Relaciones entre Reino Unido y Cataluña

Ruta del exilio catalán en Cambridge: ¿quién es quién?

La ciudad ofrece una ruta que vincula la huida de la guerra con la catalanística de las islas Británicas y que se puede seguir a través de algunos de los más prestigiosos 'colleges' de la universidad

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El King's College, de la Universidad de Cambridge, el pasado abril.

CambridgeCuando llegue el 2 de octubre, elAnglo-Catalan Society (ACS) cumplirá 70 años. La entidad nació bajo los auspicios de Josep Maria Batista i Roca –desde 1945 se había establecido en Cambridge, primero como lector de español y después como profesor–, el editor Joan Lluís Gili i Serra –fundador en años treinta de la librería y editorial Dolphin, en Charing Cross Road, en el centro de Londres, que después se trasladó a Oxford– y el cirujano militar y traumatólogo Josep Trueta, también arraigado en el exilio de Oxford desde 1939. ~ BK_SALTO_LINEA~ Aquella relación entre Batista y Roca, Gili y Trueta está en el origen del primer congreso académico de la ACS, que reunió a unos 23 participantes y que se celebró en 1955, justo pocos meses después de que los tres amigos plantaran la semilla inicial. Y aunque formalmente el ACS nace en Oxford, es Cambridge la verdadera cuna de la irradiación de los estudios catalanes en las islas Británicas, de la mano, sobre todo, de Batista y Roca.

La ola de exiliados que llegaron con la Guerra Civil y la posterior victoria franquista y la solidaridad con la que destacadas personalidades del mundo académico y del activismo benéfico les recibieron conformaron una corriente de simpatía que ayudó a atenuar sus efectos de la derrota, que era también cultural. Los hombres y mujeres que hacen de Cambridge un núcleo de resistencia vital e intelectual permiten establecer y recorrer una ruta catalana en un itinerario de la memoria que empapa de su recuerdo las piedras de algunos de los colleges más historiados de la ciudad y otros de más reciente fundación.

Es una ruta con tanta variedad que permite establecer insospechados nexos de unión entre, por ejemplo, los Beatles y el filólogo, poeta y orientalista mallorquín Joan Mascaró, que se graduó en el Downing College en 1929 pero que volvería en 1936 , ya como exiliado. También permite visitar el King's College o el Christ's College e imaginar a los suyos courtyards el compositor y musicólogo Robert Gerhard, o el propio Josep Pla en compañía de Josep Trueta, o todavía el periodista y escritor Josep Manyé, también con Pla. Sin embargo, en esta ocasión está en los estudios de la BBC, en Londres, donde Manyé, otro de los grandes propagadores de la cultura catalana en las islas Británicas, puso en marcha para el servicio europeo de radio de la BBC el primer programa en catalán de la cadena. Un hito que, pese a las reiteradas protestas de la embajada franquista y de los emisarios de Juan Negrín (presidente de la Segunda República en el exilio), empezó a materializarse el 7 de abril de 1947, con la primera emisión, y que continuó en antena hasta 1957.

Música y plurinacionalidad

Además de los ya mencionados, la lista de nombres vinculados de una u otra forma a la ruta catalana de Cambridge –y en los otros centros esparcidos por las islas: Nottingham, Birmingham, Belfast, Bristol, Sheffield o Liverpool– es enorme. Incluye la profesora de catalán, castellano y francés Mercè Ettinghausen, llegada a Cambridge en 1956; el filólogo y traductor Arthur Terry; los historiadores Brian Tate y Geoffrey Walker –hombre clave de los estudios catalanes en Reino Unido y sucesor de Batista y Roca como segundo profesor de cultura catalana, adscrito al Fitzwilliam College–, y, más recientemente, Dominic Keown e Isaias Fanlo, también fellows del Fitzwilliam. Keown, Fanlo, la lectora de catalán Ares Llop y la investigadora Agnès Camatxo Buj han desbrozado una historia de la que hay muchos testigos dispersos pero aún no una síntesis que permita captar la verdadera dimensión de las conexiones que unos y otros establecieron.

JB Trend.
Retrato de Batista y Roca realizado por David Oldam Crone y dado al Fitzwilliam College en 1996. por la Generalitat de Catalunya para marcar el centenario de su nacimiento.
Juan Mascaró.

Pero el hombre que puso la primera piedra de todo este edificio fue el polifacético JB Trend (1887-1958), periodista, musicólogo y lingüista, que después de haber luchado en la Primera Guerra Mundial llegó en 1919 a España en tanto que corresponsal de revistas como The Criterion. Aquel primer contacto con la península Ibérica le permitió captar la pluriculturalidad y plurinacionalidad del Estado mientras investigaba su música. Autor de una veintena de libros, en 1933 fue nombrado titular de la primera cátedra de estudios hispánicos de la Universidad de Cambridge, adscrita al Christ's College. Entre sus obras destaca una primera, En picture of modern Spain: men and music (1921), en la que, más allá de historia, lengua, música y cultura, también aborda la cuestión política. Y se da cuenta de la tensión entre el centro y la periferia. De hecho, el volumen contiene algunas frases reveladoras, que leídas un siglo después son, más o menos, del todo actuales. Por ejemplo: "El gobierno español siempre ha sido el principal enemigo de España" o "L'Abc es, y siempre ha sido, el diario de los hombres que no piensan y no pueden razonar". O aún: "En Madrid están obsesionados con la noción de la raza española".

