Una monja y una marquesa en La Meca del mercado del arte

Maastricht (Países Bajos)La feria Tefaf de Maastricht se convierte cada año durante una semana en un oasis del arte y el lujo. Este año reciben a los visitantes una gigantesca cúpula floral y las habituales paradas de pescado, ostras y langosta para comer algo mientras se entra y sale de las galerías, si es que todavía hay hambre después de picar los canapés que una retahíla de camareros va distribuyendo por los pasillos de la feria. Pase lo que pase fuera, en Tefaf, que abre sus puertas este jueves para periodistas e invitados, y el día 15 y hasta el 20 para el público, el ruido de la actualidad llega amortiguado, al margen de que el mercado del arte no vive su mejor momento y que las grandes casas de subastas hayan experimentado pérdidas del 3 el galerista Artur Ramon: el cierre del espacio aéreo europeo por la erupción de un volcán en Islandia, un atraco en la feria y la pandemia de la covid.

¿Podrán la guerra de Ucrania y los trompicones políticos y económicos de Trump arruinar la fiesta? ¿Y los activistas que este jueves por la mañana se han manifestado ante el recinto en el que se celebra la feria para protestar por el impacto ambiental de los aviones privados de los coleccionistas? "Tefaf es una burbuja", insiste Artur Ramon. En su stand brillan un San Pedro en lágrimas, de Josep de Ribera (entre 1 y 1,5 millones de euros), uno de los nombres recurrentes de la feria, y artistas catalanes entre ellos Joan Miró, representado por una pintura diminuta de 1931 que estuvo expuesta en la Fundación Joan Miró (en torno a 1 millón de euros), Eusebi Arnau, de quien un museo de San Francisco pide dos pinturas para una exposición de Matisse), Josep Maria Subirachs y los hermanos Santilari. "Me gusta decir que en Tefaf expongo el arte catalán de forma desacomplejada, es decir, desde la perspectiva que está al mismo nivel que el arte francés, el italiano y el alemán —explica Ramon, que añade:—. Es muy importante que el arte catalán y el español se puedan ver fuera de España, es fundamental para que lleguen a colecciones priva." Por lo que se refiere a la otra gran galería catalana que participa en Tefaf, Mayoral, destaca una pintura de Sean Scully de 1,5 millones de euros.

Tefaf, que este año acoge 273 galerías de 21 países, tiene tanta fuerza que incluso apacigua la polémica artística de estas semanas, la que mantienen el ministerio de Cultura español y el galerista británico Stuart Lochhead por si el cuadro de Velázquez La venerable madre Jerónima de la Fuente está a la venta, o no. A diferencia de Ribera, cuyo catálogo es más amplio, lo que lo hace más exportable, un Velázquez en manos privadas es automáticamente un tesoro nacional. Desde el ministerio dicen que la galería sólo pidió un permiso de exportación temporal para exponer La venerable madre Jerónima de la Fuente, y Lochhead remite a su agencia de prensa, que dice que sí. Sea como fuere, en la feria la podrán ver representantes de museos y coleccionistas de primer nivel del mundo, que podrían realizar ofertas de compra. Y las gestiones para venderla, cumpliendo los requisitos del Estado, pueden llevarse a cabo cuando la pintura vuelva a Madrid. Y si el Estado no permitiera su venta internacional, lo que haría bajar su valor, ¿alguien la compraría? Si hay un comprador, ¿ejercerá el ministerio el derecho de tanteo y retracto y se la quedará? A raíz de la aparición del cuadro, que es de la época sevillana de Velázquez, ha surgido una asociación, Velázquez para Sevilla, que reclama que el Estado la compre para el Museo de Bellas Artes de Sevilla. La historia continuará...

Sin embargo, parece más claro el camino de la venta del retrato de Francisco de Goya de la marquesa de Caballero que expone la galería Robilant+Voena (5,5 millones de euros). Todo apunta a que salió de España con un permiso de exportación temporal con opción de venta de dos años, y antes de Tefaf pudo verse Londres y Nueva York. A raíz de la aparición de este cuadro, se ha podido comprobar que es la primera de las dos versiones existentes (la otra está en la Neue Pinakothek de Múnich). El retrato del marqués de Caballero lo compró el museo Huntington de Pasadena en una subasta en Nueva York el pasado otoño, y quién sabe si querrían quedarse la pareja... si el Estado lo permite.

El Picasso que Kahnweiler tenía en su despacho

En el terreno del arte moderno y contemporáneo, una de las grandes obras presentes en la feria no está a la venta, al menos de entrada. Se trata deLos durmientes (1961), el retrato de una pareja de Pablo Picasso que el galerista Daniel-Henry Kahnweiler tenía en su despacho. "Sin duda, el valor asciende a más de 50 millones de euros, pero no está a la venta porque es el corazón de la colección familiar", afirman fuentes de la galería canadiense Landau.

Por otra parte, la recuperación de mujeres artistas de todas las épocas es otra de las líneas de la feria. Entre las galerías que se han adentrado este año se encuentran Colnaghi, que expone obras de La Roldana (1652-1706), Emma Soyers (1813-1842) y Giovanna Garzoni (1600-1670). De esta última se pueden ver tres dibujos de calabazas e higos con un precio de 500.000 euros cada uno. "Los museos nos piden obras de mujeres artistas", dice el consejero delegado de Colnaghi, Jorge Coll.