Jokkoo Collective.

Las Tres Chimeneas son la sede principal del clúster de la bienal titulado Imaginant futurs, pero la selección de obras expuestas hace pensar que antes de plantear que se ha producido un cambio de etapa hacia un futuro más justo y sostenible hay que purgar los estragos ecosociales que afectan al mundo de hoy, desde la alfombra vegetal de Diana Scherer, que evoca el pasado negrura de la familia Güell, hasta el invernadero de Ugo Schiavi con plantas contaminadas del solar adyacente de la central .

Las intervenciones artísticas de las Tres Chimeneas durante la inauguración de la Manifiesta 15.

El futuro pertenece a los desclasados

Otros trabajos expuestos se puede decir que son una propuesta para enderezar el presente escuchando a colectivos a menudo maltratados: el rótulo del colectivo Claire Fontaine, "When women strike the world stops" [Cuando las mujeres hacen huelga el mundo se detiene], reivindica el papel clave de las mujeres que trabajaron en la central, aunque sólo representaran al 1% de los trabajadores. Y los integrantes del Jokkoo Collective se han asociado con Cantdefine.me para crear una instalación audiovisual que homenajea a las comunidades que recogen y reciclan metal. visitantes con el lema “Habla con la tierra y ella te responderá” Entre las obras expuestas en el exterior de la central, llaman la atención las esculturas gigantes de Choi + Shine Architects, evocadoras de los erizos de mar tejidos con la colaboración de 120 vecinos y vecinas del barrio de la Mina.

La fundadora de Manifiesta, Hedwig Fijen, enseñando las intervenciones artísticas de las Tres Chimeneas.

Las formas cambiantes de la arquitectura represiva

Por otra parte, la ruta por las distintas sedes de la Manifesta por el área metropolitana incluye algunos aciertos. Por ejemplo, entre las obras nuevas de los artistas catalanes participantes en la bienal, como el proyecto Un Siglo de Arquitectura Europea, de Domènec, en el MAC Cárcel, ubicado en la antigua prisión de Mataró, obra del arquitecto Elies Rogent y el primer ejemplo de aplicación de panóptico de España. El proyecto de Domènec se basa en la idea del filósofo Giorgio Agamben de que el paradigma de la arquitectura del siglo XX, más que el racionalismo, es el dispositivo del campo de concentración, y en el cuestionamiento de la neutralidad de los dispositivos arquitectónicos.

El muro de Domènec en el MAC Prisión de Mataró.
Una escultura de Eva Fàbregas en el MAC Cárcel de Mataró.

Una parte de la propuesta de Domènec, que tiene un carácter sobre todo documental, consiste en reconstruir el antiguo muro que separaba el módulo de los hombres del de las mujeres y que fue derribado cuando las mujeres se marcharon del centro. El objetivo de Domènec es, como dice él mismo, "recuperar parte de la memoria olvidada del edificio" y "modificar la experiencia física de los visitantes", porque deben volver atrás para ver completamente la presentación del proyecto, que incluye los planos de unos treinta lugares distintos, desde 1914 hasta ahora, como campos de concentración, campos de refugiados, centros de internamiento de extranjeros (CIE) y otros edificios que fueron utilizados temporalmente como lugares de detención –estadios, universidades o plazas de toros– de personas de colectivos como los judíos, los gitanos, los republicanos españoles, los croatas en Serbia, los serbios en Croacia, los comunistas en la Finlandia de 1918, el colectivo LGBTI y los refugiados de la guerra de Siria, entre otros.

También en la antigua cárcel de Mataró, Eva Fàbregas ha instalado, dentro de unas grietas y en lugares insólitos, algunas de sus esculturas blandas para inyectar una nueva vida en el edificio.

En Santa Coloma de Gramenet, en el centro La CIBA, el vídeo de Gabriel Ventura y Rosa Tharrats El río era verde y azul y amarillo tiene el ritmo amansado de un cuento oriental filmado por Pasolini. Y un efecto balsámico y al mismo tiempo político para homenajear al río Besòs con sujetos fuera de la norma y racializados como las personas queer o los miembros de la comunidad sij. “Debajo del río estaba otro río, el río de la vida inventada. Me bañé y cambié de nombre”, dice uno de los personajes.

Un fotograma del vídeo de Gabriel Ventura y Rosa Tharrats 'El río era verde y azul y amarillo'.
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