Uno de sus textos más conocidos, The civilization of Spain (1944), acaba de publicarse hace justo dos meses por primera vez en España (Renacimiento), si bien había una traducción editada en 1955 en Argentina. Trend fue amigo de Manuel de Falla y conoció a Lorca. E incluso ofreció a Antonio Machado un trabajo en Cambridge en 1939, pero cuando su carta llegó a Colliure el poeta ya había muerto. También ayudó a organizar el cupo de casi 4.000 niños vascos que fueron enviados a Inglaterra en 1937 poco después del bombardeo de Guernica. Que Trend fuese el catedrático de estudios españoles en Cambridge fue decisivo para el desarrollo de un hispanismo inclusivo en el departamento, abierto a las otras culturas del Estado y no sólo centrado en la castellana.

Juegos Florales de 1956

El Fitzwilliam College, que desde 1962 contó con la presencia de un catalanista (como heredero de la tradición que implantó Batista y Roca, aunque él estaba adscrito a Emmanuel College), es el punto de partida de el itinerario. En el Christ's College, la segunda etapa, no sólo se mezcla el recuerdo de la presencia como fellow de Trend sino que es el lugar donde tienen lugar los Juegos Florales de 1956, que otorgaron la flor natural a Rosa Leveroni por Cinco poemas desolados.

El profesor Isaias Fanlo frente a la tumba de Robert Gerhard en el Parish of the Ascension Burial Ground de Cambridge.
Robert Gerhard.
Un aspecto de la antigua casa de Alice Roughton, donde se estableció el matrimonio Gerhard a su llegada a Cambridge.

En el King's College, donde estos días hay una plantada de tiendas de estudiantes que protestan por la guerra de Gaza, llegó el compositor. Robert Gerhard (1896-1970), gracias a la intermediación de unos profesores de la institución. En ese momento, Gerhard ya era un músico suficientemente reconocido, que había estudiado con Arnold Schoenberg en Viena en los años veinte y que había sido profesor de música en la Escuela Normal de la Generalitat en los años 30. En la ciudad, con su mujer Poldi, se instaló inicialmente en otro de los sitios especialmente simbólicos del recorrido catalán de Cambridge: el número 9 de Adams Road, la mansión de la psiquiatra y activista Alice Roughton, hija de la alta sociedad inglesa. Cómo ha escrito Xavier Muñoz en una biografía que le ha dedicado (Alice's. La historia social y familiar de una peculiar doctora humanista en el Cambridge del siglo XX), Roughton "fue una progresista y humanista que, sin ser nunca militante de ningún partido político", abrió su casa a "decenas de judíos y republicanos durante la Segunda Guerra Mundial". Hasta el extremo de que, también según relata Muñoz, "decidió que nunca cerraría su hogar". En la puerta había un cartel que decía "Por favor, entra". Y además del matrimonio Gerhard desfilaron desde el premio Nobel James Watson hasta Stephen Hawking y Maya Picasso.

La amistad entre el matrimonio Gerhard y Alice Roughton fue tal que su hija se convirtió en el albacea del compositor. Una parte del legado del músico está en la Biblioteca Central de Cambridge, donde también está el fondo del editor Joan Lluís Gili. Y desde 2014, una colección de más de 70 títulos de la biblioteca del fallecido Jonathan Gili (1943-2004), hijo de Joan Lluís.

Esyllt T. Lawrence.
Ferran de Pol.

La serie de nombres asociados al recorrido catalán de Cambridge tiene un punto bastante destacado cuando se vinculan los Beatles a Joan Mascaró –profesor en la Faculty of Modern and Medieval Languages–, a la que Sebastià Alzamora dedicó la novela Reyes del mundo, ficcionando algunos episodios de su amistad con el banquero Joan March. En un programa de televisión de la BBC, de 1967, The David Frost show, Mascaró conoció a George Harrison y John Lennon. Un conocimiento que está en el origen de la canción de Harrison The inner light, cara B del single Lady Madonna de los Beatles. La letra es una interpretación del capítulo 47 del libro del Tao escrita a partir de la traducción hecha por Mascaró y publicada en inglés en su libro Lamps of fire.

El Newnham College, otra etapa del recorrido, vincula de rebote a la comunidad de exiliados de Cambridge con la del exilio mexicano catalán en la figura del escritor de Arenys de Mar Lluís Ferran de Pol. En Newnham estudió durante los años de la Guerra Civil la escritora y traductora galesa Esyllt Thomas Lawrence, que en la década de los cuarenta conoció el núcleo de refugiados catalanes y españoles de México, donde se doctoró en literatura hispánica. Un año después de su llegada, en 1947, se casó con Ferran de Pol.

'Coat of arms' del Peterhouse College.

EI college más antiguo de Cambridge, el Peterhouse, fundado en 1284, también podría tener una relación con la ruta catalana. Los estudios sobre el coat of arms –el escudo– publicados por la institución indican que proviene de la tradición heráldica de Hugh de Balsham, obispo de Ely en el siglo XIII. La familia Balsham tenía las palas o barras, y las coronas se refieren a los territorios del obispado. El Peterhouse recibió oficialmente el coat of arms hasta 1575. Pero queda por averiguar si Hugh de Balsham las adoptó como homenaje o tributo a Leonor de Provenza, hija de Ramón Berenguer V, conde de Provenza y miembro del casal de Barcelona. Leonor fue reina de Inglaterra por su matrimonio con Enrique III desde 1236 hasta 1272. La catalana Noemí Ortega-Raventós, archivera del Peterhouse, busca actualmente entre los documentos del college cualquier atisbo que pueda ratificar esta hipótesis.

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