¿Quién se siente culpable por la violencia de la gentrificación?
Radu Jude se contagia a Roberto Rossellini para firmar 'Kontinental '25', un melodrama sobre la responsabilidad moral individual en tiempos de la violencia sistémica
- Dirección y guión: Radu Jude
- 109 minutos
- Rumanía, Suiza, Luxemburgo, Brasil y Reino Unido
- Con Eszter Tompa, Annamária Biluska y Marius Damian
Después deUn clavo desafortunado o porno loco y la magistral No esperes demasiado del fin del mundo, Radu Jude cierra una especie de (¿involuntaria?) trilogía fílmica que recoge, como ninguna otra propuesta fílmica actual, las derivas de la Europa contemporánea mediante las tribulaciones de una protagonista femenina. Con un título que remite a Europa '51, el filme de Roberto Rossellini sobre la crisis espiritual de una madre (Ingrid Bergman) que pierde el hijo en la Italia de la posguerra, el cineasta rumano también presenta una mujer, la Orsolya (magnífica Eszter Tompa), atormentada por el conflicto que le supone el suicidio de un hombre sin hogar durante un desahucio.
La protagonista bronca con su sentimiento de culpa compartiéndolo en una serie de largas conversaciones que le ofrecen diferentes perspectivas, desde la judicial a la religiosa pasando por la moral e, incluso, la nacionalista. Situada en Cluj, la ciudad con mayor proyección ahora mismo de Rumanía, Jude concibe Kontintental '25 también como un ensayo audiovisual sobre las transformaciones urbanas y las formas de violencia invisibilizada que propician. Y convierte a su país en una muestra concentrada de las contradicciones y los males europeos. Con una austeridad admirable (el filme está rodado con un iPhone) y su sentido habitual de la sátira, aquí más dosificado, Jude ofrece un filme de profunda reflexión moral desde un tono en las antípodas del sermoneo.