Violencias machistas

Castings sin nudo, escenas de sexo pactadas por contrato o fiestas de estreno: el audiovisual catalán define sus límites

La Academia del Cine presenta el protocolo guía para combatir el acoso y la violencia sexual en el sector

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La actriz Maria Molins, la abogada Carla Vall, la consejera Tània Verge, la directora Judith Colell y Montse Pineda, del Departamento de Igualdad y Feminismos

BarcelonaEn 2022 los casos de abusos sexuales y acoso en las artes escénicas –la mayoría destapados por el ARA– empujaron a la Academia del Cine Catalán a abordar el problema de la violencia sexual en el sector. Se creó un departamento para tratar los casos –en van atender 11 durante el primer año– y ahora se ha presentado un protocolo guía, con medidas muy concretas, para ayudar al sector a luchar contra situaciones de abuso. El protocolo incluye la creación de dos figuras que deben permitir reducir la violencia machista y LGTBI: la persona de referencia y el coordinador de intimidad.

En Cataluña, todas las empresas deben tener un protocolo contra las violencias sexuales y el acoso. El hecho de que la Academia del Cine, de la mano de la conselleria de Igualdad y Feminismos, impulse esta guía específica sobre el sector permitirá que las empresas del audiovisual adapten sus propios protocolos, con escenarios y situaciones muy detalladas que quedan definidas. El protocolo lo han presentado este jueves la consejera Tània Verge, la presidenta de la academia, Judith Colell, y la abogada penalista Carla Vall, una de las redactoras del texto.

Verge ha remarcado que se está ofreciendo al sector una herramienta muy válida y que las empresas que no se sumen estarán "fuera de lugar y tiempo", porque de momento, aunque es obligatorio tener un protocolo, no lo es adoptar las medidas que se detallan en la guía. Colell ha querido dejar claro que hacer suyo este protocolo no será una condición indispensable para poder "recibir subvenciones". Sin embargo, la consellera ha puntualizado que algunos de los aspectos que se han presentado este jueves, como la figura de referencia o el responsable de intimidad, deberían formar parte de los protocolos de las empresas del sector y que pueden ser condiciones que se pueden exigir en "futuras convocatorias de subvenciones".

Castings y rodajes

La persona de referencia debe ser una figura que tenga formación en detección y abordaje de violencias, que debe tener unas pautas para saber responder cuando aparece un caso y no revictimizar a la persona afectada. Para facilitar que se creen estas figuras, a partir de septiembre la Academia del Cine ofrecerá formaciones gratuitas de cuatro horas. La persona de referencia deberá aplicar medidas preventivas inmediatas en caso de recibir una denuncia y deberá dirigirse al Servicio de Atención y Prevención de Abusos que tiene la academia. La coordinadora de intimidad, en cambio, es la figura que debe asesorar al equipo, sobre todo actores y actrices, en los ensayos y rodajes de escenas íntimas, con el objetivo "de garantizar que se respeten los límites establecidos" y que todo el mundo tenga claro "qué líneas no se pueden traspasar".

El texto presentado en el recinto modernista del Hospital de la Santa Cruz y Sant Pau detalla situaciones que pueden darse en el sector. Por ejemplo, los castings deben realizarse en horario laboral y en un entorno profesional, no en una habitación de hotel o una vivienda particular. Además, deberían realizarlo un mínimo de dos personas de géneros diferentes. Si hay una escena que incluye violencia o contacto físico, la productora debe comunicarlo con anterioridad. El protocolo guía remarca que los castings, por regla general, no deben incluir escenas de sexo, desnudez o besos. Y, si son indispensables, debe haber consentimiento y comunicación previa. Nunca se puede pedir un desnudo completo y si se requiere la simulación de un acto sexual debe existir el coordinador de intimidad para velar por que todo se haga correctamente. Además, las imágenes grabadas durante el casting son confidenciales y no se pueden difundir.

El rodaje de las escenas íntimas debe pactarse con los intérpretes con anterioridad a la contratación, dejando claros sus límites, que deben quedar plasmados como cláusulas del contrato. Si hay cambios en el guión, deben volver a negociarse. El protocolo no sólo detalla cómo actuar durante los rodajes o los castings, sino que también especifica situaciones relacionadas con la fase de montaje y las fiestas posteriores al estreno de la obra.

La denuncia

Cuando se dé un caso de violencia sexual o discriminación, en un máximo de tres días deberá crearse una comisión de investigación, formada por tres personas externas a la productora. Mientras se estudia el caso se pueden adoptar medidas cautelares que no perjudiquen a la víctima. Si, finalmente, la comisión concluye con un expediente disciplinario, la suspensión puede llegar a ser de trabajo y sueldo, el despido disciplinario y, además, se pone énfasis en que las empresas no pueden promover candidaturas a premios o reconocimientos personas sancionadas como agresoras.

Con este protocolo guía, la academia quiere reforzar los cambios que se han vivido dentro del sector en los últimos años. "De casos en los últimos años, hemos conocido muchos, demasiados", ha reconocido Virgen, que ha lanzado un mensaje a la industria: "Se acabó normalizar estas violencias, se acabó la impunidad. Si hoy estamos aquí es porque ha habido un sector movilizado, actrices valientes que han hecho una denuncia pública". Colell ha añadido que aunque no ha habido un Me Too público dentro del sector, se están "dando muchos pasos" para erradicar las violencias. La presidenta de la Academia del Cine ha asegurado que el protocolo va dirigido al sector audiovisual, pero que el departamento en el que se abordan las denuncias está abierto a las artes escénicas porque muchos actores y actrices trabajan en ambos ámbitos. En este sentido, el presidente de AADPC, la Asociación de Actores y Directores Profesionales de Cataluña, Àlex Casanovas, ha avanzado que se está haciendo un protocolo específico también para las artes escénicas.

Verge i Colell han querido dejar claro que si se da un caso de acoso o violencia en una empresa, no se la puede privar de ayudas o subvenciones. "La empresa no tiene por qué ser sancionada por haberse producido un caso, sino por cómo actúa ante el caso. Cuando hay un encubrimiento, represalias, una falta de respuesta o una mala respuesta", ha argumentado la consellera. Por su parte, Vall ha remarcado la dificultad que se tenía hasta ahora por denunciar dentro de este mundo. "Es un sector profesional muy dependiente; si denunciabas, tu carrera ni siquiera despegaba. Había conductas de encubrimiento muy evidentes entre hombres", ha resumido la abogada, que ha recordado que hay que proteger a los menores que trabajan en el sector.

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