'Apocalypse now' en la Tierra del Fuego

Los colonos da la bienvenida al espectador con una combinación de factores –títulos de crédito gigantescos, banda sonora con elementos percusivos, postales paisajísticas– que invitan a pensar en una versión andina del spaghetti western, ya que la acción transcurre en la Tierra del Fuego a inicios del siglo XX. Esta intuición inicial se reafirma con la aparición de un despiadado terrateniente chileno (Alfredo Castro) que exhorta a su hombre de confianza, un teniente británico (Mark Stanley), a “limpiar la isla” de indígenas, para poder llevar a su actividad ganadera sin interferencias. Para cumplir esta misión itinerante, el militar irá acompañado de un cowboy tejano (Benjamin Westfall) y de un indio mestizo (Camilo Arancibia), que se convertirá en la brújula moral de la película.

En su cruda exploración del impulso imperialista, Los colonos transita desde los asesinatos cometidos a la luz del día austral hasta unas noches de violencia sexual y homicida, en las que late el horror de Apocalypse now. Además, el debutante Felipe Gálvez aprovecha la ficción para destapar el sesgo nacionalista, altamente propagandístico, de las primeras imágenes en movimiento filmadas en Chile. Un lastre visual e identitario que refleja todo un legado de manipulación histórica, y que Gálvez intenta corregir apropiándose de los códigos del western para denunciar el genocidio del pueblo selk'nam en manos de los colonos británicos, argentinos y chilenos.